El cáncer del intestino grueso, más conocido como el cáncer colorrectal es uno de los tumores malignos más frecuentes a escala mundial. En concreto es el segundo más común, tras el de pulmón en hombres y el de mama en mujeres. En España se diagnostican 32.000 nuevos casos al año. No obstante, si la enfermedad se trata en sus primeros estadios, la tasa de curación es cercana al 90%.
“El origen más habitual del cáncer colorrectal es un pólipo que crece en la mucosa del colon o recto que, si no se detecta y extirpa a tiempo, puede convertirse en un tumor maligno” afirma el especialista del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud San José, el doctor Pedro Machado. Entre las causas de esta enfermedad, Machado señala principalmente la dieta, la herencia genética, el historial clínico, el estilo de vida y la edad.
La mayoría de los tumores se presentan en personas entre los 65 a 75 años de edad, con dieta ricas en grasas y bajo contenido en fibra, por herencia genética, por pólipos anteriores o hábitos de vida poco saludables
Por partes, en el caso de la edad, la mayoría de estos tumores se presentan en personas entre los 65 y los 75 años. La dieta ricas en grasas y con bajo contenido en fibra también es un factor determinante. Como lo es la herencia genética, ya que “las personas que tengan un antecedente familiar directo de cáncer colorrectal tienen 25 veces más predisposición de sufrirlo en comparación con aquellas que carecen de este antecedente”, apunta el doctor Machado Liendo.
Asimismo, las personas que han tenido pólipos en colon, colitis ulcerosa y cáncer de mama, útero u ovarios tienen mayor probabilidad de sufrir un cáncer colorrectal. Otra causa determina es estilo de vida poco saludable: la obesidad y el tabaquismo contribuyen a su desarrollo.
SÍNTOMAS
Como aclara este cirujano general y del aparato digestivo, los síntomas de este tumor varían en función de la zona en la que esté ubicado. No obstante, muchos individuos no presentan ningún síntoma a la hora del diagnóstico y, por ello, son muy importantes los programas de detección precoz de la enfermedad.
Los síntomas más habituales son la sangre en las heces, el dolor abdominal, los cambios en el hábito intestinal, las heces más estrechas, la sensación de evacuación intestinal incompleta y el cansancio o la pérdida de peso sin causa aparente.
“En ocasiones, el inicio de los síntomas se da con un cuadro de obstrucción intestina, presentando clínicamente un aumento del perímetro abdominal asociado a vómitos”, manifiesta. Otra forma es “la perforación del tumor con síntomas de peritonitis por vertido de contenido fecaloideo a la cavidad abdominal, que causa malestar general, intenso dolor abdominal y fiebre”, concluye.
Tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), todas aquellas personas que no tengan antecedentes familiares directos de cáncer colorrectal deben someterse a una primera colonoscopia a los 50 años de edad y, en el caso de quienes presenten antecedentes directos (abuelos, padres o hermanos), lo ideal es a los 40 años, o antes si presentan algún síntoma.