Investigadores del servicio de Aparato Digestivo del Hospital de Toledo han demostrado que el abuso de antibióticos está detrás del fracaso de los tratamientos dirigidos a eliminar la bacteria Helicobacter pylori. El estudio, publicado en la revista “Helicobacter”, se ha llevado a cabo en 212 pacientes infectados por esta bacteria tras constatar que los tratamientos son cada vez menos eficaces.
“La causa principal del fracaso de los tratamientos es el hecho de que los pacientes hayan tomado antibióticos macrólidos, como la claritromicina o la azitromicina en los años previos al tratamiento erradicador. Este tipo de antibióticos se usan en muchos tratamientos de erradicación y la bacteria Helicobacter pylori se vuelve resistente a ellos con mucha facilidad”, ha señalado el médico del servicio de Aparato Digestivo de Toledo, el doctor Julio Valle.
Los pacientes que nunca han tomado antibióticos macrólidos logran tasas de erradicación de más del 90%
El estudio también pone de manifiesto que en los pacientes que no han usado nunca antibióticos macrólidos se pueden usar tratamientos más sencillos y lograr tasas de erradicación superiores al 90 %. “Este estudio pone de manifiesto la importancia de limitar el uso de antibióticos a los casos en los que están estrictamente indicados” sentencia el doctor Valle.
HELICOBACTER PYLORI
Esta bacteria, que suele adquirirse en la infancia, produce una infección crónica en el estómago, donde lesiona la superficie gástrica. Causante de la gastritis, la úlcera péptica y el cáncer de estómago, es la infección más prevalente del planeta, afectando a la mitad de la población mundial, por lo que supone una carga significativa para el sistema sanitario. Es la infección bacteriana que más personas padecen en el mundo, con más de 3.500 millones de infectados.
En el caso de España, afecta aproximadamente al 40% de la población. Normalmente es asintomática aunque en algunos casos puede provocar la aparición de úlceras de estómago o duodeno, siendo necesario eliminarla para curar las úlceras.
Esta infección afecta a 3.500 millones de personas en el mundo. En el caso de España, la padece cerca del 40% de la población
El trabajo ha sido realizado por los doctores del servicio de Aparato Digestivo del Hospital de Toledo, Julio Valle, Pablo Muñoz, María Abanades y José Javier Blanco, además de Alexander Jordán, del Hospital del Bierzo, y Eva María Andrés, de la Universidad Jaume I de Castellón.