En uno de cada tres casos de ictus grave, los expertos no logran identificar la causa. Como consecuencia de ello, se corre el riesgo de sufrir un nuevo accidente cerebrovascular, debido a que no se ha podido determinar el tratamiento preventivo más adecuado.
Para hacer frente a este trastorno, neurólogos de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Vall d’Hebron, en colaboración con la Unidad de Arritmias, han diseñado un protocolo que mejora la detección de una de las principales causas del ictus. Se trata del “textile wearable Holter”, más conocido como chaleco Holter de tela.
Según los resultados del proyecto, publicados en la revista International Journal of Cardiology, el protocolo mejora de forma considerable la detección de la fibrilación auricular paroxística, una de las principales causas del ictus grave. Según explica uno de los investigadores principales, el Dr. Jorge Pagola, “en más de la mitad de los casos, la causa de un ictus es la fibrilación auricular proxística, un tipo de arritmio que es muy complicada de detectar con protocolos convencionales porque aparece y desaparece”.
El nuevo protocolo del Hospital Universitario Vall d’Hebron detecta hasta el 20% de los casos de este de fibrilación auricular, frente al anterior protocolo con el que solo se detectaba un 2%
EL CHALECO HOLTER Y LA FIBRILACIÓN AURICULAR
Cuando se produce una racha de fibrilación auricular paroxística, las aurículas del corazón no se contraen de forma adecuada, lo que facilita la formación de trombos que van al cerebro y provocan el ictus. Para detectarlo, se utilizaba el Holter clásico, que el paciente llevaba durante 24 horas. “Únicamente lograba detectar hasta el 2% de las fibrilaciones auriculares paroxísticas que están detrás de un ictus grave”, señala el Dr. Pagola.
Otra opción era utilizar el Holter implantable, un dispositivo electrónico de pequeño tamaño que, similar a un marcapasos, se implanta bajo la piel y registra la actividad eléctrica del corazón. Exige cirugía y presenta un elevado precio. Por su parte, los registradores externos requieren de elementos adhesivos pegados a la piel que frecuentemente provocan irritación de las zonas de pegado lo que dificulta mantener la monitorización más de una semana.
Frente a esto, para el estudio con el protocolo diseñado por los expertos de Vall d’Hebron, el primero que se realiza en todo el mundo con un Holter de tela, se seleccionó a un grupo de 215 pacientes que llevaron el chaleco Holter de tela durante 30 días. “El paciente lleva el Holter como si fuera un chaleco, por debajo de la ropa, durante 30 días, explica el Dr. Pagola.
“A las dos semanas y al final de los 30 días –prosigue- viene al hospital para que podamos leer la información registrada y comprobar si presenta fibrilación auricular paroxística, aunque también puede enviarnos esta información directamente desde el Holter a través de una app en su teléfono móvil”. Así se detectan hasta el 20% de los casos de este de fibrilación auricular.
El Dr. Pagola añade además que, al estar basado en un chaleco sin adhesivos, no provoca irritaciones en la piel, algo que considera “una de las principales clave del protocolo, pues que el hecho de que los pacientes toleren el chaleco durante 30 días permite registrar un mayor número de fibrilaciones auriculares y realizar una lectura mucho más fiable de los datos”.
Detectar la causa del ictus es fundamental para aplicar el tratamiento correcto. “Se sabe que el tratamiento estándar del ictus, que es aspirina 100 miligramos cada día, no es eficaz en el caso de que el accidente cerebrovascular se deba a la presencia de fibrilación auricular paroxística", remarca el Dr. Pagola, que apunta que se trata, "por tanto, de un nuevo avance en la lucha contra los accidentes cerebrovasculares".