El verano es el momento cumbre para muchos amantes de los viajes. Todo el año esperando para tomar ese avión que les aleje de la rutina diaria y les transporta a una realidad diferente de la cotidiana (nuevas culturas, paisajes, gastronomías, etc). Enfrascados en la comprensible ilusión, muchas personas pueden llegar a olvidar que en determinadas zonas del mundo aguardan riesgos para su salud que es importante conocer y sopesar antes de entregar el billete al auxiliar de vuelo. Por ello, como parte de la aventura, es crucial analizar qué vacunas son obligatorias o aconsejables dependiendo de nuestro destino.
En este sentido, de la misma manera que organizamos detalles relativos a transporte y estancia, también debería ser una práctica habitual la adopción de las medidas sanitarias necesarias para reducir los riesgos asociados al viaje, mediante la consulta a los profesionales sanitarios especializados en los centros de vacunación de todo el país. “Cada vez hay un poquito más de conciencia en las personas, aun así mucha gente sigue viajando sin ningún tipo de recomendación ni vacuna”, desvela la Dra. Natividad Tolosa, vocal de Formación en Vacunología de la AEV.
“El actual escenario mundial cuenta todavía con gran presencia de enfermedades a las que los españoles no somos inmunes. Por ejemplo, cabe mencionar el crecimiento del dengue en los países latinoamericanos”
En nuestra burbuja de occidente, con su sistema público de salud, algunos tienden a olvidar que en otros rincones del globo campan a sus anchas enfermedades que llevan décadas controladas en nuestro país. Asimismo, en destinos tropicales se presentan con especial singularidad infecciones a las que no estamos nada acostumbrados aquí y ante las que los nativos tienen cierta inmunidad natural. “El actual escenario mundial cuenta todavía con gran presencia de enfermedades a las que los españoles no somos inmunes. Por ejemplo, cabe mencionar el crecimiento del dengue en los países latinoamericanos”, apunta.
En concreto, la vacunóloga apunta a los destinos tropicales de África, centro y sur de América y el sudeste asiático como principales focos de riesgo para los viajeros. “Algunos de estos países tienen la obligatoriedad de vacunarse, por lo que es imprescindible para viajar hasta allí. Otros se limitan a plantear recomendaciones”, por lo que lo primero es “consultar todo esto con un centro de vacunación al viajero”, explica. Estos puntos autonómicos o dependientes del Ministerio de Sanidad se encuentran disponibles en cada una de las provincias.
“No todos tenemos veinte años o estamos en iguales condiciones de salud. Hay que analizar al viajero individualmente”
Una vez reservada la cita y puestas las vacunas correspondientes, el ciudadano cuenta con un historial de vacunación –carnet y registro informático- que en algunos casos le puede servir a la larga para estar inmunizado ante nuevos viajes. “La vacuna de la fiebre amarilla ha sido toda una bendición, dado que con una única dosis es suficiente para el resto de la vida”, destaca la Dra. Tolosa, quien admite que este caso suele ser la excepción y muchas otras vacunas sirven únicamente para ese viaje concreto. En estos casos, habría que volver a personarse en estos centros para un nuevo repaso de las pautas a seguir.
CIRCUNSTANCIAS PARTICULARES
Otro elemento singular a tener en cuenta son las particularidades del propio viaje, puesto que el análisis de las circunstancias influye significativamente en la profilaxis que va a necesitar la persona. Influyen factores como la edad del individuo, si tiene patologías previas o vulnerabilidad, si se trata de un viaje urbano o a la naturaleza e, incluso, hay determinadas partes en un mismo país donde los requerimientos de vacunación pueden variar. “No todos tenemos veinte años o estamos en iguales condiciones de salud. Hay que analizar al viajero individualmente”, insiste la vacunóloga.
“Se lleva a cabo una consulta personalizada y se analiza la edad para constatar que su calendario vacunal cubra todas las posibles patologías”
En este sentido, cuando un ciudadano acude a esta consulta en un centro de vacunación internacional, el profesional sanitario sopesa todas las circunstancias que rodean al viajero y al destino al que planea viajar en ese momento. “Se lleva a cabo una consulta personalizada y se analiza la edad para constatar que su calendario vacunal cubra todas las posibles patologías”, aclara Tolosa, quien pone el ejemplo de sarampión, que en España cubre a “prácticamente todos los menores de 40 años, pero no así en un rango de 45 a 65 años”.
Igualmente, desde la Asociación Española de Vacunología explican que dependiendo de cada CC.AA. las vacunas para este tipo de enfermedades suelen ser financiadas por la Administración. “En el caso de la vacunación contra la fiebre amarilla existe una tasa fija común en todo el territorio de 19,46 euros. A partir de aquí, dependiendo de cada autonomía, las vacunas dentro del calendario generalmente son financiadas”, aclara. Por lo que lo más recomendable para los viajeros es dedicar un tiempo antes de su escapada a conocer todos los pormenores y acudir a estos centros de información.
“La idea de cumplir las pautas vacunales es minimizar los riesgos e intentar que todos disfruten de su experiencia en otro país"
Finalmente, la vocal de Formación en Vacunología de la AEV, más allá de instar a todos los ciudadanos a ser prudentes antes, durante y después de su viaje, tampoco desea ser alarmista. “La idea de cumplir las pautas vacunales es minimizar los riesgos e intentar que todos disfruten de su experiencia en otro país. Las circunstancias más habituales de quienes contraen este tipo de enfermedades tropicales son principalmente diarreas o fiebres”, expone, no sin dejar un consejo a cualquiera de los aventureros que estén preparando sus maletas: “La mejor vacuna es el sentido común”.