Cada 20 minutos una persona muere por cáncer de pulmón en el mundo. Además, en la actualidad, solo un 30% de los casos se detectan en estadios iniciales, cuando diagnosticar y tratar antes supone un aumento de la supervivencia de hasta el 80%. Por ello los investigadores continúan aumentando el arsenal contra esta mortífera enfermedad. Entre las últimas novedades se encuentra la vacuna BNT116, desarollada por BioNTech, basada en tecnología de ARN mensajero (ARNm).
Esta nueva vacuna se está probando ya en varios paises del mundo, entre ellos España. Uno de los seis centros españoles en participar en el estudio mundial de esta vacuna es la Fundación Jiménez Díaz (FJD) de Madrid. En declaraciones a ConSalud.es, el Dr. Victor Moreno, director de la Unidad de Fase 1 de Oncología de la FJD, explica que “el ensayo lleva abierto casi un año y todavía no tenemos determinado el número de pacientes que van a participar en él, ya que es un estudio de búsqueda de dosis en Fase 1, y la reclutación de pacientes se va realizando en base a la tolerancia. Aproximadamente pensamos que podrán participar unos 160 pacientes”.
El experto apunta que los criterios de inclusión de este ensayo son pacientes que tienen un cáncer de pulmón no microcítico, la variante más frecuente, y que deben cumplir unos criterios de estadio de la enfermedad localmente avanzada o irresecable, así como no tener ninguna mutación puntual para otras terapias dirigidas.
“Esta vacuna enseña al cuerpo a reconocer las células del cáncer de pulmón como extrañas para que los linfocitos las ataquen”
“La novedad de esta vacuna es el mecanismo de acción”, explica el Dr. Moreno. “Lo que pretende hacer la vacuna es enseñar al cuerpo a rechazar las células tumorales. Para ello se introducen seis ARNm, de seis proteínas diferentes, que sería el equivalente a lo que se hizo en la vacuna del COVID-19. Se codifican seis proteínas que pueden tener las células del cáncer de pulmón para que los linfocitos, que son las células de defensa, reconozcan a las células del cáncer de pulmón como extrañas al cuerpo y las ataquen”, añade.
El objetivo del tratamiento es fortalecer la respuesta inmune de una persona al cáncer dejando intactas las células sanas, a diferencia de la quimioterapia. Pero el experto reconoce que “esta tecnología todavía no es perfecta y puede haber efectos secundarios que sean fenómenos autoinmunes y las células de defensa reconozcan a células normales y también las ataquen”. Ante esta posible situación, se están haciendo los ensayos de fase 1, en los que se está evaluando la seguridad. “Una vez que veamos que son seguras evaluaremos si son eficaces”, afirma Moreno.
En la Unidad de Fase 1 de Oncología de la FJD ya se ha tratado a tres pacientes durante el año que llevan probando la vacuna. “Actualmente estamos viendo cuál es la dosis que tenemos que dar y de momento hay resultados prometedores que suponemos se presentarán en los próximos congresos como el Congreso Europeo de Oncología que se celebrará el mes que viene en Barcelona”, indica el Dr. Moreno.
“Una vez que veamos que son seguras evaluaremos si son eficaces”
Esta es una tecnología “totalmente nueva” que podría replicarse para el tratamiento de otros tipos de cáncer. “Cualquier cáncer puede tener proteínas que sean diferentes a las células sanas y se podría tentativamente hacer una vacuna, incluso se están probando vacunas personalizadas, es decir, coger el cáncer del paciente, ver qué proteínas tiene extrañas y fabricar una vacuna personalizada”, explica el experto.
Aunque su presentación pueda sonar revolucionaria, esta vacuna es una herramienta más en la lucha contra el cáncer. “Todas las armas que tenemos (radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia…) aportan algo y lo que se pretende con esta vacuna, incluso asociada con otro tratamiento como quimioterapia o inmunoterapia, es intentar mejorar los resultados. Esta vacuna por sí sola es imposible que acabe con el cáncer, pero es una herramienta más”, apunta el Dr. Moreno.
Durante la última década se ha avanzado en la lucha contra el cáncer, con hitos como la aplicación de la inmunoterapia. “La inmunoterapia con anticuerpos anti PD-1 fue el mayor avance de la última década y ahora mismo diría que es la terapia celular, que consiste en modificar directamente los linfocitos en el laboratorio, las células que eliminan otras células, lo que se conoce como terapia de células CAR-T, lo que ha supuesto un avance espectacular en los últimos años”, sostiene el experto.
Actualmente, la Unidad de Fase 1 de Oncología de la FJD participa en más de 80 ensayos frente a todos los cánceres, no solo el de pulmón. “En España estamos a la cabeza en la investigación clínica para la lucha contra el cáncer”, concluye Moreno.