Desde que a mediados de julio Asturias anunciara la contratación de varios psicólogos clínicos para trabajar en las consultas de Atención Primaria, otras dos autonomías se han unido a esta tendencia, reivindicada desde hace años por el Consejo General de la Psicólogos de España.
Con esta iniciativa, Canarias se une así tanto a Asturias como a Madrid que, aunque fue la autonomía pionera en anunciar la incorporación de psicólogos clínicos en Primaria, no será hasta el mes de octubre cuando comience a contratar a los primeros profesionales. Concretamente, Sanidad prevé incorporar en una primera fase a 21 psicólogos (tres por cada Dirección Asistencial de la Gerencia).
Por su parte, el pasado mes de abril, la Comisión de Salud del Parlamento de Navarra también aprobó por unanimidad una moción que instaba al Gobierno a implementar la atención psicológica en los centros de Salud.
Y es que, como señala a Consalud.esAntonio Cano, coordinador del ensayo clínico PsicAP, la presencia del psicólogo en la consulta de Primaria ayuda a reducir el consumo de psicofármacos y la hiperfrecuentación a las consultas de Atención Primaria, y permite la recuperación de trastornos de ansiedad y depresión en un 70% de los pacientes, tres veces más que con el tratamiento habitual que se hace ahora en los centros de salud.
ESCASA DERIVACIÓN A LA ATENCIÓN ESPECIALIZADA
Según señala el propio Gobierno canario, en torno al 25% y el 55% de la demanda total de las consultas de Primaria responden a la presencia de un trastorno mental, de los cuales el 80% son casos leves o moderados, en forma de síntomas depresivos o de ansiedad. De toda esta demanda, solo se deriva a Salud Mental (donde sí hay psicólogos clínicos) al 10% de los casos, recayendo el seguimiento del restante 90% en los centros de salud, lo que sobrecarga al personal de los mismos.
Más allá de España, la coordinación entre los servicios de Salud Mental y de Atención Primaria ya funciona desde hace tiempo en países como Reino Unido, donde el programa Improving Access to Psychological Therapies, con la incorporación de psicólogos clínicos a los servicios de AP, ha ofrecido unos resultados a largo plazo que muestran unos niveles de recuperación de entre el 45% y el 65%.
La presencia del psicólogo en la consulta de Primaria ayuda a reducir el consumo de psicofármacos y la hiperfrecuentación a las consultas de Atención Primaria
La última en hacerlo es Canarias, cuya Consejería de Sanidad ha iniciado un programa de trabajo conjunto entre el Servicio de Psiquiatría y los Equipos de Atención Primaria (AP) dependientes del Área de Salud de Lanzarote, y que incluye la incorporación de esta figura en los centros de salud, donde los psicólogos clínicos desempeñan actividades como reuniones de coordinación y consultoría, intervenciones clínicas individuales, sesiones científicas y visitas conjuntas con el resto de los profesionales.Con esta iniciativa, Canarias se une así tanto a Asturias como a Madrid que, aunque fue la autonomía pionera en anunciar la incorporación de psicólogos clínicos en Primaria, no será hasta el mes de octubre cuando comience a contratar a los primeros profesionales. Concretamente, Sanidad prevé incorporar en una primera fase a 21 psicólogos (tres por cada Dirección Asistencial de la Gerencia).
Por su parte, el pasado mes de abril, la Comisión de Salud del Parlamento de Navarra también aprobó por unanimidad una moción que instaba al Gobierno a implementar la atención psicológica en los centros de Salud.
Y es que, como señala a Consalud.esAntonio Cano, coordinador del ensayo clínico PsicAP, la presencia del psicólogo en la consulta de Primaria ayuda a reducir el consumo de psicofármacos y la hiperfrecuentación a las consultas de Atención Primaria, y permite la recuperación de trastornos de ansiedad y depresión en un 70% de los pacientes, tres veces más que con el tratamiento habitual que se hace ahora en los centros de salud.
ESCASA DERIVACIÓN A LA ATENCIÓN ESPECIALIZADA
Según señala el propio Gobierno canario, en torno al 25% y el 55% de la demanda total de las consultas de Primaria responden a la presencia de un trastorno mental, de los cuales el 80% son casos leves o moderados, en forma de síntomas depresivos o de ansiedad. De toda esta demanda, solo se deriva a Salud Mental (donde sí hay psicólogos clínicos) al 10% de los casos, recayendo el seguimiento del restante 90% en los centros de salud, lo que sobrecarga al personal de los mismos.
Más allá de España, la coordinación entre los servicios de Salud Mental y de Atención Primaria ya funciona desde hace tiempo en países como Reino Unido, donde el programa Improving Access to Psychological Therapies, con la incorporación de psicólogos clínicos a los servicios de AP, ha ofrecido unos resultados a largo plazo que muestran unos niveles de recuperación de entre el 45% y el 65%.