Definitivamente no. En los listados de los mejores médicos traumatólogos que ocasionalmente vemos en la prensa generalista o especializada, podemos encontrar siempre a varias especialistas destacadas, aunque aún son minoría, y entre ellas siempre aparece la doctora Inmaculada Gómez Arrayas, una de las cirujanas ortopédicas de mayor renombre en el panorama médico español.
Hablando de listas, la doctora Gómez Arrayas también figura en la última lista Forbes con los 100 mejores médicos de España. No en vano, es un referente como especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología, y cuenta en su haber con una más que amplia experiencia en Cirugía de reemplazo articular de rodilla y cadera. ¡Hablamos de más de 3.500 prótesis!
Además, es pionera en España en la realización de cirugías con sistemas de navegación y en el programa Rapid Recovery. Actualmente, la podemos encontrar en el Hospital Ruber Internacional, como jefe de Servicio en la Unidad de Traumatología y Cirugía Ortopédica, y en el Centro Médico Paseo de la Habana.
Hemos hablado con Inmaculada Gómez Arrayas, entre otros temas, del papel que actualmente juegan las mujeres en una especialidad con cierta tradición masculina, y de cómo descubrió cuál era su vocación.
¿Cuándo descubrió que quería ser médico?
No fui de esas personas que desde niña sabía que querían ser médico. No tenía en mi familia a ninguno, pero mi habitación de estudios daba al Hospital Ramón y Cajal, y veía salir al jardín de atrás a sanitarios y pacientes todas las tardes, y aquello me causaba gran admiración y ternura. Fue con 16 años, al tener que elegir asignaturas optativas, cuando me pregunté a mí misma qué trabajo me haría más feliz y me ilusionaría cada día. Ahí decidí que quería ser médico. Pensé, el trato humano con personas que sufren, que necesitan cuidados, cariño, ayudarles a solucionar sus patologías, debe ser de los trabajos más gratificantes que hay. Y no me equivoqué, lo es. Y ahora, pensándolo bien, me doy cuenta de que fue una decisión egoísta, porque elegí lo que a mí me reporta felicidad a diario. Si volviera a nacer, y con la experiencia que tengo ahora, sin duda alguna volvería a elegir ser médico.
"La traumatología es una especialidad que está avanzando mucho para ofrecer al paciente soluciones a las patologías del aparato locomotor, cada vez más frecuentes, dado que la longevidad está aumentando"
¿De dónde nace la vocación de especializarse en Cirugía Ortopédica y Traumatología?
Fue durante mi etapa de residente en el Hospital Puerta de Hierro, al realizar la rotación por Traumatología. El quirófano, las cirugías, las urgencias… me resultaba apasionante ver cómo las resolvían. Veía como pacientes que llegaban muy mal tras accidentes y traumatismos, se trataban y en poco tiempo los veía de nuevo recuperados, haciendo fisioterapia, caminando, sin dolor. Es una especialidad muy resolutiva. Y cada vez más con los nuevos avances quirúrgicos y tratamientos alternativos.
Históricamente, ha sido una especialidad más demandada por parte de hombres que de mujeres. ¿Está cambiando esta tendencia en los últimos años?
Sin duda. En mis comienzos era raro ver una mujer residente de Traumatología, y ahora es lo normal. Aunque, de las diferentes Especialidades, sigue siendo la que más tarde está teniendo mayoría de mujeres. De los matriculados el año pasado en Medicina en España, el 70% son mujeres, por tanto, la traumatología está dejando de ser una especialidad de hombres, como el resto.
"En mis comienzos era raro ver una mujer residente de Traumatología, y ahora es lo normal. Aunque, de las diferentes Especialidades, sigue siendo la que más tarde está teniendo mayoría de mujeres"
¿Qué se va a encontrar un MIR que comienza su andadura en Cirugía Ortopédica y Traumatología?
Como he dicho anteriormente, el residente se va a encontrar una Especialidad apasionante. Por su capacidad de resolver, por su variedad y campos diferentes en los que especializarse (desde la microcirugía y cirugía de mano, cirugía artroscópica, cirugía robótica, prótesis, cirugía de columna, pie, hombro, traumatología infantil, etc.), y por la adrenalina que aporta el quirófano. Cada día es diferente: consulta, urgencias, quirófano, sala de yesos y curas, visita a los ingresados... Una especialidad que está avanzando mucho para ofrecer al paciente soluciones a las patologías del aparato locomotor, cada vez más frecuentes, dado que la longevidad está aumentando, gracias a otras especialidades también.
¿Qué cualidades considera usted esenciales en un buen traumatólogo y cirujano ortopédico?
Lo primero y más importante, la empatía con el paciente, ponernos en su lugar, entender sus emociones, sus miedos, sus perspectivas, transmitirles seguridad y trato cercano. De nada sirve operar muy bien si nos falta lo primero. Y, es más fácil aprender a ser un cirujano hábil y preciso con la experiencia que a ser empático con el paciente en todo el proceso. Ser humilde y saber trabajar en equipo. Aprender a no perder la paciencia en quirófano en momentos difíciles para así poder resolver con éxito cualquier adversidad .
Y, como escribió un famoso neurocirujano (Henry Marsh, “Ante todo no hagas daño”): “Saber cuándo no hay que operar es tan importante como saber operar, y la experiencia en lo primero es más difícil de adquirir”.