El Parlamento de Cantabria ha aprobado por unanimidad elaborar un informe jurídico en el que se valoren las causas de rescisión del contrato con Diavida -concesionaria del transporte sanitario programado-, previstas en los pliegos de contratación, en especial las relativas al incumplimiento de las obligaciones de prevención de riesgos laborales. De esta manera, poco más de tres meses desde su concesión, las numerosas quejas y el malestar de los trabajadores han dejado patente que este servicio no termina de arrancar.
Diavida se vio envuelta en hasta 44 reclamaciones solo durante sus 15 primeros días como adjudicataria del transporte sanitario no urgente. Una dinámica negativa que no se está logrando reconducir plenamente y que ha llevado al comité de empresa a denunciar reiterados incumplimientos; tanto en el pliego de condiciones como en el convenio colectivo. “Desde el primer mes no pagaron en tiempo y forma; las dos primeras nóminas llegaron casi en simultáneo”, explica Miguel Ángel González, responsable de Acción Sindical de USO (Unión Sindical Obrera).
“Creo que tienen una carencia importante de estructura. Es una empresa que llega de nuevas aquí, tampoco tiene a nivel nacional mucha importancia"
Esta demora inicial en los emolumentos de los empleados les llevó a plantear un paro de las plantillas para el 28 de noviembre del pasado año. En aquel momento, la empresa alegaba que no disponía de “un soporte económico” ante la negativa del banco a adelantarles el dinero para hacerse cargo de las primeras nóminas; algo que finalmente “terminó asumiendo” el propio Servicio Cántabro de Salud, poniendo fin temporalmente a la amenaza de huelga.
De hecho, admite que en estos momentos ningún empleado se encuentra en situación de impago. “Ahora parece que la cuestión se estabiliza un poco. Ayer hemos tenido una conciliación en la que Diavida ha reconocido, finalmente, que tiene que pagar y hacer entrega de una cesta de Navidad, que asociarán con la nómina de este mes de febrero”, relata el sindicalista cántabro, quien no duda en ironizar: “El turrón se nos va a caducar”.
FALTA DE INFRAESTRUCTURA
Con todo, la puesta en funcionamiento del servicio –octubre de 2024-, se presentó extremadamente complicada. A los retrasos salariales iniciales se unió cierta falta de planificación por parte de los gestores. “Creo que tienen una carencia importante de estructura. Es una empresa que llega de nuevas aquí, tampoco tiene a nivel nacional mucha importancia, no tiene muchos trabajadores ni muchas concesiones”, refleja el responsable sindical, quien teme que les ha cogido “un poco fuera de juego”la concesión.
Para el responsable de la USO no es de extrañar que las quejas de los trabajadores sean “objeto de investigación” y hayan llegado hasta el pleno del Parlamento de Cantabria
En esta línea, la compañía de transporte sanitario arrancó su actividad en Cantabria “alquilando naves diáfanas” donde poder meter los vehículos y a sus trabajadores, muchas de ellas –denuncia González- en “condiciones pésimas y con muchas carencias”; sin baños, taquillas o vestuarios para cambiarse. Ante esta realidad, para el responsable de la USO no es de extrañar que las quejas de los trabajadores sean “objeto de investigación” y hayan llegado hasta el pleno del Parlamento de Cantabria.
Por otra parte, desde el comité de empresa se muestran preocupados también por la falta de experiencia de Diavida a la hora de organizar el servicio de transporte programado para dar respuesta a las necesidades de los pacientes. “Se han tenido que ir acomodando al servicio y haciendo un planning de cómo había que coordinar el funcionamiento. Sin embargo, el primer mes eran los propios trabajadores quienes actuaban por inercia y con cuadrantes de años anteriores”, lamenta González.
FISCALIZAR EL SERVICIO
Desde el lado sindical no quieren entrar a valorar la posible rescisión del contrato por parte de la Administración. Lo único que reclaman es el cumplimiento de los convenios laborales y el pago puntual de sus nóminas. “El Servicio Cántabro de Salud es quien debe evaluar cómo se está llevando a cabo la prestación del servicio y sacar las conclusiones. Asimismo, ha de vigilar diariamente el cumplimiento de los pliegos de condiciones de la concesión”, concluye el responsable de Acción Sindical de la USO.