La transformación digital es una realidad tangible y presente ya en todos los ámbitos de la sociedad y actualmente también está impactando sobre la práctica de la medicina interna. El big data y su análisis pueden contribuir para que los especialistas no solo conozcan mejor el comportamiento de una patología, sino incluso prevenirla o curarla, de forma cada vez más personalizada.
Algunos cálculos estiman que el volumen de datos sanitarios ocupa aproximadamente 25.000 petabytes (el equivalente a una película que durara 36 millones de años) y este volumen se duplica cada lustro. Otro tema interesante a destacar, es que hoy en día los médicos utilizan apenas el 3% de los datos sanitarios y que su mal uso es la tercera causa de mortalidad.
Así, en el escenario del 43º Congreso Nacional de Medicina Interna de la SEMI-8º Congreso de la Sociedad Asturiana de Medicina Interna (SAMIN)-8º Congreso Ibérico de Medicina Interna organizado en la ciudad de Gijón (Asturias), médicos internistas participaron en la mesa redonda Aplicación de la inteligencia artificial aprovechando los datos clínicos, moderada por el Dr. Pedro Abad Requejo.
De acuerdo con el Dr. Alberto Zamora Cervantes, «Estamos asistiendo al despegue del uso de real-worl-data y real-world-evidence y de aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial y con ellos al impulso de la medicina 5P: poblacional, personalizada, participativa, preventiva y predictiva. El futuro del diagnóstico vendrá marcado por la continua y masiva adquisición de datos y su interpretación automatizada para la detección de patrones anormales en cada individuo».
"Estamos en un momento apasionante en la evolución y desarrollo de la medicina y lo que estamos viendo es solo el principio"
Si bien los especialistas han coincidido en que es necesario que los médicos desarrollen sus habilidades y conocimientos digitales, esto no significa que el papel del médico quede en un segundo plano. «En un futuro próximo, los sistemas de IA serán herramientas de gran ayuda en la práctica clínica, incluso se podría exigir su utilización pero nunca podrán ser sustitutos de los profesionales sanitarios», insiste el Dr. Zamora. De hecho, los participantes están de acuerdo con que se puede tener millones de datos, pero si no se usan de una forma adecuada, su utilidad es nula.
Otro punto a resaltar es que estos datos clínicos y las aplicaciones que los analizan deben generar confianza tanto en los médicos como en los pacientes, y que todo el control debe llevarse a cabo con absoluto de la seguridad y desde una gobernanza ética y responsable. Como explica el Dr. Zamora, «En el desarrollo de sistemas de IA es fundamental incluir desde el inicio la visión de la normativa ética y el marco regulatorio».
Finalmente, durante el cierre de esta mesa, y tras valorar el impacto positivo que la IA puede tener en los profesionales y en los pacientes de medicina interna, el Dr. Abad concluyó: «Estamos en un momento apasionante en la evolución y desarrollo de la medicina y lo que estamos viendo es solo el principio. Las instituciones tienen que reorganizarse para utilizar la inteligencia artificial en una nueva cultura, con nuevos roles profesionales y nuevas infraestructuras. Asimismo, es fundamental y necesario incluir en nuestras organizaciones sanitarias la cultura de la calidad del dato que debe ser transversal y continua, y aquí la Medicina Interna, gracias a su visión global, tiene mucho que aportar. Así, disponer de datos fiables en tiempo real nos permitirá pasar de un modelo de medicina reactivo a uno más proactivo y predictivo».