"Todos quisiéramos tener un médico y una enfermera debajo de nuestra casa, pero es imposible"

El pasado miércoles, José Carlos González Suárez, recibió la Medalla de Orden Civil en Sanidad por su labor profesional. Desde ConSalud.es hemos hablado con el enfermero sobre su experiencia y la realidad que vive actualmente la sanidad rural

Un médico "debajo nuestra casa es imposible".  José Carlos González junto a Carolina Darias y Concha Andreu (Foto: Ministerio de Sanidad)
Un médico "debajo nuestra casa es imposible". José Carlos González junto a Carolina Darias y Concha Andreu (Foto: Ministerio de Sanidad)
Javier Leunda
20 diciembre 2022 | 17:45 h

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 16% de la población española, 7.538.929 personas, está empadronadas en municipios de tipología rural, es decir, localidades con menos de 30.000 habitantes. Sin embargo, paradójicamente, este pequeño fragmento de la población nacional ocupa el 84% de la superficie total de España. De este modo, con el fin de cubrir las necesidades sanitarias de este fragmento demográfico disperso y que vive alejado de las grandes urbes, los centros de atención primaria y consultas rurales resultan esenciales. Sin estos espacios de atención al paciente sería imposible poder hablar de un sistema sanitario universal y equitativo para todos.

Prueba de la importancia para la ciudadanía de la sanidad rural ha sido la entrega de la Medalla de Orden Civil en Sanidad otorgada el pasado miércoles, 14 de diciembre, al enfermero jubilado José Carlos González Suárez, quien había venido desarrollando su actividad profesional desde 1999 en el centro de salud de la pequeña localidad riojana de Torrecilla de Cameros -de apenas 400 habitantes-. La entrega de esta distinción corrió a cargo de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, junto a la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu; y reconocía la labor y méritos del enfermero durante su larga trayectoria.

"En la actualidad estamos muy bien tanto a nivel de material como de personal. No podemos quejarnos, por lo menos en mi zona de trabajo”

José Carlos González, tras 17 años ejerciendo como enfermero en el Hospital de La Rioja (Logroño) dió el salto en 1999 a la zona básica de salud de Cameros Nuevos, donde ha descubierto a lo largo de estos años la realidad que vive actualmente la sanidad rural en nuestro país. Un ámbito sanitario que parece haber cambiado mucho en los últimos tiempos. “En los casi 23 años que he desarrollado en sanidad rural he podido observar una importante mejora; en mis primeros años, allá por 1999, teníamos que ir nosotros a recoger el material sanitario. Sin embargo, en la actualidad estamos muy bien tanto a nivel de material como de personal. No podemos quejarnos, por lo menos en mi zona de trabajo”, afirma.

José Carlos González Suárez junto a sus compañeros del Centro de Salud de Camero Nuevo
 

La sanidad rural siempre ha sido un asunto de intenso debate público y desde muchos colectivos se ha alertado de un progresivo desmantelamiento de estos servicios. No en vano, la despoblación que afecta a grandes regiones de España ha traído de la mano el creciente recorte o reagrupamiento de estos centros de atención médica. “Todos quisiéramos tener un médico y una enfermera debajo de nuestra casa, pero es imposible. La realidad es otra muy distinta, no se puede. Se utiliza a veces de forma política; en el momento en que tratas de hacer una restructuración la gente lo toma también por ese lado. Sin embargo, en la zona donde yo he trabajado la gente nunca se ha quejado”, asevera el enfermero.

En esta línea, José Carlos; quien desde 2005 ha sido también coordinador de Enfermería de la zona básica de salud de Cameros Nuevos, con ocho consultorios locales que cubrían una población de 1.025 personas de 12 poblaciones riojanas; tiene claro que el problema que afecta a las zonas rurales “no es un problema sanitario, sino un problema social”. Así, considera que, “la despoblación lleva a que en estas localidades sólo quede un escaso número de personas mayores que tienden a acarrear problemas de salud, de movilidad y de acceso al transporte. Además, los pacientes están muy dispersos. Yo he cubierto hasta 14 pueblos y en alguno de ellos vivían 10 personas, entonces, tienes que andar de pueblo en pueblo”.

"Si podemos atender al paciente en su zona nos evitaremos tener que invertir más tarde mucho más dinero en la cama de un hospital. Esta atención primaria cercana al ciudadano es una estrategia de ahorro futuro, como ya se pudo ver durante el Covid-19”

Si bien el profesional de enfermería riojano se muestra realista respecto a una sanidad que va en correlación con la progresiva perdida demográfica de población en las áreas rurales, aun así, tiene clara la necesidad de fortalecer estos servicios primarios. “Es muy importante la atención médica rural, ya que se suele corresponder con personas de edad avanzada que acarrean, lógicamente, mayores problemáticas de salud. Pero no sólo eso, donde yo trabajaba teníamos al lado la carretera N-111 y atendíamos también los accidentes de tráfico. De este modo, quitar recursos humanos no sería algo bueno. Si podemos atender al paciente en su zona nos evitaremos tener que invertir más tarde mucho más dinero en la cama de un hospital. Esta atención primaria cercana al ciudadano es una estrategia de ahorro futuro, como ya se pudo ver durante el Covid-19”, remarca.

El trabajo como profesional sanitario en zonas rurales implica una serie de circunstancias que difieren del que llevan a cabo quienes trabajan en centros hospitalarios más grandes, aunque la implicación por el servicio al paciente es común en todos los casos. “Tanto los que trabajamos en la ciudad como en los pueblos tenemos la misma vocación de servicio al paciente, la diferencia es que en la sanidad rural tienes que conducir mucho más y, cuando toca que hay nieve en un pueblo, manejar mas despacito y con más cuidado. Al final lo importante es llegar”, comenta José Carlos.

"Todavía no he asimilado la entrega de la medalla, es algo que me cogió totalmente por sorpresa y que no esperaba. Me enorgullece profundamente que me reconozcan todos estos años y que, encima, viniera hasta Torrecilla la ministra de Sanidad”

No en vano, el enfermero llego a cambiar su coche “por uno con tracción a las cuatro ruedas para poder trabajar más seguro”. Este cambio de vehículo le ha resultado muy útil cuando ha tenido que enfrentarse a situaciones climáticas adversas en un pueblo aislado de la sierra. “En una ocasión tuve que ir a un pueblo de avanzadilla para ver si podíamos movilizar hasta allí a la ambulancia, ya que temíamos que pudiese quedar bloqueada para cualquier otro servicio necesario”, relata.

Precisamente por ejemplos de compromiso por la atención al paciente como este, José Carlos recibió recientemente Medalla de Orden Civil en Sanidad. “Todavía no he asimilado la entrega de la medalla, es algo que me cogió totalmente por sorpresa y que no esperaba. Me enorgullece profundamente que me reconozcan todos estos años y que, encima, viniera hasta Torrecilla la ministra de Sanidad”. Jubilado el pasado mes de agosto, este fue el broche de oro a su carrera profesional en la sanidad rural, de la cual admite echar de menos “el trato con el paciente, al que visitas frecuentemente en su casa y te hace sentirte uno más de su familia”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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