La investigación en cáncer avanza cada año en laboratorios asépticos, con tecnología puntera y profesionales entregados en mejorar la vida de los pacientes a través de largos procesos: primero con pruebas celulares, luego en animales y después en ensayos clínicos. En estos laboratorios se estudia actualmente una nueva técnica para abordar tumores tan complejos como los cerebrales en niños: los virus oncolíticos.
El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús cuenta con dos salas blancas en las que desde hace 15 años se investiga en viroterapia oncolítica para cáncer avanzado. “Se trata de un adenovirus oncolítico que utilizamos para fabricar un medicamento. Cuenta con dos partes: el virus y una célula que lo transporta”, explica el Dr. Manuel Ramírez, pediatra oncólogo y director del Área de Oncología del Hospital Infantil Niño Jesús a ConSalud.es.
Han sido años duros de investigación, pasando por las distintas fases del proceso de desarrollo de un fármaco y de sus mayores desafíos: la financiación. Los tumores infantiles son poco frecuentes; cada año en España se diagnostican 1.500 casos, según datos de la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer, un hecho que dificulta el desarrollo de tratamientos específicos. “Por ser más infrecuentes hay menos interés y cuesta conseguir financiación”, reconoce el experto.
“Por ser más infrecuentes hay menos interés y cuesta conseguir financiación”
El cáncer es la principal causa de muerte por enfermedad en niños de 0 a 14 años. Asimismo, los que sobreviven arrastran importantes secuelas. En los últimos años la investigación ha permitido reducir la mortalidad con tasas de supervivencia a cinco años de un 80% e incluso de un 100% dependiendo del tumor. No obstante, las secuelas acompañan de por vida a estos pacientes, a veces a niveles incapacitantes.
La búsqueda de tratamientos con menos efectos secundarios, en una lucha en la que se vuelcan investigadores, oncólogos y pediatras oncológicos, ha llevado a estrategias que, tanto para niños como para adultos, son dirigidas, más efectivas y más seguras. En este campo los virus oncolíticos están marcando parte del camino del futuro del cáncer.
LA LUCHA POR UN MEJOR FUTURO
Desde principios de siglo esta estrategia de inmunoterapia ha ido tomando peso. Los virus oncolíticos, tanto modificados como no modificados genéticamente, infectan y descomponen las células cancerosas, pero no dañan las células sanas, lo que reduce en gran medida los niveles de toxicidad. En el mundo son pocos los casos de fármacos basados en esta técnica que hayan sido aprobados.
En 2004 Letonia autorizó el enterovirus RIGVIR, cepa ECHO-7 genéticamente no modificado dirigido a melanoma de la piel y en 2019 retiró dicha aprobación. En 2015, China aprobó el adenovirus modificado genéticamente llamado H101 para el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, y ese mismo año Estados Unidos y la Unión Europea aprobaron el talimogene laherparepvec, un virus oncolítico derivado del herpes simple modificado para el tratamiento del melanoma. Hace poco más de un año, en diciembre de 2022, la FDA aprobaba nadofaragene firadenovec-vncg para pacientes adultos con cáncer de vejiga no músculo invasivo de alto riesgo con carcinoma in situ que no responde al bacilo de Calmette-Guérin (CIS) con o sin tumores papilares.
Hasta el momento estos son los únicos tratamientos de viroterapia oncolítica aprobados, la mayoría dirigido a tumores superficiales que se administran a través de un pinchazo. Esto se debe a que estos virus se encuentran con un problema a la hora de abordar un tumor: el sistema inmunitario. Como con cualquier patógeno, la memoria inmune lo recuerda, de tal manera que si vuelve a detectarlo, lo elimina. Estas terapias con el virus solitario no se pueden administrar dos veces en el organismo para que se dirija al tumor. Por eso, los tratamientos aprobados se enfocan en tumores superficiales a los que se accede directamente, y la investigación ahora trabaja en adenovirus transportados por una célula que elude al sistema inmune.
“Un tercio de los pacientes con cáncer avanzado que han recibido esta terapia han mostrado beneficio clínico"
Es el caso del tratamiento en el que trabaja el Niño Jesús, Celyvir. “Nuestros ensayos clínicos nos han mostrado que es una manera de poder administrar multidosis de virus oncolíticos a un paciente, por vía intravenosa, sin apenas efectos secundarios graves”, explica el Dr. Ramírez. El tratamiento causa la muerte de las células tumorales por acción de la replicación del virus e incrementa la inflamación del microambiente tumoral. “Esto despierta la acción del sistema inmune contra el cáncer”.
En estos más de 15 años de investigación, ya se ha probado este tratamiento en niños y también adultos con cáncer avanzado de tipo cerebral. “Un tercio de los pacientes con cáncer avanzado que han recibido esta terapia han mostrado beneficio clínico en forma de remisiones completas, parciales o estabilización de la enfermedad”, subraya el investigador.
Actualmente, están en proceso de conseguir la comercialización, aunque el producto todavía no está en su estado óptimo. “Queda mucho”, reconoce el experto, “seguiremos investigando”. En uno de esos puntos de desarrollo, está la posible combinación con inmunoterapia o radioterapia para mejorar la administración. Con todo, en general, los avances son prometedores: “En el futuro habrá más virus oncolíticos, tanto desnudos como transportados por células, como el nuestro, lo que mejorará el abordaje de los pacientes”, vaticina el Dr. Ramírez.