La pandemia de Covid-19 supuso un antes y un después en la atención médica de todo el mundo. Así lo demuestra el nuevo informe "Prácticas líderes para el futuro de la telemedicina" de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que resalta cómo muchos países han implementado desde entonces muchas soluciones basadas en la telemedicina, permitiendo así un mayor acceso, y descargando a los sistemas sanitarios, caracterizados por estar saturados.
Para poder llegar a comprender el alcance de la telemedicina, la OCDE ha entrevistado a 30 expertos de 16 países, además de realizar un análisis exhaustivo de políticas nacionales. En este proceso, han identificado ocho prácticas clave agrupadas en cuatro áreas fundamentales: medición, financiación, gobernanza e integración de la atención sanitaria.
“Con el uso de estos marcos y la creciente evidencia sobre la prestación rutinaria de la telemedicina, los países de la OCDE pueden comenzar a identificar las prácticas líderes para la implementación de la atención remota"
En este sentido, la OCDE destaca la importancia de realizar evaluaciones continuas para poder llegar a comprender cómo se están utilizando estas tecnologías, quiénes recurren a ellas y cuáles son sus resultados. Más concretamente, el informe señala a las áreas fundamentales de los sistemas de salud digitales, incluida la gobernanza de los datos sanitarios, la participación de los pacientes y los proveedores, la confianza, la transparencia, la seguridad, la ética y la infraestructura de datos sanitarios.
“Con el uso de estos marcos y la creciente evidencia sobre la prestación rutinaria de la telemedicina, los países de la OCDE pueden comenzar a identificar las prácticas líderes para la implementación de la atención remota y responder a las preguntas que se plantean en el camino sobre el futuro de la telemedicina”, explican en el informe.
A pesar de que, a raíz de la pandemia, se haya extendido el uso de la telemedicina y, con ello, las múltiples ventajas que ofrece, el informe apunta a la falta de equidad en el acceso a estos servicios. Según explica la OCDE, es muy importante abordar las desigualdades en el acceso a la telemedicina, que pueden estar influenciadas tanto por factores sociodemográficos como por cuestiones geográficas. Aunque es cierto que algunos países han establecido subvenciones y programas específicos, la falta de evaluaciones periódicas limita la identificación de brechas de acceso y calidad.
El informe no solo se centra en el acceso y la calidad de los servicios, sino que también destaca la relevancia de que sean los propios pacientes los que quieran recurrir a la telemedicina. "Una atención centrada en el usuario es fundamental para asegurar la efectividad de esta tecnología", resaltan. Por ello, enfatizan la necesidad de recoger opiniones y experiencias de los pacientes para, posteriormente, diseñar y ajustar los servicios a las necesidades reales de los pacientes.
"Al incorporar las lecciones aprendidas en la implementación de la telemedicina, es posible avanzar hacia un sistema de salud más resiliente y equitativo"
Finalmente, el estudio de la OCDE resalta que los países más exitosos en la implementación de la telemedicina son aquellos que han logrado establecer una sólida recopilación de datos y un proceso de gobernanza adaptativo. Como es el caso de Australia, Canadá, Francia, Alemania y Estados Unidos, que han realizado grandes esfuerzos en torno a la formalización del uso de la telemedicina y han instaurado ciclos de evaluación regulares que utilizan bases de datos nacionales o exteriores para adaptar y mejorar sus políticas relacionadas con la atención médica remota.
En definitiva, el informe recalca que la evaluación continua no solo optimiza los servicios de salud, sino que también ayuda a identificar las buenas prácticas que pueden ser replicadas en otros contextos. Desde la OCDE subrayan que esta estrategia no solo promueve un aprendizaje institucional dentro de cada país, sino que también fomenta la colaboración internacional. "Al incorporar las lecciones aprendidas en la implementación de la telemedicina, es posible avanzar hacia un sistema de salud más resiliente y equitativo", concluyen.