Técnicas novedosas y mínimamente invasivas, el tratamiento de las aneurismas viscerales

Los especialistas del Hospital Ruber Internacional acceden a los aneurismas mediante técnicas muy poco invasivas para reducir el tiempo de recuperación

Hospital Ruber Internacional. (Foto: Ruber Internacional)

El aneurisma es una dilatación anormal de la pared de una arteria que puede surgir en cualquier arteria del cuerpo humano. Entre los tipos de aneurismas, los que afectan a la aorta abdominal son especialmente frecuentes y suponen alrededor del 80% de todos los casos. No obstante, es fundamental señalar que otras arterias también pueden desarrollar aneurismas, incluyendo las arterias renales y otras arterias viscerales, especialmente la arteria esplénica. Por su parte, las arterias renales son fundamentales para el suministro de sangre a los riñones, pero también pueden verse afectadas las arterias que abastecen de sangre al hígado, el bazo, el estómago y los intestinos.

El doctor Pablo Gallo, jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, indica que los aneurismas viscerales, al igual que otros tipos, pueden tener diversas causas complejas. Factores como el tabaquismo, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la edad, antecedentes familiares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) aumentan el riesgo de desarrollar aneurismas. “Por ello, es crucial controlar estos factores para prevenir la aparición y progresión de los aneurismas”, afirma.

Desde la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, gracias a tecnología avanzada y un equipo multidisciplinar de especialistas son líderes en el tratamiento de esta compleja patología. Este equipo está compuesto por cirujanos vasculares, radiólogos intervencionistas y flebólogos altamente capacitados, quienes trabajan en conjunto para proporcionar las mejores opciones de tratamiento disponibles a los pacientes.

“Es común que estos aneurismas se descubran de manera casual al realizar otros estudios de imagen cuando ya han alcanzado un tamaño significativo”

“Utilizamos técnicas mínimamente invasivas para acceder a los aneurismas de manera precisa y eficaz, reduciendo significativamente los riesgos y el tiempo de recuperación”, señala el Dr. Gallo. Además, la naturaleza asintomática de los aneurismas viscerales, especialmente en las etapas iniciales, puede dificultar su detección temprana y, por lo tanto, su tratamiento oportuno. “Es común que estos aneurismas se descubran de manera casual al realizar otros estudios de imagen cuando ya han alcanzado un tamaño significativo, presentando en ocasiones dolor abdominal o lumbar, o cuando se manifiestan con rotura, lo que constituye una complicación grave, con un dato de mortalidad importante”, insiste el Dr. Gallo.

El Dr. Santiago Zubicoa, radiólogo intervencionista especializado en patología vascular en el mismo centro, sostiene que el diagnóstico inicial de un aneurisma puede realizarse mediante un Eco-Doppler abdominal, que permite confirmar la presencia de una dilatación en la pared arterial. “Sin embargo, en casos de duda o cuando se necesita una evaluación más detallada, realizar una Angio-RMN o un Angio-TAC son opciones muy valiosas. Estos estudios de imagen ofrecen una visión más clara de la anatomía vascular y pueden ayudar en la planificación del tratamiento”, subraya y asevera que la arteriografía será la prueba determinante.

OPCIONES TERAPÉUTICAS INNOVADORAS

La colocación de un stent recubierto y/o derivador de flujo es una de las opciones terapéuticas más innovadoras que ofrece resultados exitosos. Esto permitirá neutralizar el aneurisma, facilitando al mismo tiempo el flujo sanguíneo sin obstruir arterias adyacentes. Otra opción endovascular es la embolización con espirales metálicos (coils) u otros dispositivos, que permite tratar el aneurisma sin necesidad de cirugía abierta, reduciendo así las complicaciones y acelerando la recuperación del paciente. El Hospital Ruber Internacional ha reportado resultados óptimos en estos procedimientos, destacando su compromiso con la excelencia clínica.

Finalmente, el Dr. Pablo Gallo destaca la importancia de personalizar el tratamiento, seleccionando la técnica más adecuada en función de la anatomía específica del aneurisma, la salud general del paciente y la experiencia del equipo de profesionales que realizarán la intervención. “En algunos casos, la cirugía clásica puede ser la opción preferida, especialmente en aneurismas inaccesibles por vía endovascular”, concluye Gallo.

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