La aterosclerosis es una enfermedad de las arterias coronarias por la que se acumula grasa en la pared de las mismas, llegando a la formación de placas o ateromas. Estas placas de grasa afectan a las arterias, que se estrechan de forma progresiva, impidiendo que la sangre llegue correctamente a los órganos hasta llegar a lesionarlos en forma de infartos agudos de miocardio o hasta una muerte súbita. A pesar de las estrategias de prevención, la aterosclerosis es una de las principales causas de morbimortalidad en las sociedades occidentales.
La presencia de calcio en las arterias está relacionada con la aterosclerosis, por lo que, en los últimos años, diversas técnicas de diagnóstico por imagen se han centrado en detectar y cuantificar la calcificación coronaria como marcador del grado y gravedad de la aterosclerosis; convirtiéndose así en valiosas herramientas para la prevención del infarto. De este asunto se hablará en el XXXVII Congreso de la Sección de Imagen Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que se celebra desde hoy hasta el próximo 2 de marzo en Lugo.
Diversas técnicas de diagnóstico por imagen detectan la calcificación coronaria como marcador de la gravedad de la aterosclerosis
El TAC cardíaco se ha posicionado como la técnica de imagen de primer nivel para detectar la presencia de calcio en las arterias. Si bien la calcificación coronaria impide una correcta valoración de las arterias coronarias, las nuevas técnicas de sustracción cálcica por TC “permiten eliminar el artefacto que genera el calcio en la imagen y, de este modo, analizar si hay una obstrucción coronaria importante; es decir, una reducción significativa del calibre de la arteria coronaria que puede generar isquemia”, explica la doctora Teresa López, presidenta de la Sección de Imagen de la SEC.
El TAC cardiaco es la única técnica anatómica no invasiva que permite ver la presencia o ausencia de aterosclerosis coronaria. Por su parte, la resonancia magnética cardíaca, el ecocardiograma de estrés o el SPECT (tomografía computarizada por emisión monofotónica) son técnicas funcionales no invasivas que “permiten detectar, de manera indirecta”, aclara el doctor Vilades, “la presencia de estadios avanzados de aterosclerosis mediante la repercusión en la irrigación del músculo cardiaco”. En los últimos años, el TAC cardíaco también puede detectar la presencia de problemas en la irrigación coronaria convirtiéndolo en una técnica completa que ofrece información anatómica y funcional en un mismo estudio.
SIN IMAGEN NO HAY DIAGNÓSTICO NI MANEJOS ADECUADOS
Estos temas se abordarán en el XXXVII Congreso de la Sección de Imagen Cardiaca de la SEC, en el que también habrá tiempo para sesiones sobre intervencionismo no coronario, el manejo del riesgo cardiovascular o la cardio-oncología, entre otros.
Todo ello en un completo programa científico que incluirá sesiones de puesta al día, mesas de actualización y discusión, conferencias, casos clínicos y posters, creando un entorno de debate incomparable, en el que el técnico en imagen también tendrá su espacio para la puesta al día en aspectos prácticos en ecocardiografía. Como recuerda la doctora López, “sin imagen no se acierta en el diagnóstico ni manejo adecuados”.
En este encuentro, también se dedicará una sesión a repasar los 75 años de la SEC, que se conmemoran este 2019. Bajo el título ‘La Imagen Cardíaca ante el 75º aniversario de la SEC’, el doctor Manuel Anguita presidente de la Sociedad y el doctor Ignacio Fernández Lozano, hablarán sobre la historia y la situación actual de la cardiología.