Los datos no engañan: el manifiesto de intenciones suicidas entre los grupos de población más jóvenes aumenta a medida que los niños y niñas alcanzan la adolescencia. Según un informe de Save The Children, el porcentaje de niños y niñas entre 4 y 8 años con este tipo de pensamientos es de un 2%, fracción que se triplica en la adolescencia, alcanzando un 6% en el grupo de entre 13 y 16 años. Estas estadísticas se completan con otro informe de la OMS y Unicef: el suicidio es una de las principales causas de muerte entre niños y adolescentes, superando, incluso, el cáncer y los accidentes de tráfico.
La Fundación Cofares ha celebrado hoy el encuentro “Suicidio en adolescentes y Redes Sociales”, con el objetivo de visibilizar la importancia de la salud mental en los jóvenes y el riesgo emergente que producen las nuevas tecnologías, con especial atención en las redes sociales.
La jornada ha contado con la participación de varios expertos en salud mental que han abordado los factores más influyentes de los trastornos psicológicos entre los jóvenes. Junto a Sofía Azcona, directora de la Fundación Cofares, han intervenido la Dra. María José Penzol, médico especialista en Psiquiatría de Infancia y Adolescencia; Luis Fernando López Martínez, Psicólogo General Sanitario, psicoterapeuta, codirector ISNISS del programa de Doctorado de Psicología de Salud de la UNED y coordinador técnico ‘Hablemos de Suicidio’ del Colegio de la Psicología de Madrid; y Laura Cuesta Cano, profesora de Cibercomunicación y nuevos medios de la Universidad Camilo José Cela y responsable de contenidos digitales del Servicio de Prevención de Adicciones de Ayuntamiento de Madrid.
“Los menores en esta situación encuentran en las redes sociales un espacio donde poder comunicar su sufrimiento"
“El tema de hoy es difícil de hablar y de reconocer en el seno familiar. Por eso, nuestro objetivo es dar voz a esta realidad de tal forma que ayude a las familias a aprender a prevenir y gestionar un momento tan complicado”, ha señalado Sofía Azcona.
Por parte de la Dra. María José Penzol se ha centrado en abordar la situación actual de comportamientos suicidas y autolesivos entre los jóvenes. En cuanto a los factores, resaltó las secuelas del aislamiento por la Covid en una edad marcada por la necesidad del contacto social y, a su vez, con mucho peligro alrededor de las redes sociales.
“Los menores en esta situación encuentran en las redes sociales un espacio donde poder comunicar su sufrimiento; y a un “otro” digital que los valida y acompaña a disminuirlo, lo que potencia la parte más insalubre de la comunicación interpersonal y potencia la idea suicida, incluso aportando recursos para que la autolesión sea el medio idóneo para acabar con una situación que, en la mayoría de casos, es temporal”, indicó Luis Fernando López Martínez.
"La tecnología tiene también muchos aspectos positivos que hay que trasladarles, la clave consiste en enseñarles a utilizar internet de una manera sana"
Por último, Laura Cuesta Cano ha destacado el papel de los agentes implicados en la educación de los menores, tanto las familias y centros escolares como las plataformas y administraciones en relación a los contenidos que se publican en ellas. Como solución propone la “alfabetización digital” que permitirá que estos tengan sentido crítico y emocional para enfrentarse a los riesgos que residen en la red. “La solución no es limitar el uso de los canales para que los contenidos inadecuados no les afecten. La tecnología tiene también muchos aspectos positivos que hay que trasladarles. La clave consiste en enseñarles a utilizar internet de una manera sana, de tal forma que sepan sacarle el mejor rendimiento”, concluye la profesora de Cibercomunicación y nuevos medios.