Solo el 5% de los médicos extranjeros pueden homologar la especialidad: "El aprendizaje es el mismo"

Ángel Heredia, representante de la Asociación de Médicos Venezolanos en España, critica lo complicado que es homologar el título de especialista en nuestro país por mucho que ya no haya retrasos al aceptar solicitudes

Ángel Heredia, representante de la Asociación de Médicos Venezolanos en España (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
17 junio 2024 | 16:15 h

La tardanza a la hora de homologar el título de médico, por parte de los profesionales extracomunitarios que quieren trabajar en nuestro país, sigue siendo uno de los principales desafíos a los que tiene que hacer frente el Ministerio de Universidades de Diana Morant, que acumula expedientes con años y años de retraso. La homologación del título de especialista -proceso que va inmediatamente después-, por su parte, corresponde al de Sanidad, cuya ministra aseguró en reiteradas ocasiones, al terminar el último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que su departamento lleva perfectamente al día. Sin embargo, recuerdan las distintas asociaciones de sanitarios extranjeros, en esto también hay muchos matices.

Y es que, si bien es cierto que desde el año 2020 se están lanzando convocatorias anuales para tratar de conseguir esa ansiada homologación del título de médico especialista, la inmensa mayoría de las personas que se presentan ven su solicitud rechazada. “El proceso es extremadamente complejo”, denuncia a ConSalud.es Ángel Heredia, representante de la Asociación de Médicos Venezolanos en España (AMEVESP), quien además recuerda que, hasta entonces, mucha gente llevaba esperando esas convocatorias desde el año 2010.

Y da una cifra: de los cerca de 11.000 sanitarios extracomunitarios -casi todos de Latinoamérica- que han tratado de homologar su título desde entonces, calculan que solo lo han conseguido 500. También Giovanni Provenza, presidente de la propia AMEVESP, apuntaba en el mes de septiembre que solo el 5% de las personas extranjeras que ven homologado su título de médico consiguen después hacer lo propio con el de especialista. En concreto, indica, la decisión del Ministerio de Sanidad viene dada por no considerar equivalente en tiempo y forma la formación que se da a los especialistas en sus países de origen y en España.

“Tú no le puedes negar un expediente a alguien porque no te ha demostrado cuatro o cinco años de experiencia en su posgrado cuando ya tiene veinte trabajando en el servicio de algún hospital"

“El principal problema que surge con el reconocimiento de la especialidad es que, sin equivalencia cronológica, no se concede. En la mayoría de países de Latinoamérica existe la troncalidad, es decir, tienes que realizar unos años de formación en una especialidad y, después, otros años en la subespecialidad. Por ejemplo, en el caso de Traumatología, en la mayoría de países se hacen dos años de residencia asistencial en Traumatología y una residencia académica de 3 años. El Ministerio de Sanidad no reconoce esos años que se cursan de forma separada y dice que no hay una equivalencia cronológica”, indica Provenza.

Todo ello a pesar de que, recuerda Heredia, existe una tabla de Sanidad con la relación de especialidades “armonizadas a nivel europeo” y el requisito de periodo mínimo del programa formativo en el país de origen para cada una de ellas. “Primero de todo, el examen MIR de Venezuela no es centralizado, sino que cada ámbito tiene su selección, y en él también entran en juego las universidades. Pero es que también hay otra vía, que es la del propio hospital y sus criterios de ingreso. Lo que está claro es que la calidad de la asistencia es exactamente igual, incluso mejor en algunos aspectos”, asegura el médico venezolano.

“Tú no le puedes negar un expediente a alguien porque no te ha demostrado cuatro o cinco años de experiencia en su posgrado cuando ya tiene veinte trabajando en el servicio de algún hospital. Además, la carga asistencial allí es más grande, aprendes muchísimo. En Venezuela tenemos la misma capacidad de acceso a aprendizaje que en España, lo que pasa es que se hace de manera distinta”, insiste Heredia, cuya asociación recomienda, si no se está seguro de cumplir con todos los requisitos que exige Sanidad, presentarse directamente al MIR mejor que esperar.

LA SEGUNDA FASE DEL PROCESO, IGUAL DE DIFÍCIL QUE LA PRIMERA

Y es que, en el caso de ver la solicitud rechazada, los aspirantes tienen que esperar dos años para volver a presentarla: “Es literalmente una decisión de vida, y, si no tienes la documentación suficiente, el proceso puede ser muy largo. Puedes intentarlo por esta vía, pero la respuesta final puede llegar a tardar de tres a cuatro años”. La razón de estos plazos -Mónica hablaba de que no había retrasos a hora de aceptar solicitudes, no de la duración del proceso- hasta poder ver homologado definitivamente el título de médico especialista es que no solo basta con la aprobación de la primera solicitud por parte del Ministerio.

Es más, la respuesta del Comité de Evaluación del Ministerio de Sanidad a dicha solicitud puede llegar a través de cuatro informes-propuesta, y suele tardar un año:

-Negativo, veredicto que obliga a esperar esos dos años hasta poder volver a presentar la solicitud

-Condicionado a la evaluación de un periodo de ejercicio profesional en prácticas en la especialidad de que se trate.

-Condicionado a la evaluación de un periodo complementario de formación en la especialidad de que se trate.

-Condicionado a la superación de una prueba teórico-práctica seguida de la posterior realización de un periodo de ejercicio profesional en prácticas evaluadas (son, según Ángel Heredia, la mayoría).

“De hecho, hay muchos médicos extracomunitarios a los que les sale la resolución favorable mientras ya están en medio de su residencia, que muchas veces es de otra especialidad, así que acaban dejándola y optando por la suya en la que han sido formados en su país de origen”, apunta el representante de AMEVESP. No obstante, resalta, también en este caso los que consiguen pasar las pruebas son minoría: en 2022, de las 176 personas convocadas, solo el 1% las pasaron, mientras que, de las mencionadas 11.000 solicitudes que se han ido presentando desde que volvieron a convocar pruebas, “solo 15 o 20 han pasado a prácticas directas, en las que además no percibes ningún tipo de remuneración”.

“Nosotros estamos de acuerdo en que hay que enfrentarse a todos los filtros que sean necesarios, pero por lo menos podrían aumentar la capacidad de análisis o el número de exámenes"

Para las pruebas teórico-prácticas, al igual que para el MIR, no hay un temario específico, sino que “el contenido está basado en las competencias profesionales del programa formativo español en vigor de cada especialidad”, refleja el Ministerio de Sanidad: “Es importante señalar que no se pueden computar, a estos efectos, las estancias formativas realizadas en España u otro país europeo. Tampoco computan los Cursos, Máster o similares que otorgan títulos propios de Universidades o entidades similares pero que no son formación especializada oficialmente reconocida en el país extracomunitario donde se estén realizando”.

“En la primera fase te dicen que no en base a la normativa que tienen establecida. Pero es que ya bastante difícil es superar esto como para también poner trabas en la segunda fase”, critica Ángel Heredia. “Nosotros estamos de acuerdo en que hay que enfrentarse a todos los filtros que sean necesarios, pero por lo menos podrían aumentar la capacidad de análisis o el número de exámenes para que se puedan presentar más personas a las pruebas”, sentencia.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.