En febrero, el Gobierno dio luz verde a una nueva ley por la que se modifica Ley 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. La idea es avanzar hacia "un fomento decidido de la I+D+i y su transferencia, para generar conocimiento y liderazgo científico y mejorar las condiciones de trabajo del personal de investigación, así como la calidad de las infraestructuras y equipamientos". Actualmente, este proyecto está en tramites parlamentarios, pero desde febrero ha recibido diferentes críticas por parte de las sociedades científicas.
“Consideramos esta reforma como un paso positivo, pero con unas medidas a nuestro juicio muy mejorables”, indican desde Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA). Distintas sociedades y colectivos científicos presentaron más de 400 enmiendas dirigidas a mejorar el texto aprobado por el Consejo de Ministros, pero de ellas el 10 de junio solo se aprobaron 11 enmiendas nuevas y 7 transaccionales. "Es más, dos enmiendas aprobadas que se consideraban como esenciales -la enmienda 250 que afecta a los investigadores hospitalarios y la enmienda 299 que asegura la inversión en I+D pública vinculándola a un porcentaje del PIB, podrían quedar excluidas en los próximos trámites parlamentarios", indican desde Aseica, ya que, según se ha sabido, el Grupo Socialista podría votar en contra de las enmiendas.
“Queremos trasladar al Gobierno de España y a la opinión pública que esta Ley no es la Ley que España necesita"
Como respuesta a esta situación, la ASEICA junto con la Asociación Nacional de Investigadores Hospitalarios (ANIH), la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR) y la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO) han solicitado al Ministerio de Ciencia e Innovación una revisión integral de la Ley de la Ciencia o su retirada.
“Queremos trasladar al Gobierno de España y a la opinión pública que esta Ley no es la Ley que España necesita. Hay muchos aspectos burocráticos, de falta de financiación, falta de competitividad y planes a largo plazo que no se solucionan con esta ley, pero que podrían haberse mejorado con muchas de las enmiendas presentadas y no aprobadas”, señalan.
CLAVES IMPRESCINDIBLES
En este sentido, proponen cinco temas esenciales para estar en la nueva ley. Estos son:
- La importancia de minimizar la discriminación que sufren los investigadores españoles doctores que desarrollan su actividad en el extranjero (enmienda 43).
- Considerar a los técnicos y gestores como parte del personal que trabaja en Ciencia (enmiendas 208 y 209).
- La contratación, afectada por la Reforma Laboral y la eliminación de la obligatoriedad de los “informes previos” en los contratos Científico-Técnico, lo que reduciría la burocracia y obstrucción por parte de Hacienda (enmiendas 91,107,148, 282 o 297 y 148).
- Retribuciones de un mínimo del 75% del salario mínimo en los contratos predoctorales, lo que los dignificaría (enmienda 187).
- El Consejo Asesor de CyT dependa de Presidencia del Gobierno y emita informes obligatorios sobre cualquier legislación que afecte a la Ciencia. Así se minimizarían procesos ineficientes y no alineados con las necesidades reales del colectivo investigador (enmienda 5 y 293).
"Esta Ley no es la que necesita nuestro sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación, por lo que pedimos públicamente su revisión profunda siguiendo las sugerencias anteriores”. Por ello, las entidades científicas firmantes solicitan que se abra un nuevo periodo de interlocución que permita revisar las propuestas presentadas por grandes asociaciones y entidades que representan a la comunidad científica.