Este martes 16 de noviembre Fundación IDIS ha celebrado su último encuentro del año para conversar sobre “Sanidad equitativa” y “Financiación de la Sanidad”, puntos 5 y 10 del Manifiesto IDIS por una mejor Sanidad. Un punto de encuentro que ha contado con la participación de Juan Abarca Cidón, presidente de Fundación IDIS; Marta Villanueva Fernández, directora general de la Fundación IDIS; Ignacio Riesgo, consultor independiente y asesor de empresas y Julián García Vargas, exministro de Sanidad, Consumo y Defensa.
“Si no hay una financiación adecuada, lograr todo lo demás es muy complicado”, ha comenzado la jornada exponiendo Juan Abarca. “Es necesario que el sistema sanitario esté financiado de forma adecuada”, ha añadido poniendo el foco en el diseño reciente del PERTE, considerado como “acertado”. Ha destacado que la financiación que va a llegar al sistema sanitario “caerá en saco roto si no se reparte de forma equitativa”. “Es necesario que todo esto se gestione eficientemente para tener un sistema sanitario equitativo”.
La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha golpeado duramente el sistema sanitario, especialmente la Atención Primaria que se erige como la puerta de acceso. “Tenemos que evolucionar hacia un modelo sanitario que no solo hable de colaboración público-privada en temas de conciertos sino en términos de continuidad asistencial para aprovechar todos los recursos y evitar ineficiencias y duplicidades”.
“La equidad es un objetivo casi inalcanzable por las diferentes circunstancias sociales, acceso desigual, financiación descentralizada y calidad variable en función de habilidad y experiencia”, ha iniciado su participación Julián García Vargas. Una definición completada por Riesgo que considera que la inequidad se resume en “aquellas desigualdades indeseables y evitables”.
“Tenemos que evolucionar hacia un modelo sanitario que no solo hable de colaboración público-privada en temas de conciertos sino en términos de continuidad asistencial para aprovechar todos los recursos y evitar ineficiencias y duplicidades”
“Crear un observatorio de la equidad puede ser una necesidad en nuestro sistema sanitario”, ha manifestado Riesgo, poniendo en valor “los informes y la transparencia de los resultados”. “En un sistema como el nuestro nadie puede pensar que la equidad va a lograrse únicamente desde el sector público. Hay que favorecer la implicación en los proyectos del sector privado”. En este sentido Vargas considera que para mejorar la equidad se deberían mejorar aspectos como la educación, la vivienda o los niveles de renta. “Habría que hacer más homogéneo el acceso de las zonas más apartadas introduciendo los tiempos de espera y de diagnóstico ya que son la fuente de desigualdad más fuerte que existe”.
“La gestión directa es en sí misma una fuente de desigualdad y inequidad”, ha aseverado el exministro de Sanidad ya que considera que “supone rigidez, desinterés por medir y comparar y una gestión muy negativa de recursos humanos donde no existen mecanismos para premiar y reconocer a los profesionales y servicios que mejor lo hacen. Solamente la diligencia individual de los profesionales rompe con todo esto”. A colación de este planteamiento Riesgo radica los orígenes de la desigualdad en múltiples factores por lo que el origen no es únicamente el propio sistema sanitario sino que “es un problema de Gobierno”.
“La gestión directa es la antítesis de lo que necesitan organizaciones tan dinámicas como son las sanitarias que necesitan dinamismo e innovación”, ha matizado el asesor de empresas. En materia de medición de resultados Riesgo ha indicado que la transferencia de las competencias ha derivado en cierto halo de opacidad. “Comparar entre territorios es algo a lo que siempre se han opuesto las autoridades”, asevera Vargas.
Ante esta fotografía Villanueva ha destacado el difícil camino para alcanzar la equidad en el sistema sanitario ya que nos encontramos ante unas bases que parecen dificultar per se la consecución de este objetivo. “Homogeneizar y hablar de datos compartidos tiene varias dificultades, radicados en un aspecto cultural”, ha indicado la directora general de la Fundación IDIS enfatizando en la falta de interoperabilidad de los datos clínicos.
"El problema es que generalmente se dice que hace falta mayor financiación de la sanidad y es así, pero no se hace alusión al modelo de gestión. De nada vale meter más y más gasolina a un coche que tiene el motor estropeado"
La conversación ha puesto el foco de nuevo en la presentación del PERTE para hablar de la correcta financiación de la Sanidad. “El problema es que generalmente se dice que hace falta mayor financiación de la sanidad y es así, pero no se hace alusión al modelo de gestión. De nada vale meter más y más gasolina a un coche que tiene el motor estropeado. Tenemos un sistema en el que la presión al aumento de coste es impresionante”, expone Riesgo. “Muchas patronales están acostumbradas a decir que hace falta más financiación pero me gustaría que hiciesen hincapié en la necesidad de cambiar el modelo de gestión”.
“Además del nivel de gasto per cápita hay que hablar de la dispersión territorial en España que es verdaderamente notable. La diferencia de gasto entre las comunidades autónomas es casi del 40% entre la que más y la que menos gasta”, ha criticado el exministro de Sanidad. “El sistema de financiación está viciado de base”.
Riesgo ha completado estas impresiones destacando que la pandemia ha situado al sector sanitario en el centro de la política, pero “hay cierta barra libre”, ha apostillado explicando que “no todo puede justificarse con la Covid-19”. En relación a la inclusión de servicios y tecnologías el experto en el sector empresarial ha destacado que se trata de decisiones que deben ser evaluadas y analizadas por profesionales preparados y “que sea el político el que finalmente tome una decisión, pero informada”. “Es fundamental dotar estas decisiones de la máxima credibilidad y solvencia”, ante el rápido incremento de nuevas tecnologías.
“A pesar de estas diferencias y problemas, los profesionales sanitarios logran superar estas dificultades a pesar de los corsés que la burocracia les impone. Carecemos de una estrategia nacional de salud basada en una encuesta nacional de salud previa que nos diga de qué enfermamos y de qué morimos para orientar los recursos a las patologías dominantes”, ha instado Vargas. “Esto implicaría poner en común todos los recursos, protocolos y tratamientos y se podrían deducir las grandes reformas organizativas. Todo esto exige transparencia y comparación de resultados pero no parece ser la prioridad de las autoridades autonómicas y nacionales”.
“Se trata de poder buscar la trazabilidad en la vida de una persona. Tenemos los datos pero no hay un repositorio común donde poder analizar esta evolución”, ha apostillado Villanueva. “El trabajo está en gran medida hecho, sabemos cuántas personas sufren las enfermedades pero no hacemos hincapié en la prevención coordinada de todas estas enfermedades”, añade Vargas.
El encuentro ha concluido planteando el punto desde el que deben iniciarse los cambios que se proponen en el Manifiesto de la Fundación IDIS. “Hay una cuestión previa que es todo lo relacionado con la co-gobernanza que supone la implicación de los pacientes y de los profesionales sanitarios. Hacer un esfuerzo ahí, tarde o temprano ofrecerá resultados”, resume Ignacio Riesgo.
“Añadiría una gestión más racional, menos rígida y más estimulante de los recursos humanos. Un sistema que sea capaz de distinguir y premiar aunque sea de manera mínima ya que son los que sacan cada día el sistema adelante. Se debe trabajar la estabilidad de los profesionales”, ha concluido Julián García Vargas.