El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno neurológico poco frecuente de origen autoinmune que suele aparecer tras una infección bacteriana o viral. Los primeros síntomas suelen ser debilidad y hormigueo en las manos y los pies. Esta patología saltó a la palestra informativa tras detectarse un riesgo de desarrollo con la infección de Covid-19, y efectivamente, según un estudio publicado en la edición online de ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Americana de Neurología, este riesgo se confirma.
El estudio también descubrió que las personas que recibieron la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech tenían menos probabilidades de desarrollar el trastorno en las seis semanas siguientes que las personas que no la recibieron. Los investigadores puntualizan que su estudio no demuestra que la infección por COVID aumente el riesgo de Guillain-Barré ni que la vacunación con ARNm disminuya el riesgo, sino que únicamente muestra una asociación.
El síndrome deGuillain-Barré es un trastorno autoinmune poco frecuente en el que el sistema inmunitario ataca a las células nerviosas. Aunque puede poner en peligro la vida, la mayoría de las personas se recuperan sin apenas problemas. Se desconoce la causa exacta del síndrome de Guillain-Barré, pero puede aparecer tras infecciones gastrointestinales o respiratorias. Los investigadores señalan que se da hasta en 20 de cada millón de personas al año, y sólo en casos extremadamente raros se produce tras ciertas vacunaciones.
"Estos hallazgos ponen aún más de relieve los beneficios de los programas de vacunación continua con vacunas basadas en ARNm"
"Estos hallazgos ponen aún más de relieve los beneficios de los programas de vacunación continua con vacunas basadas en ARNm, afirma la autora del estudio, la doctora Anat Arbel, del Centro Médico Lady Davis Carmel de Haifa (Israel). "Los resultados tienen importantes implicaciones clínicas y de salud pública" añade.
En el estudio participaron más de 3 millones de personas en Israel sin diagnóstico previo de Guillain-Barré. Fueron seguidos desde el 1 de enero de 2021 hasta el 30 de junio de 2022. Durante ese tiempo, 76 personas desarrollaron Guillain-Barré. Cada persona con Guillain-Barré fue emparejada con 10 personas que no tenían el síndrome, es decir, 760 personas. A continuación, los investigadores comprobaron si los participantes habían contraído una infección por COVID o se habían vacunado contra COVID durante las seis semanas anteriores al diagnóstico de Guillain-Barré o durante el mismo periodo de tiempo en el caso de los participantes emparejados.
Determinaron que las personas con una infección reciente por COVID tenían seis veces más probabilidades de desarrollar Guillain-Barré que las que no habían sufrido una infección reciente. Un total del 12% de las personas con Guillain-Barré tenían una infección reciente por COVID, en comparación con el 2% de las personas que no tenían Guillain-Barré. Además, el 11% de las personas con Guillain-Barré habían recibido recientemente una vacuna con ARNm, en comparación con el 18% de las personas que no tenían Guillain-Barré.
También descubrieron que las personas con una vacunación reciente con ARNm tenían más de un 50% menos de probabilidades de desarrollar Guillain-Barré que aquellas sin una vacunación reciente con ARNm. "Aunque el Guillain-Barré es extremadamente raro, la gente debe ser consciente de que tener una infección por COVID puede aumentar su riesgo de desarrollar el trastorno y recibir una vacuna de ARNm puede disminuir su riesgo", apunta Arbel.
Una limitación del estudio fue que, dado que no todos los participantes se sometieron a pruebas de COVID, es posible que algunas personas hayan sido clasificadas como no infectadas por COVID cuando tenían una infección sin síntomas o con síntomas leves.