Mónica García, la nueva ministra de Sanidad, anunció el pasado lunes que recuperará el famoso plan antitabaco encargado hace años al Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y que quedó guardado en un cajón durante la anterior legislatura. Esta decisión, si finalmente se lleva a cabo, volverá a poner sobre la mesa muchas de las contundentes medidas que refleja dicho plan para tratar de frenar el consumo de tabaco en España, incluyendo la que, seguramente, siempre ha dado más que hablar: prohibir fumar en determinados espacios públicos, incluyendo las terrazas.
“También se pensó que iban a ser una catástrofe las leyes de 2005 y 2010, que prohibían fumar en el interior de los bares y restaurantes. Las empresas tabacaleras y los hosteleros se llevaron entonces las manos a la cabeza, porque iba a ser un cataclismo en su hostelería, y finalmente no fue así”, afirma a ConSalud.es la Dra. Inmaculada Gerordo, neumóloga especializada en patología respiratoria y miembro de un grupo dentro de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) que está ultimando un informe sobre cómo afecta el humo del tabaco a los fumadores pasivos.
“También se pensó que iban a ser una catástrofe las leyes de 2005 y 2010, que prohibían fumar en el interior de los bares y restaurantes, y finalmente no fue así"
Según la propia SEPAR, el tabaquismo pasivo llega a matar a 22.000 personas cada año en Europa, 2.000 en España si se tienen en cuenta patologías como la EPOC o la enfermedad cardiovascular. Pero es que, de todos ellos, casi 750 son personas de más de 35 años sin ningún tipo de patología respiratoria, lo que supone más de dos muertes al día por la mera exposición al humo del tabaco.
De igual manera, dos tercios de esas muertes se producen entre personas que no habían fumado previamente. Son solo algunos de los datos que sacará a relucir el mencionado informe de SEPAR en el que participa la neumóloga, que, aunque todavía no tiene fecha de publicación, se espera que vea la luz el año que viene.
“Son cifras muy llamativas y que tiene que conocer la opinión pública”, apunta Gerordo, quien se lamenta de ese “retraso” de la ley antitabaco que tanta fuerza cogió a raíz de la COVID-19 y que se vio parada por el adelanto electoral: “La idea es proteger la salud de los no fumadores haciendo hincapié en los no vulnerables, que son los niños, las embarazadas, los trabajadores de hostelería y los pacientes con patología crónica”.
“Son cifras muy llamativas y que tiene que conocer la opinión pública”
De hecho, esta ley antitabaco, amparada por multitud de asociaciones pero, sobre todo, por el citado Plan Integral de Tabaquismo (PIT) elaborado por el CNPT, también incluye una subida de impuestos a las cajetillas -que ya lleva tiempo implementada en otros países de Europa-, la prohibición de fumar dentro de los coches y en playas o la regulación de los cigarrillos electrónicos.
“La prevalencia de los cigarrillos electrónicos es del 27 y 21% en bares y restaurantes, respectivamente, y tienen sustancias, además de la nicotina, que son perjudiciales para la salud y que cuando se queman se van acumulando en la biosfera”, explica Gerordo sobre algunas de las muchas conclusiones a las que han llegado en SEPAR mediante la elaboración del informe.
ESPAÑA, UN PAÍS DE TERRAZAS
Según este informe, la prevalencia del consumo en las terrazas es del 88%, y por cada persona que fuma aumenta la polución en un 30%. A todo esto hay que sumarle que España es uno de los países que más destaca en los rankings de número de bares y terrazas, cóctel perfecto para hacer de esta prohibición algo más difícil todavía.
“Hemos visto cómo a través de las terrazas es más fácil que se transmitan virus respiratorios, y que cuando se protege del humo ambiental a los fumadores activos, estos tienden a reducir su consumo, o incluso a dejarlo”, indica la neumóloga, quien también pone en duda que la distancia mínima para quedar protegido del humo del tabaco sea, como se ha dicho siempre, de dos metros.
"A Mónica García le diríamos que hay que mirar al futuro, y que todo esto es al final un consumo de recursos"
¿Y qué mensaje le transmitirían a Mónica García -o a quien corresponda del Ministerio de Sanidad- en el caso de que tengan la posibilidad de presentarle el informe? Inmaculada Gerordo responde: “Que hay que mirar por el futuro. Somos uno de los países en los que el porcentaje de estos fumadores, desgraciadamente, sigue siendo elevado. Y todo esto es al final un consumo de recursos para cuidarnos no solo a nosotros, sino también al planeta”. Hay que tener en cuenta, eso sí, que, como recordaba recientemente a este medio el nuevo presidente del CNPT, el Plan Integral de Tabaquismo atañe a muchos más ministerios, como Hacienda, Turismo o Consumo.
“Tenemos que buscar la salud común, y, los que no somos fumadores, protegernos del humo de esas sustancias tóxicas. Estamos hablando de sustancias cancerígenas, de pesticidas, de nitrosaminas… si además conseguimos que el fumador disminuya su consumo, bienvenido sea”, sentencia.