La Sociedad Española de Neurología (SEN), junto con otras 40 sociedades científicas neurológicas europeas, han firmado un comunicado conjunto con el que se comprometen a apoyar la implementación del “Plan de Acción Global Intersectorial sobre Epilepsia y otros Trastornos Neurológicos (iGAP)” de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este Plan, presentado por la OMS a finales de abril, será adoptado oficialmente esta semana, durante el trascurso de la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, que se estará celebrando hasta el 28 de mayo en Ginebra (Suiza).
Con este comunicado conjunto, casi la práctica totalidad de las sociedades neurológicas nacionales de Europa anuncian su compromiso para trabajar conjuntamente en la adopción del Plan iGAP de la OMS aprovechando su red de colaboración, experiencia y recursos disponibles, con el objetivo último de garantizar una atención médica de calidad, apoyar a los pacientes y sus familias, promover la salud del cerebro y superar las desigualdades en la atención y el tratamiento neurológico en Europa.
"Debido al incremento de la prevalencia de las enfermedades neurológicas, que aún será mayor en los próximos años por el envejecimiento de la población, Europa se enfrenta a muchos desafíos"
“Debido al incremento de la prevalencia de las enfermedades neurológicas, que aún será mayor en los próximos años por el envejecimiento de la población, Europa se enfrenta a muchos desafíos. Además, la pandemia de COVID-19 ha impactado negativamente en la práctica y la atención neurológica. Creemos que el Plan de Acción Mundial de la OMS ofrece una oportunidad única para corregir y prevenir la futura carga de enfermedades neurológicas, por lo que las sociedades neurológicas nacionales europeas queremos trabajar en su implantación para hacer de la Neurología una prioridad global, abordar los desafíos comunes con una respuesta integrada, y enfatizar en la necesidad de que la salud del cerebro se valore, promueva y proteja“, señala el doctor José Miguel Láinez, presidente de la SEN.”Por esa razón, desde la SEN queremos dar las gracias a la OMS por su papel clave en la preparación de este Plan, así como a la Academia Europea de Neurología (EAN) por impulsar este compromiso conjunto por parte de las sociedades científicas europeas”.
El “Plan de Acción Global Intersectorial sobre Epilepsia y otros Trastornos Neurológicos 2022-2031 (iGAP)” de la OMS tiene como objetivo mejorar el acceso a la atención y tratamientos de las personas que viven con trastornos neurológicos, al mismo tiempo que trata de impulsar la prevención de nuevos casos, promoviendo la salud cerebral. También busca apoyar la recuperación, el bienestar y la participación de las personas que viven con afecciones neurológicas, reducir la mortalidad, la morbilidad y la discapacidad asociadas, y abordar el estigma y la discriminación que sufren muchos pacientes.
Los niños de hogares desfavorecidos, las poblaciones indígenas, las minorías étnicas y los refugiados y los migrantes también corren un riesgo significativamente mayor de sufrir una discapacidad asociada a alguna enfermedad neurológica
Y es que, según datos de la OMS, las enfermedades neurológicas son la principal causa de años de vida perdidos por discapacidad y la segunda causa de muerte en todo el mundo, con 9 millones de muertes al año. Las cinco enfermedades neurológicas que más discapacidad provocan en el mundo son los ictus (42,2 %), migraña (16,3 %), demencia (10,4 %), meningitis (7,9 %) y epilepsia (4,9 %). Además, en todo el mundo, 52,9 millones de niños menores de cinco años sufren discapacidad por problemas cerebrales.
La OMS también señala que la discapacidad asociada a las enfermedades neurológicas afecta aún más a mujeres, personas mayores, personas que viven en la pobreza, en zonas rurales, remotas o en situación de vulnerabilidad. Las mujeres también suelen verse más afectadas por trastornos neurológicos, ya que enfermedades como la demencia, la migraña o la esclerosis múltiple tienen más incidencia en ellas. Los niños de hogares desfavorecidos, las poblaciones indígenas, las minorías étnicas y los refugiados y los migrantes también corren un riesgo significativamente mayor de sufrir una discapacidad asociada a alguna enfermedad neurológica.