Un reciente estudio, realizado por Semergen, y presentado durante su 46º Congreso Nacional, revela que solo una de cada siete universidades ofrece contenidos teóricos y prácticos obligatorios sobre la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) que cumplan con el estándar mínimo de 6 créditos ECTS en asignaturas y 4 semanas en prácticas tuteladas. Además señala que una de cada cinco universidades tiene carencias formativas relevantes en esta especialidad, lo que pone de manifiesto la insuficiencia de su presencia en la formación de los médicos españoles.
Durante la cita congresual de la sociedad se celebró una mesa destinada al análisis de la situación de la Medicina de Familia en las universidades españolas, y que ha reunido a médicos de Familia, decanos de varias universidades, profesores y alumnos, los contenidos específicos de Medicina Familiar y Comunitaria en los grados de Medicina presentan una elevada heterogeneidad y no responden de manera adecuada a las necesidades actuales de la Atención Primaria (AP).
A través de un análisis detallado de los planes de estudio y guías docentes de todas las universidades, el estudio muestra tanto avances como limitaciones. Entre las limitaciones identificadas se encuentran la falta de homogeneidad en las guías docentes, la escasa información sobre el número de profesores médicos de Familia, y la dificultad para identificar la distribución exacta de los créditos y horas dedicados a los contenidos teóricos y prácticos de MFyC.
Los estudios también muestran una tendencia positiva en los últimos años, con un incremento de la presencia de la MFyC y la Atención Primaria en la universidad
No obstante, aunque la situación actual está lejos de ser la deseada, los estudios indican una tendencia positiva en los últimos años, con un incremento de la presencia de la MFyC y la Atención Primaria en la universidad. En 2011, un informe revelaba que solo tres universidades incluían una asignatura obligatoria de MFyC en sus planes de estudio, con muchas diferencias en las prácticas clínicas en Atención Primaria y un bajo número de profesores médicos de Familia como docentes.
Tras la presentación del informe, todos los expertos reunidos coincidieron en que es fundamental que las instituciones educativas y las administraciones públicas asuman un mayor compromiso para asegurar que la Medicina Familia y Comunitaria ocupe un lugar destacado en los planes de estudio universitarios como disciplina académica y científica, desde su participación en el grado de Medicina, pasando por la Formación Sanitaria Especializada (FSE), la Formación continuada y la Formación en el desempeño.
El Dr. Vicente Martín, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de León y vocal de la Junta Directiva de Semergen, destacó durante su intervención las reivindicaciones que la Sociedad viene realizando desde hace años, enfatizando “la importancia de que la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria reciba el reconocimiento que merece dentro del ámbito académico, para asegurar una formación de calidad y una mejor preparación de los profesionales que estarán a cargo de la atención sanitaria en el futuro. Para un buen desarrollo de la Atención Primaria es preciso retomar y profundizar en la formación académica y hacer de ella un continuum formativo que aporte fundamento, consistencia y prestigio a los especialistas de la Medicina de Familia”.
“Pedimos que esta área de conocimiento sea reconocida e integrada en la estructura de la Universidad con programas de postgrado y doctorado específicos”
Semergen reclama que los planes docentes del Grado de Medicina incluyan la asignatura de Medicina de Familia y que ésta sea impartida por médicos de Familia, con una formación en Atención Primaria homogénea en todas las universidades. Del mismo modo, “pedimos que esta área de conocimiento sea reconocida e integrada en la estructura de la Universidad, con el desarrollo de programas de postgrado y doctorado específicos para la Medicina de Familia y la Atención Primaria”. Igualmente, “consideramos que la acreditación del profesorado universitario no debe ser ajena al primer nivel asistencial, igual que la universidad no puede estar al margen de la especialidad de Medicina de Familia”, concluyó el Dr. Martín.
Los representantes de las universidades participantes en la mesa subrayaron la necesidad de reforzar la presencia de la Atención Primaria y la Medicina de Familia en los planes de estudio. En particular, el Dr. Antoni Bennàsar, decano de la Facultad de Medicina de la Universitat de les Illes Balears (UIB), compartió su experiencia como firme defensor de la integración de esta especialidad en las universidades. Bennàsar destacó sus esfuerzos por asegurar que la Medicina de Familia ocupe un papel más prominente en los planes de estudio, por promover una formación adecuada sobre el primer nivel asistencial para los estudiantes de Medicina y que sea impartida por médicos con experiencia en Atención Primaria.
Andrés Real, vicepresidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), subrayó durante el acto que “todavía existen facultades que no incluyen la visión de la Medicina Familiar y Comunitaria en el currículum académico de su grado de Medicina”. En su opinión, “es necesario que la universidad refleje la realidad del sistema sanitario, donde la Atención Primaria y la Medicina de Familia son pilares esenciales en la atención a la población".