La donación de semen es un acto voluntario y anónimo, destinado a poder utilizar estos espermatozoides en técnicas de reproducción asistida en mujeres que lo necesiten, siempre que dichas técnicas se encuentren científica y clínicamente indicadas. El objetivo de estos tratamientos es dar la posibilidad de poder concebir un hijo en parejas en las que el hombre disponga de muy baja calidad seminal o corra el riesgo de transmisión de algún defecto genético, asimismo se emplea en mujeres sin pareja masculina que desean acceder a una gestación.
El presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el Dr. Juan José Espinós, explica a ConSalud.es que España es uno de los países “referentes en la donación de esperma” y aclara los actuales protocolos para que este proceso se lleve a cabo en términos seguros y salubres. “El primer paso es que el donante acuda a un centro de reproducción asistida autorizado para poder actuar como banco de semen. A partir de ahí, el candidato debe obtener el visto bueno en base a una reglamentación similar a la de los propios bancos de donación de órganos y tejidos”, explica.
Se recoge una muestra con el fin de “comprobar que cumple con los criterios de calidad marcados y descartar cualquier enfermedad genética”
Cuando un hombre acude a uno de estos centros es sometido a una serie de análisis tanto físicos como psicológicos para determinar la idoneidad de su esperma y ser “aceptado como donante”. Para ello, se recoge una muestra de su semen con el fin de “comprobar que cumple con los criterios de calidad marcados” y, de ser así, se procede a “descartar cualquier enfermedad genética, hereditaria o infecciosa que pudiera ser trasmitida por el individuo a su descendencia”. Igualmente, se le realizan “test psicotécnicos” y se recogen datos sobre los “antecedentes familiares”.
Uno de los elementos a destacar es que el candidato a donante está obligado a facilitar “con absoluta veracidad” los datos que le sean solicitados sobre sus antecedentes personales y familiares, así como sobre la descendencia propia y las donaciones previas a las que hubiera accedido, si las hubiera. “Partimos de la buena fe de la persona; se desarrolla su historial individual, familiar y un árbol genealógico. También se producen entrevistas con psicólogos que permiten descartar cualquier patología mental”, reseña el experto.
“No existe un límite en las visitas del donante, pero sí se marca es un máximo de 6 recién nacidos frutos de su donación”
Desde la Sociedad Española de Fertilidad avalan la alta seguridad de estos procedimientos en nuestro país. “En el marco de lo que la ciencia nos permite en la actualidad -que es mucho-, nosotros intentamos detectar y descartar cualquier alteración, pero, a pesar de los controles exhaustivos, el riesgo cero nunca existe”. En esta línea, lo que una clínica de fertilidad homologada puede asegurar es una garantía en la procedencia de la muestra y que el proceso cumple con todas las medidas de seguridad e higiene.
Por otra parte, en lo que respecta a la propia recogida de la muestra, los bancos de semen suelen indicar un “periodo de abstinencia sexual” que oscila entre los tres y cinco días desde la última eyaculación (coito, masturbación o polución nocturna). A partir de aquí, aclara el Dr. Espinós, “no existe un límite en el número de visitas que un donante puede realizar a estos bancos de esperma (con una periodicidad de alrededor de una vez por semana), lo que sí se marca es un máximo de 6 recién nacidos frutos de las muestras de un solo donante”.
Responden al perfil de “chicos jóvenes y universitarios con intención altruista, ya que la compensación económica por el tiempo y las molestias”
En relación con la radiografía del tipo de hombres que suelen optar por convertirse en donantes, estos responden al perfil de “chicos jóvenes y universitarios con intención altruista, ya que la compensación económica por el tiempo y las molestias que han de acometer es ridícula (alrededor de 50 euros)”, explica, felicitándose también por el hecho de que “España es uno de los primeros países del mundo en cualquier tipo de donación”. No en vano, estos donantes abren la posibilidad a muchas mujeres y parejas con dificultades de cumplir su sueño de tener un hijo.
VENTA DE ESPERMA
Una preocupante realidad que ha surgido en los últimos años es la venta de semen al margen de los procedimientos regulados. Hombres que ofrecen su esperma a mujeres a cambio de dinero o del propio placer de una relación sexual con ellas. Igualmente, existen clínicas fuera de la ley que impera en nuestro país en este ámbito. Para el doctor Espinós el riesgo está en que “no conocemos los controles que han pasado estos donantes -si ha sido alguno-, asimismo no se protege su anonimato”, como sí se establece en la normativa española.
“Acceder al esperma no es como comprar un coche y debe hacerse en un espacio homologado que cumpla todas las normas”
De esta manera, el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad destaca que “acceder al esperma de una persona no es como comprar un coche y debe hacerse en un espacio homologado que cumpla todas las normas establecidas”. Igualmente, concluye que las clínicas de fertilidad aseguran una “mayor efectividad a la hora de quedarse embarazada y certeza en el origen y calidad de las muestras de semen”. De hecho, considera que los casos de personas que acceden a vías irregulares fuera de estos lugares “son minoritarios”.