La falta de médicos anestesistas en la sanidad pública se ha convertido en una alarmante realidad en nuestro país. Tras los estragos de la pandemia, muchos profesionales de este campo han dado el paso de trasladarse al sector privado, donde encuentran más estabilidad laboral, mejores condiciones económicas y menos sobrecarga de trabajo. Esto ha llevado a muchos centros del SNS a un aumento considerable en las listas de espera para los pacientes que aguardan ser operados, al traslado de estos a otras provincias o al cierre de quirófanos ante la ausencia de este perfil profesional -especialmente en los hospitales de menor tamaño-.
Unos profesionales que resultan cruciales a la hora de reducir las demoras que se producen para ser intervenido en las diferentes especialidades médicas y cuya carencia congestiona las listas de espera de muchas CC.AA. Para dar cuenta de este preocupante panorama -sin anestesia ninguna- ha atendido a ConSalud.es el presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar), Dr. Javier García; quien advierte que esta falta de anestesistas “coincide con un momento en el que casa vez se practican más intervenciones” tanto dentro del quirófano como en otros procedimientos.
El año pasado “convocó 405 plazas, cuando había acreditadas 440; es decir, que todos los años se podrían estar formando en la pública unos 35 anestesistas más”
Entre las causas de este déficit, desde Sedar señalan a la falta de adecuación entre las vacantes que se ofrecen en las diferentes autonomías y el número de especialistas que podrían ocuparlas. Una competencia en manos del Gobierno de España, que el año pasado “convocó 405 plazas, cuando había acreditadas 440; es decir, que todos los años se podrían estar formando en la pública unos 35 anestesistas más”. Una reivindicación de sacar el 100% de las plazas acreditadas que la Comisión Nacional de Anestesiología ha venido reiterando -sin éxito- en sus últimos informes. “Ante la falta de estos profesionales la Administración debería convocar más plazas”, remarca el doctor.
El déficit de anestesistas varía dependiendo de las características de los centros médicos -más complicado en los comarcales- y las circunstancias particulares de cada autonomía. En una senda positiva, la “Comunidad de Madrid logra formar cada año más anestesistas de los que hacen falta en la propia región. Por otro lado, hay otras CC.AA. como Cataluña o Baleares donde circunstancias como las trabas lingüísticas son una barrera, no sólo para los anestesistas, sino para la llegada de muchos otros especialistas”, describe. Un requisito lingüístico para acceder a sus Servicios de Salud que, por otra parte, recientemente el nuevo Gobierno balear -y Valenciano- ha anunciado que eliminará.
“Por muchas anestesistas que formes nunca van a querer quedarse en los pequeños hospitales”. En esta línea, hay que cambiar las condiciones laborales”
De esta manera, al aumento del número de plazas ofertadas en todo el país habría que añadir la necesidad de hacerlas más atractivas para los facultativos en ciernes de esta especialidad, pues, de lo contrario, “por muchas anestesistas que formes nunca van a querer quedarse en los pequeños hospitales”. En esta línea, hay que cambiar las condiciones laborales en los centros hospitalarios comarcales, “principalmente ofreciendo incentivos a quienes ejerzan en ellos”; o bien, apunta el presidente de Sedar como otra alternativa, “unir los hospitales comarcales a grandes hospitales y que funcionen como un solo centro”. Dos medidas que ya se vienen adoptando en algunas regiones nacionales.
La “precariedad de los contratos” es otro elemento que también viene a remar en contra de que muchos puntos de atención sanitaria de España se encuentren con escasez de profesionales en este campo. “Si se ofrece un contrato indefinido no habrá problema para rellenar las plazas. Por otro lado, si lo que pones sobre la mesa es un contrato de verano de 15 días o un mes -como se viene ofreciendo-, es lógico que no encontrarás nunca a nadie”, denuncia el Dr. García. No en vano, durante este verano han sido muchas las CC.AA. que han avanzado el cierre de servicios y falta de profesionales que iban a padecer sus respectivos servicios de salud este periodo estival.
TRANSVERSALES Y MUY NECESARIOS
La pandemia de Covid-19 sirvió para poner de relevancia el importante papel de los anestesistas para el Sistema Nacional de Salud, un periodo en el que el presidente de Sedar confiesa; “las UCI se vieron arrasadas”. Unos profesionales “transversales y polivalentes que desempeñan su labor tanto en los quirófanos como fuera de ellos”. De la misma manera, su desempeño resulta crucial para el correcto funcionamiento de las diferentes áreas de atención de un hospital. “En los últimos años han aumentado exponencialmente el número de procedimientos invasivos y terapéuticos de muchas especialidades fuera de los quirófanos. Somos cada vez más necesarios”, remarca.
“En España las listas de espera hospitalarias se dilatan y hacen que en algunos puntos se ralenticen mucho las operaciones o las pruebas”
Este aumento del intervencionismo a los pacientes en nuestro país parece no haber venido acompañado del refuerzo necesario de las plantillas de anestesistas. “Los efectivos están muy por debajo de los que deberían ser, ya que tradicionalmente se calculan en base al número de quirófanos -que se mantiene estable en los últimos tiempos-; pero ahora los procedimientos invasivos que requieren anestesia y vigilancia fuera de un quirófano sí se están multiplicando” alerta el facultativo, quien concluye que, tal vez por ello, “en España las listas de espera hospitalarias se dilatan y hacen que en algunos puntos se ralenticen mucho las operaciones o las pruebas”.