El Congreso Europeo de Cardiología que se acaba de clausurar en Londres es la reunión más importante a nivel europeo en cuanto a salud cardiovascular. El evento reúne a profesionales con particular interés en cardiología, lo que incluye no solamente cardiólogos, sino también profesionales de otras especialidades. La Dra. Carolina Ortiz Cortés, secretaria de la Sociedad Española de Cardiología y coordinadora del proyecto “Mujer y Corazón”, indica a ConSalud.es que en esta cita se crea “un entorno en el que hay mucha ciencia, se presentan muchos estudios de investigaciónimportantes que van a tener mucha relevancia en la práctica clínica”.
En esta línea la experta sostiene que “durante los últimos años se está explorando mucho en el tema de la enfermedad cardiovascular en la mujer. Uno de los últimos estudios indaga en los cambios que se producen en el colesterol en la época de la pre, peri y post menopáusica”. La Dra. Ortiz señala que “estos suelen tener un impacto en la salud cardiovascular ya que durante la menopausia, al bajar los niveles de estrógenos se produce un cambio en el perfil lipídico, y se produce un aumento del colesterol LDL, popularmente conocido como colesterol malo, así como un aumento de los triglicéridos y una disminución del colesterol HDL, clásicamente conocido como el colesterol bueno”.
La especialista apunta que además de los cambios hormonales hay otros factores asociados a la menopausia como la distribución de la grasa corporal. “Estos cambios lipídicos hacía un perfil más desfavorable hace que aumente el riesgo de enfermedades cardiovasculares como el infarto o el ictus. Además en esta época ocurren otros cambios como puede ser el aumento de la presión arterial, aumento de la resistencia a la insulina… Y todo ello, sumado a las alteraciones en el colesterol, favorece todavía más el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular”.
El estudio establece que en las mujeres, a partir de la menopausia, podría ser beneficioso establecer estrategias de intervención temprana
Gracias a este nuevo estudio se ha conocido que hay unas lipoproteínas que son de mayor riesgo denominadas “lipoproteínas de baja densidad”, que son aquellas partículas más pequeñas y más densas, y más propensas a causar aterosclerosis y en consecuencia a aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular. “Estas lipoproteínas son de mayor riesgo que las lipoproteínas clásicas”, destaca la Dra. Ortiz.
“Investigaciones como estas son muy importantes y nos arrojan resultados que nos ayudan, en primer lugar a una cosa que es esencial: aumentar el conocimiento y la concienciación sobre cómo la menopausia afecta a los lípidos y al colesterol de forma desfavorable. Todo esto favorece que estimulemos la prevención cardiovascular sobre todo a partir de la época de la menopausia, con un mayor control y seguimiento por parte de las mujeres de los factores de riesgo clásicos como son la presión arterial, el tabaco, la obesidad, el sedentarismo o el colesterol. Esto nos puede ayudar a identificar cuáles son las mujeres que están en un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en esta época”, explica la doctora.
La Dra. Ortiz indica que el estudio establece que en las mujeres a partir de la menopausia podría ser beneficioso establecer estrategias de intervención temprana, como por ejemplo cambios en el estilo de vida, llevar una dieta cardiosaludable, implementar el hábito de actividad física, realizar chequeos rutinarios a partir de esa edad, y poner en foco en otros factores de riesgo distintos a los clásicos y que son específicos en la mujer, como puede ser mujeres que hayan tenido diabetes o hipertensión durante el embarazo. “Estas y otras enfermedades ginecológicas a lo largo de la vida de una mujer van aumentando el riesgo cardiovascular de la mujer que habitualmente no se valora”, afirma la cardióloga.
“Cada día tenemos más investigación que nos permite poder establecer un manejo diferente para cada enfermedad”
Una de las limitaciones que los cardiólogos han tenido a la hora de orientar el diagnóstico y el tratamiento específico en la enfermedad cardiovascular es que “en la mujer no teníamos datos de investigación, porque la mujer clásicamente no se incluía en las investigaciones de fármacos o medicamentos, por lo que a la hora de establecer recomendaciones nos fijamos en los hombres y esto no es correcto”, señala Ortiz.
“La mujer es muy diferente en muchos aspectos al hombre, no se comporta igual y no responde igual a un medicamento”, destaca la cardióloga. “Cada día tenemos más investigación en diferentes campos, no solo en el entorno cardiovascular, que nos están permitiendo conocer más y poder establecer un manejo diferente para cada enfermedad. Esto nos ayuda a establecer un mejor tratamiento individualizado para las mujeres y un mejor pronóstico para las enfermedades que se van desarrollando a lo largo de la vida de la mujer”.
Desde la Sociedad Española de Cardiología apuntan en nuestro país cada vez se amplía más la investigación en el campo cardiovascular, hasta el punto que la sociedad ha impulsado el proyecto “Mujer y Corazón”, en el que se pretende impulsar la investigación en la mujer y que ha realizado diferentes estudios de investigación en diferentes patologías con los que, sostiene la Dra. Ortiz, “pretendemos aportar nuestro granito de arena a ese conocimiento y mejorar del tratamiento de la enfermedad cardiovascular”.