El 2021 ha sido el año en el que, este sí por completo, la Covid-19 ha incidido sobre los ámbitos sanitario, político, social y económico. También ha repercutido desde el punto de vista laboral. Tras ser ampliamente aplaudidos por el conjunto de la sociedad, los profesionales sanitarios vuelven a estar en el foco mediático, pero esta vez por pesar sobre ellos amenazas de despidos. A pesar de todo, el empleo sanitario ha crecido.
Como hitos de este año, habría que destacar que ha habido récord de ocupados, según los datos ofrecidos mensualmente por la Encuesta de Población Activa (EPA), desde 2008; que los datos sobre afiliación de la Seguridad Social han sufrido importantes oscilaciones en función del trimestre; y que miles de refuerzos por Covid-19 fueron despedidos.
En el tercer trimestre del año, el sector registró 1.289.700 ocupados, el máximo histórico desde el año 2008
Comenzando por lo positivo, los datos de la EPA han sido especialmente buenos este 2021, a falta de conocer las cifras del cuarto trimestre. Según lo publicado hasta ahora, el sector de las actividades sanitarias ha pasado de tener 1.223.100 ocupados en el primer trimestre del año a los 1.289.700 ocupados en el tercero. Esta cifra es el máximo histórico de ocupación desde el año 2008, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge por primera vez los datos en el área de sanidad.
Distinguiendo por sexo, el año ha sido muy positivo para las mujeres ya que por muy poco no se alcanza el millón de ocupadas en el sector. Las últimas cifras las sitúan en las 956.900 mujeres ocupadas en el área sanitaria. Por su parte, los hombres han pasado de tener 334.900 a 332.800 empleados.
MÍNIMO Y MÁXIMO ANUAL DE EMPLEADOS
Menos optimista se presenta el panorama si se analizan los datos de afiliación a la Seguridad Social, estadística que incluye al sector de las actividades sanitarias de forma conjunta con el de los servicios sociales. Las cifras han evidenciado tres tendencias durante 2021: de enero a abril, cayeron los afiliados; de mayo a agosto subieron y entre septiembre y noviembre volvieron a descender.
El sector sanitario registró el mínimo anual de afiliados en abril de 2021, mientras que en agosto se alcanzó el máximo
En la primera parte, el sector sanitario registró el mínimoanual: en abril de 2021 cayó hasta los 1.682.519 afiliados al régimen general de la Seguridad Social. Tras cuatro meses de descenso, el empleo en Sanidad acumuló cuatro meses de ascenso, marcando máximoanual en agosto, con 1.780.715 afiliados.
No obstante, tras el verano se produjo una nueva caída, motivada en parte por los anuncios de despidos de algunas comunidades autónomas. De hecho, entre septiembre y noviembre se han perdido más de 58.500 empleos sanitarios, marcando actualmente 1.722.179 afiliados. Los datos de diciembre no han sido publicados cuando se elaboró esta noticia.
La afiliación a la Seguridad Social también registra los datos de ocupados en el régimen de autónomos. En este apartado, el sector sanitario ha ido ganando empleados de manera progresiva: de los 119.649 afiliados autónomos que había en enero de 2021 se ha pasado a 126.424ennoviembre.
DESPIDOS Y FONDOS COVID-19
El lado mas negativo para los profesionales sanitarios va a llegar cuando finalice el año. Según el sindicato CSIF, más de 94.000 contratos de refuerzo se firmaron durante la pandemia de Covid-19 para afrontar la saturación asistencial de las diferentes olas epidémicas. No obstante, su previsión es que al menos 50.000 dejen de trabajar el 31 de diciembre.
Las CC.AA. reclaman al Gobierno central que continúen los Fondos Covid-19 para poder mantener al personal de refuerzo que se contrató durante la pandemia
La otra visión de este problema la ofrecen las comunidades autónomas. Al tener las competencias sanitarias, son ellas las que pueden contratar o despedir sanitarios. No obstante, los refuerzos de personal fueron posible gracias a la transferencia del Gobierno central de millones de euros a través de los Fondos Covid-19.
Sin embargo, estos fondos no tendrán vigencia en 2022. Por este motivo, los presidentes autonómicos llevan meses exigiendo al Ejecutivo central que se mantengan esas partidas para mantener al personal de refuerzo en Sanidad y Educación.