A la especialidad de Farmacología Clínica no le aguarda un futuro muy favorable. O, al menos, eso es lo que estima el Ministerio de Sanidad en su reciente ‘Informe de necesidad de médicos especialistas en España 2023-2035’. Según los datos publicados por la cartera de Mónica García, la ratio de médicos de esta especialidad, ya de por sí una de las más bajas de todas las que existen actualmente en el Sistema Nacional de Salud (0,6 por cada 100.000 habitantes), va a bajar todavía más en los próximos en los próximos años. Sin embargo, denuncia la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), esas cifras no son correctas: la realidad es aun peor.
“Lo hemos reiterado en varias ocasiones, y volveremos a hacerlo: no estamos para nada conformes con los números que maneja Sanidad, sobre todo en algunas comunidades autónomas”, denuncia su presidenta, Antonia Agustí Escasany. “Por ejemplo, el informe dice que en el País Vasco hay ahora mismo quince farmacólogos clínicos, cuando habrá dos o tres, que ya es mucho. O que en Asturias hay ocho, cuando realmente no hay ninguno”, añade.
"No estamos para nada conformes con los números que maneja Sanidad, sobre todo en algunas comunidades autónomas”
En cambio, en comunidades como Madrid o Cataluña -que son las que aglutinan al mayor número de farmacólogos clínicos de España-, apunta Agustí Escasany, se han quedado cortos. “Cada vez que sale este informe, nos ponemos en contacto con las autoridades para comentarles que no sabemos muy bien cuál es la fuente de información, y lo volveremos a hacer ahora. Al menos lo han ido arreglando poco a poco, porque el principio estos números eran aún más dispares. Pero sigue estando muy lejos de reflejar la realidad de los farmacólogos clínicos actualmente en nuestro país”, reitera.
Según las cifras del Ministerio de Sanidad sobre oferta y demanda de especialistas en el futuro, los 0,6 farmacólogos clínicos por cada 100.000 habitantes actuales van a pasar a ser 0,2 en 2029, y directamente 0 en 2035. En otros países, como Inglaterra, denuncia la presidenta de la SEFC, son uno por cada 100.000. “En el informe del Ministerio les sale eso siendo muy optimistas y teniendo en cuenta la privada, pero es que la privada en nuestro caso en la industria farmacéutica. No hay farmacólogos clínicos trabajando en sanidad privada”, recuerda, insistiendo en que no entiende “en qué se basan” para obtener esos datos.
“Hay muchos hospitales universitarios en ciudades ya importantes que todavía no disponen de servicio de Farmacología Clínica, cuando es un requisito que está en la Ley"
“No sabemos si tienen en cuenta otros parámetros o si se han centrado solo en las jubilaciones y en las plazas MIR. Desde luego, si únicamente se basan en las jubilaciones, seguro que no tienen razón”, subraya Agustí Escasany, nada conforme con los “resultados” de su especialidad. “Pero tampoco lo pueden calcular en función del número de pacientes a asistir, porque Farmacología Clínica no una especialidad directamente asistencial. No cuenta”, indica.
Y es que, recuerda también Antonia Agustí Escasany, la suya es la especialidad más desigual entre comunidades autónomas de todas: “Nos concentramos básicamente en Madrid y Barcelona y en sus alrededores, mientras que otras comunidades no tienen ni un solo farmacólogo clínico”. Concretamente, la ratio de especialistas llega al 7,8 en Cataluña, mientras que en otras no hay ni uno solo: “Hay muchos hospitales universitarios en ciudades ya importantes que todavía no disponen de servicio de Farmacología Clínica, cuando es un requisito que está en la Ley desde hace unos cuantos años”, denuncia la experta.
OBJETIVO: DOBLAR LAS PLAZAS MIR
En definitiva, señala, con datos más o menos correctos, lo que deja a las claras el informe del Ministerio de Sanidad es que no hay suficientes farmacólogos clínicos actualmente en España. “No es que no vayan a hacer falta, como parece que dice el informe; es que se tendrían que crear más servicios de Farmacología Clínica”, reivindica la experta, jefa del servicio de Farmacología Clínica en el Hospital Vall D’Hebron de Barcelona, quien alerta además de que, entre los próximos cinco y diez años, se va a jubilar cerca de la mitad de la plantilla de farmacólogos clínicos que ejerce ahora mismo en España.
“No es que no vayan a hacer falta, como parece que dice el informe: es que se tendrían que crear más servicios de Farmacología Clínica”
La solución, afirma, pasa por aumentar la oferta de plazas MIR (Médico Interno Residente) en las próximas convocatorias. Concretamente, pide la presidenta de la Sociedad Española de Farmacología Clínica, el doble de las plazas que se ofertan actualmente -es decir, de 22 a 44-, en una de las pocas especialidades que no ha aumentado con respecto a la convocatoria de 2023. “Necesitamos 480 nuevos especialistas en los próximos diez años para cubrir las jubilaciones que se van a producir”, reclama.
Para ella, la principal razón por la que su especialidad esté desatendida es, precisamente, que no es asistencial, lo que lleva a que “en periodos en los que no hay tanto auge económico, se prioricen los servicios más asistenciales”. “Pero nosotros sí que damos soporte a la asistencia, aunque sea de manera indirecta, ya que una de nuestras principales funciones es adecuar un uso racional de los medicamentos. Somos más bien un ahorro, no todo lo contrario”, sentencia Antonia Agustí Escasany con rotundidad.