Con motivo de la próxima COP28 que dará comienzo este jueves, la entidad Salud por Derecho ha publicado un documento con recomendaciones para abordar la urgencia climática. Igualmente, se han dirigido a la ministra de Transición Ecológica,Teresa Ribera, para solicitarle medidas firmes desde la Presidencia Española de la UE.
Igualmente, Salud por Derecho ha mostrado su preocupación por "la inacción y los limitados avances que se esperan en la COP28, a pesar de la trascendencia delmomento", y ha recordado que "la falta de compromisos reales y efectivos dificultará aún más poder alcanzar los objetivos del Acuerdo de París".
"El impacto del cambio climático en la salud humana es innegable y alarmante", han insistido. No en vano, afecta en múltiples ámbitos de la salud, desde el cambio en el comportamiento de distintas enfermedades, como la malaria, las muertes por calor, o las enfermedades respiratorias y oncológicas dada la contaminación atmosférica.
Salud por Derecho ha mostrado su preocupación por "la inacción y los limitados avances que se esperan en la COP28"
Por todo ello, entre las recomendaciones de la entidad, se encuentran las relativas a las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas "experimentaron un preocupante aumento del 12% entre 2010 y 2019, una cifra que asciende al 54% si la comparamos con los niveles de 1990". Para acabar con esta tendencia, la entidad aboga por acabar con los combustibles fósiles.
Para ello, Salud por Derecho propone un plan global que permita su eliminación gradual, promoviendo energías renovables y medidas que impulsen la eficiencia energética. "La meta es reducir las emisiones en un 43% para 2030 y un 60% para 2035".
Igualmente, Salud por Derecho destaca la obligación de los países con rentas más altas de cumplir "cuanto antes" el compromiso de destinar 100.000 millones de dólares a la financiación climática que adoptaron para 2020.
Salud por Derecho propone un plan global para eliminar los combustibles fósiles
Asimismo, reclama un aumento de la inversión destinada a políticas de adaptación para 2025, apoyando a los países con menores ingresos a hacer más fuertes y resistentes sus sistemas de salud y a mejorar aspectos clave como el acceso al agua, saneamiento, vivienda o infraestructuras sostenibles.
La organización reclama, asimismo, la puesta en marcha del fondo de pérdidas y daños para atender las necesidades de las comunidades más afectadas. "Esta financiación debe otorgarse en forma de subvenciones y no préstamos, teniendo en cuenta los contextos específicos de las regiones que los soliciten".
Otras medidas que recoge el informe son planes especiales para prevenir los problemas de salud y reducir las muertes relacionadas con el cambio climático, así como proteger a las poblaciones y comunidades más afectadas y vulnerables, y garantizar la protección del derecho a la salud de los migrantes climáticos.