En Estados Unidos el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ha publicado nuevos datos que muestran mejorías en la salud mental entre algunos adolescentes estadounidenses, incluidas disminuciones en la cantidad de estudiantes que se sienten constantemente tristes o desesperanzados. Sin embargo, el informe también destaca aumentos preocupantes en la cantidad de adolescentes que reportan experiencias de violencia en la escuela y ausentismo debido a preocupaciones por su seguridad.
En declaraciones a ConSalud.es, Félix Notario, presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) valora con cautela los datos de este observatorio ya que apunta: “Todos estos signos de mejora son positivos, aunque son porcentajes de baja disminución. Pero también hay que fijarse en aquellos que han aumentado como los de jóvenes que han sido acosados o amenazados”. Y, además, no pueden estrapolarse a España.
En nuestro país, el Dr. Notario, sostiene: “No podemos afirmar que hemos notado una mejoría en la salud mental de nuestros adolescentes y jóvenes aunque sí se han producido algunos cambios”. Modificaciones que, relata, tienen que ver con que los profesionales están más mentalizados con los problemas de salud mental tanto a nivel hospitalario y urgencias, en las consultas de atención primaria, como en los equipos de salud mental, y “se intenta llegar mejor a los adolescentes, pese al problema de infraestructura total: se requiere tiempo y personal, que es lo que no se tiene”, añade.
“Los jóvenes ahora reconocen mejor sus emociones y que algo les pasa, pero siguen faltando herramientas y apoyo de profesionales”
“En las consultas hemos notado que los jóvenes son cada vez más conscientes de los problemas de salud mental. Ellos mismos ya vienen a la consulta orientados y con ganas de pedir ayuda, reconocen mejor sus emociones, y reconocen que algo pasa pero siguen faltando herramientas y apoyo de profesionales”, explica el experto.
Además, Notario indica que en la actualidad los profesionales notan que los jóvenes saben mucho más de ansiedad y apunta, “muchos vienen ya con el diagnóstico casi hecho”. Además los adolescentes ahora son capaces de reconocerse deprimidos y afirma el pediatra: “La ansiedad y la depresión quizás son las dos columnas que más nos ocupan en cuanto a la problemática de salud mental en los jóvenes”.
El presidente de SEMA reconoce que aunque estos temas de salud mental estén siempre presentes en foros o en congresos como el celebrado recientemente en Córdoba, “a la hora de llevarlos a la práctica en el día a día, cómo se detecta esa problemática, qué les ofrecemos en cuanto a herramientas… Ahí tenemos todavía mucho trabajo que hacer”.
“La pandemia fue un momento de inflexión, a raíz del cual se dispararon todos los diagnósticos de problemáticas de salud mental, sobre todo ansiedad, depresión y autolesiones”
Los problemas de salud mental son multifactoriales, tanto en la adolescencia como en el adulto joven, y tienen mucho que ver con los problemas de índole social familiar escolar etc. “La pandemia fue un momento de inflexión, a raíz del cual se dispararon todos los diagnósticos de problemáticas de salud mental, sobre todo ansiedad, depresión y autolesiones. En este último aspecto el incremento ha sido espectacular, así como en el suicidio ante el que tenemos programas que estamos implementando sobre prevención y protección de jóvenes con tendencias suicidas”, explica el experto.
“Tras la pandemia ha habido un movimiento de acción-reacción, y se le ha prestado más atención a la salud mental haciendo una mayor detección y prevención en nuestras consultas”. El Dr. Notario relata que “ahora estamos viviendo una época, posiblemente estos dos últimos años, en los que se está realizando una mejor valoración de los problemas, y se presta más atención a estos jóvenes que demandan ayuda. Son adolescentes que a veces vienen con una agenda oculta, porque se acercan a la consulta por una cosa, pero lo que hay detrás o lo que les preocupa verdaderamente son problemas vinculados a su día a día como puede ser el acoso”. Añade que hoy en día tanto las familias como los propios jóvenes son más conscientes de estas problemáticas de salud mental.
“Tras la post pandemia que disparó todos los índices, estamos en un punto de inflexión y podríamos estar bajando aunque no podríamos cuantificar de cuánto es esa bajada”, afirma el pediatra que apunta que actualmente tanto en los servicios de urgencias como en las unidades de psiquiatría infanto-juvenil se llega a un mejor diagnóstico con más precocidad y se ofrecen más soluciones.
“Seguimos luchando por el reconocimiento de la especialidad de medicina de la adolescente para atender de una forma global y multidisciplinar a estos pacientes”
Notario explica los problemas de la situación de la atención a los jóvenes en nuestro país: “En España, los pediatras vemos adolescentes en Atención Primaria hasta los 14 años, y a partir de ahí empieza otra atención por parte del médico de familia. Muchas veces esta rotura es cuando la adolescencia es más pura y dura para lo bueno y para lo malo. Y ahí, nos encontramos con una carencia de profesionales en Atención Primaria, con unas consultas en las que falta tiempo para evaluar la salud mental, para realizar una escucha activa a un adolescente”.
Pero, además de tiempo, apunta el presidente de SEMA, también hace falta más formación y concienciación por parte de los profesionales. “Estas son las grandes carencias y por ello se lucha por el reconocimiento de la especialidad de medicina de la adolescente para atender de una forma global y multidisciplinar a estos pacientes. En cuanto a herramientas, la canalización de esta problemática hacia los servicios de salud mental, tanto en la fase aguda, como de control y seguimiento, la demora y las listas de espera son terribles”, concluye.