“Muy pocas enfermeras especialistas cobran como tal, ya que están contratadas como generalistas”. Así lo afirma en declaraciones a ConSalud.es, Guillermo Vera Vicioso, enfermero de Familia y presidente de AEIR, que añade que la especialidad no se cobra como una categoría aparte, sino que es tan solo un complemento que en la mayoría de Servicios de Salud oscila entre los 80 y los 120 euros. “Este complemento salarial no se ha visto modificado en los últimos años, por lo que las variaciones salariales, de nuevo, dependen de factores externos a la propia Enfermería y su reconocimiento salarial, más allá de casos extraordinarios como el aumento salarial de las enfermeras en Cataluña tras el gran trabajo realizado y sacrificio de las compañeras de Infermeres de Catalunya”.
Vera apunta que apenas hay diferencias salariales entre las distintas especialidades de Enfermería, “si comparamos especialidades en el mismo territorio”. Sostiene que “lo que más influye es el sueldo base que establece cada servicio de salud, porque normalmente el salario es el mismo que el de una enfermera generalista, pero añadiendo un complemento de especialista que no suele superar los 100 euros netos”.
“Nuestra reivindicación es que se aplique un complemento salarial de 400€ desde que se es R1”
Lo mismo ocurre con las residentes, apunta Vera, que cobran como sueldo base el Salario Minimo Interprofesional (SMI), y en la mayoría de especialidades y territorios no tienen ningún complemento, salvo de R2 que aumenta unos 80 euros al mes. “Nuestra reivindicación desde que nació AEIR es que se aplique un complemento salarial de 400€ desde que se es R1”, apunta Vera.
DIFERENCIAS SALARIALES ENTRE CC.AA.
Vera recuerda que existen diferencias significativas en los salarios de las enfermeras especialistas según la comunidad autónoma en la que trabajan. Y “aunque esta cuestión no ha sido explorada en el SEYRE, basta con acudir a las tablas retributivas de las distintas CCAA y comparar Madrid, donde se cobra unos 1.600 euros netos con Euskadi o Navarra donde se superan sobradamente los 2.100 euros”.
“Esto es un problema de toda la profesión, no sólo de las especialistas, ya que el plus por tener un contrato de especialista (las pocas que lo tengan) no compensa en absoluto las desigualdades salariales. Incluso ser especialista es en algunos territorios perjudicial a nivel salarial: en la Comunidad de Madrid, una persona con contrato de enfermera generalista en Atención Primaria cobra 28.500 euros en 14 pagas, mientras que si tiene contrato de especialista, cobra 27.599 euros”, ejemplifica el presidente de AEIR. “Puede parecer anecdótico, pero son casi 1.000€ de diferencia, y es evidentemente una estrategia de quienes pactan los salarios y la ordenación profesional para perjudicar a quienes apuestan por una formación enfermera especializada”, añade.
Y pese a que el experto considera importante el aspecto salarial, “creo que lo que más nos afecta es la enorme dificultad para trazar un desarrollo profesional mínimamente digno en el Sistema Nacional de Salud (SNS)”, lamenta.
“La ordenación profesional de la enfermería en España es una máquina de quemar profesionales altisimamente cualificadas”
“El sistema nacional de salud es una trituradora de enfermeras especialistas. La ordenación profesional de la enfermería en España es una máquina de quemar profesionales altisimamente cualificadas, porque no nos permiten ejercer donde mejor sabemos hacerlo, porque siguen pensando que las enfermeras hacemos el mismo trabajo en cualquier sitio, y no tienen en cuenta la formación ni la experiencia. Así el desarrollo profesional es imposible, y no hay complemento salarial que lo compense”, expone Vera.
“En materia salarial, y esto creo que es común a todas las trabajadoras de nuestro entorno, es necesario una subida anual que como mínimo se equipare a lo que aumenta lo que eufemísticamente llamamos ‘el precio de la vida’. Pero no es de recibo que una enfermera trabaje por 1.600 euros al mes en algunas comunidades autónomas, o que estén trabajando hasta los 67 años”, afirma el presidente de AEIR que aboga por replantear los salarios acorde a la responsabilidad y a las condiciones en las que se realiza ese trabajo. “Eso en el caso de las enfermeras especialistas debe traducirse en un aumento salarial considerable, pero es que además debemos ajustar los salarios al alza acorde al nivel formativo, sea por la reclasificación A1 o sea por complementos en la nómina”.
“En cuanto a condiciones laborales, lo primero es garantizar una ordenación profesional coherente. Que en el sistema sanitario, donde haya un niño o unos padres haya una especialista en enfermería pediátrica. Que la salud sexual y reproductiva la atiendan las matronas, en todo el ciclo de la vida. Que las especialistas de enfermería de familia estemos en los centros de salud y en la comunidad, y no en cualquier servicio de donde llame la bolsa de trabajo. Que la salud mental sea abordada por las enfermeras especialistas de salud mental, que en los entornos laborales haya enfermeras del trabajo, y que de una vez las enfermeras especialistas en geriatría y gerontología estén presentes en todos los planes y programas que aborden a la población mayor”, concluye Vera.