Las roturas de ligamentos cruzados y en general, problemas en las rodillas, son las lesiones más habituales en deportes de contacto como fútbol, baloncesto o rugby. Su diagnóstico y tratamiento quirúrgico han avanzado mucho con el paso de los años gracias a la entrada de nuevas tecnologías, por lo que hoy en día tienen muy buen pronóstico.
Este tema será el protagonista de la segunda edición de “Hablamos de Salud con…” en el Espacio Correo de la Gran Vía bilbaína el martes 18 de octubre a las siete de la tarde y contará con la participación de los traumatólogos Nuria Urquiza y Miguel Ángel Romero. Además de dos de sus pacientes actuales, un jugador de rugby y un jugador de baloncesto, que han sido operados por rotura de ligamentos cruzados recientemente y que compartirán la historia de su lesión y su proceso de recuperación.
“La rodilla es la articulación que se lesiona con mayor frecuencia ya que se trata de la articulación más grande del organismo y está sometida a un enorme trabajo en la mayoría de los deporte"
“Las lesiones deportivas de rodilla se producen con más frecuencia en los deportes de contacto como el fútbol, baloncesto o rugby. Ello se debe fundamentalmente al mecanismo de giro que sufre la rodilla, en circunstancias donde los músculos o ligamentos no pueden soportar la energía que recae sobre ellos” explica la traumatóloga del Hospital Quirónsalud Bizkaia, Nuria Urquiza.
Estos dos profesionales disponen de una amplia experiencia y son expertos tanto de la cirugía artroscópica de rodillacomo la del hombro. “La rodilla es la articulación que se lesiona con mayor frecuencia ya que se trata de la articulación más grande del organismo y está sometida a un enorme trabajo en la mayoría de los deportes. La potencia de los músculos que la rodean, y la descompensación entre el compartimento anterior y posterior del muslo que se produce en algunos deportes, aumentan la posibilidad de sufrir lesiones agudas, como suelen ser las roturas de ligamentos, o crónicas, como las sobrecargas, que comienzan con un leve dolor pero evolucionan de forma progresiva hasta convertirse en daños crónicos", concluyen ambos traumatólogos.