La mortalidad y el reingreso en las cirugías pueden incrementarse de forma significativa cuando falta enfermeras en las plantillas. Así concluye un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Southampton, publicado en el British Journal of Surgery (BJS), que señala que el riesgo por complicaciones y reingreso se incrementa un 2,3% y la mortalidad un 9,2%.
Unos datos sobre los que el Consejo General de Enfemería (CGE) ha alertado.“La falta de enfermeras es una de las denuncias que históricamente hemos planteado en el CGE. Es una realidad que existe un déficit estructural en todo el sistema sanitario", subraya Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, que ya denunciaba la situación precaria de la enfermería en España en el último informe de ratios presentado por la institución.
Una situación de baja dotación de enfermeras que se repite en todos los sistemas sanitarios occidentales que repercute directamente en la mortalidad hospitalaria y el incremento de los problemas de salud de la población en general.
"Hacen falta más de 100.000 enfermeras en España para llegar a la media europea”
"No disponer de unas plantillas suficientes de enfermeras que puedan ofrecer una atención y cuidados de calidad pone en riesgo la salud de la población, incrementa los riesgos y conlleva a una mayor probabilidad de reingresos, efectos adversos e incluso fallecimientos, tal y como constatan diversos estudios científicos nacionales e internacionales. Hacen falta más de 100.000 enfermeras en España para llegar a la media europea”, añade.
RIESGOS EN LA ATENCIÓN
Tal y como expone el estudio británico, los pacientes quirúrgicos y aquellos que se encuentran en la UCI cuentan con más probabilidades de experimentar daños y riesgos en su estancia hospitalaria. Una situación que se ha solventado en gran parte por la atención perioperatoria, pero la realidad es que todavía el 55% de las infecciones en áreas quirúrgicas son prevenibles.
Implementar listas de verificación, capacitar y formar al personal sanitario o mejorar el trabajo en equipo son algunas de las souciones de seguridad que se establecen en el estudio. Sin embargo, como denuncia el CGE, "depositar la responsabilidad en el personal sanitario para prevenir daños sin abordar las deficiencias que rodean a la profesión enfermera, que son muchas, sigue siendo una barrera persistente para la seguridad de los pacientes".
“No podemos responsabilizar a las enfermeras de riesgos prevenibles que se solventarían con más inversión en capital humano. Nuestro sistema sanitario requiere de sistemas, políticas y procedimientos adecuados, porque la seguridad de todos los pacientes, especialmente los que se someten a una intervención quirúrgica, es esencial. Y es aquí donde las enfermeras juegan un papel trascendental, por los cuidados y atención que ofrecen antes, durante y después de una cirugía, y en general en todas las etapas de la vida", incide Pérez Raya. "Esta investigación es solo un recordatorio más de las graves consecuencias que tiene en el paciente la carga asistencial de nuestras enfermeras y la falta de profesionales que tiene España”, concluye el presidente de las más de 345.000 enfermeras y enfermeros españoles.