Las fuerzas del orden se encargan de proteger y ayudar a todos los ciudadanos que se encuentran en territorio español. Su labor es esencial para que las personas puedan disfrutar de sus derechos y libertades sin preocupación. Sin embargo, este trabajo no va solo asociado al agradecimiento de la población, sino también a altas tasas de estrés que repercuten gravemente en su salud mental. En concreto, estos profesionales tienen mayor riesgo de mortalidad por suicidio que el resto de la población general española.
Así ha concluido un estudio que analizó el riesgo de suicidio en las fuerzas del orden y la seguridad, mostrando evidencia de un mayor riesgo, especialmente en agentes de la Guardia Civil. El trabajo fue desarrollado por investigadores de la Universidad Complutense, de la Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención del Suicidio (PAPAGENO), de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos y del Centro de Investigación Biomédica en Red del Área de Salud Mental (CIBERSAM).
“El suicidio se consideraría un riesgo ocupacional para determinados grupos específicos con ciertos factores de riesgo, como la disponibilidad de armas de fuego y un alto estrés laboral”
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año más de 700.000 personas pierden la vida como consecuencia del suicidio. Además, hay indicios de que, por cada persona adulta que muere por suicidio, podría haber más de 20 que intentan suicidarse. No obstante, esta proporción difiere ampliamente según el país, la región, el sexo, la edad, el método y, como demuestra el nuevo estudio, la profesión.
El suicidio es una de las principales causas de muerte evitable en todo el mundo, y su prevención se ha convertido en un objetivo importante. A este respecto, es fundamental identificar los grupos críticos en riesgo para reconocer las vías de vulnerabilidad y optimizar los protocolos preventivos. Partiendo de esta premisa, y teniendo en cuenta la falta de investigación en materia de suicidio policial en España, los investigadores analizaron las tasas de mortalidad por esta causa en las fuerzas del orden y la seguridad.
“El suicidio se consideraría un riesgo ocupacional para determinados grupos específicos con ciertos factores de riesgo, como la disponibilidad de armas de fuego y un alto estrés laboral”, advierten los autores del estudio. Entre estos grupos, indican que hay una evidencia cada vez mayor que apunta a un elevado riesgo de suicidio en el cuerpo policial, dentro de las fuerzas del orden y la seguridad. En concreto, se han registrado “alarmantes cifras de mortalidad”.
En concreto, los investigadores analizaron la tasa de mortalidad por suicidio en el Cuerpo de la Guardia Civil entre los años 1990 y 2020, observando tendencias longitudinales en términos de sexo y grupos de edad. Para desarrollar la investigación, contaron con datos nacionales extraídos del Instituto Nacional de Estadística (INE), del Boletín Oficial del Estado y del Boletín Estadístico de la Guardia Civil. En el análisis de datos, se calculó la tasa de mortalidad anual estandarizada por edad para todos los guardias civiles españoles, a lo largo de un período de 30 años, comparándola con estimaciones de la población general.
“Los agentes de la Guardia Civil tienen un mayor riesgo de suicidio que la población general, específicamente los hombres de mediana edad y mayores”
Además, se emplearon otras herramientas estadísticas para conocer los efectos temporales significativos y estudiar la relación entre la tendencia de la mortalidad por suicidio, el sexo y los grupos de edad. Los resultados fueron reveladores: entre 1993 y 2020, la tasa de mortalidad anual estandarizada por edad fue de 17,19 por cada 10.000 agentes, siendo significativamente mayor entre los agentes de la Guardia Civil, en comparación con la población general española. A su vez, se observó un aumento significativo de suicidios en dos grupos de edad: grupo de 40 a 49 años y el grupo de 50 años o más.
Finalmente, los investigadores concluyeron que sus resultados brindan una evidencia sólida sobre el mayor riesgo de mortalidad en las fuerzas del orden, particularmente entre los agentes de la Guardia Civil. “Tienen un mayor riesgo de suicidio que la población general, específicamente los hombres de mediana edad y mayores”.
De acuerdo con ellos, el acceso a medios suicidas como armas, el estrés derivado de ser profesionales de primera línea y los problemas de salud mental relacionados, “pueden estar detrás de este riesgo, como se menciona en estudios previos”. Los resultados ponen de relieve la trascendencia de “emprender acciones para abrir nuevas líneas de investigación y prevención, dirigida específicamente a esta población vulnerable”.