Palau defiende que “Alzira es un hospital público más y se le debería hacer partícipe de los planes y objetivos de la Consejería”
Palau considera que con esta decisión no sólo se margina a la gerencia de La Ribera “sino, sobre todo, a los 250.000 habitantes del área sanitaria que tienen el mismo derecho que el resto de valencianos a ser incluidos en las decisiones de la Consejería”.El gerente de La Ribera asegura que ha asistido a todas las reuniones que le han convocado desde Consejería y que su departamento cumple estrictamente con los planes de salud pública transversales, tales como la vacunación de la gripe, la prescripción de genéricos, programas de cribado de cáncer, los acuerdos de gestión, etc. Por ello, ha asegurado Palau que “todavía es más inexplicable que se nos excluya de estas reuniones y se siga haciendo distinción entre gestión pública y privada para planificar la salud de la población”.
Palau considera que sobre el autoconcierto para erradicar las listas de espera, uno de los temas principales de la reunión, “precisamente Alzira podría haber aportado su experiencia y conocimiento de 18 años realizando intervenciones en horario vespertino y los sábados, lo que nos ha posibilitado tener las demoras más bajas del sistema público”.
Para el gerente de Alzira con esta exclusión, “se pierden oportunidades de retroalimentación entre la gestión directa y la privada de un servicio público. Al igual que La Ribera puede aportar sus experiencias exitosas para la gestión de demoras, prescripción de genéricos, cobertura de la gripe, atención a la cronicidad, automatización de los almacenes, programas saludables… también las concesiones pueden asumir experiencias positivas de otros departamentos”. Para Palau esto es algo relevante porque la sostenibilidad de la sanidad pública, según los expertos, requiere de soluciones innovadoras al margen de apriorismos políticos.