En España hay 3 millones de personas con asma, la patología respiratoria con mayor prevalencia y un importante impacto en la calidad de vida de los pacientes. De ellos, un pequeño, pero nada desdeñable porcentaje, desarrolla asma grave, este se caracteriza por la necesidad del paciente de tomar dosis altas de corticosteroides inhalados junto con otros medicamentos de acción prolongada. En algunos casos el control del asma grave no se puede conseguir incluso con el uso adecuado de estos medicamentos y se hace necesaria la introducción de fármacos biológicos.
Con la llegada de la terapia biológica,se ha retomado el concepto de “remisión” en asma. Esta se podría definir como la situación en la que no existe actividad de la enfermedad, ya sea de forma espontánea o por el tratamiento. Se han propuesto dos tipos: remisión clínica, definida como la ausencia, durante al menos 12 meses, de síntomas y exacerbaciones sin uso de esteroides sistémicos, además de la optimización y estabilización de la función pulmonar; y remisión completa, cuando además los pacientes cursan sin hiperrespuesta e inflamación bronquial.
Tal y como refleja a ConSalud.es la Dra. María José Espinosa de los Monteros Garde,neumóloga del Hospital Universitario de Toledo perteneciente a la Unidad Especializada de Asma, en adultos la remisión espontánea sin tratamiento se conocía. “Era un concepto que se sabía que se podía dar en el asma de inicio tardío, pero en menor cantidad (16% de los pacientes) que en el asma de inicio temprano”, señala. Actualmente, el concepto en boga entre los profesionales es la remisión con tratamiento, para la cual está en marcha un amplio consenso para establecer una definición adecuada.
“Hablar de la modificación del curso de la enfermedad grave no era posible hasta la aparición de los tratamientos biológicos”
La inmunoterapia era el único tratamiento que existía hasta ahora que había conseguido modificar el curso natural del asma, pero en los últimos años la aparición de tratamientos biológicos para el abordaje del asma grave son los que realmente han cambiado la realidad de los pacientes.
Estos fármacos han mostrado la disminución de los ingresos hospitalarios, mejoras en exacerbaciones, control y función pulmonar, y han permitido hablar de un nuevo concepto que actualmente está en boga entre los profesionales sanitarios: la remisión con tratamiento en asma en grave. “Hablar de la modificación del curso de la enfermedad grave no era posible hasta la aparición de los tratamientos biológicos”, recuerda la Dra. Espinosa de los Monteros Garde.
HACIA UNA ATENCIÓN PREDICTIVA
“Estos tratamientos nos han permitido ser más exigentes, con ellos no solamente tenemos pacientes con una respuesta clínica completa y prolongada en el tiempo, sino que es posible que la base fisiopatológica de la enfermedad, su historia natural, también se modifique”, celebra la experta, quien recuerda que actualmente ya se ha demostrado su capacidad de disminuir la inflamación. “Y hay estudios que empiezan a ver si también tienen impacto en la hiperrespuesta bronquial. No todos han conseguido éxito en este sentido, pero se sigue investigando cómo impactan estos fármacos en otros procesos involucrados en la fisiopatología de la enfermedad, como el remodelado bronquial”.
“Ahora estamos virando a un modelo predictivo-preventivo, en donde nosotros actuamos antes de los daños de la patología de tal manera que podamos obtener más índices de remisión”
Otros estudios han demostrado que cuanto más joven es el paciente, menor deterioro de la función pulmonar sufre y menor ingesta de corticoides precisa más factible es conseguir la remisión. En definitiva, señala la experta, “cuanto antes introduzcamos el biológico, antes se obtendrán los beneficios y la remisión clínica”. Este es un modelo contrario al actual, que introduce el biológico cuando el paciente ya tiene cambios estructurales muy acusados.
“Ahora estamos virando a un modelo predictivo-preventivo, en donde nosotros actuamos antes de los daños de la patología de tal manera que podamos obtener más índices de remisión”, incide la Dra. Espinosa de los Monteros Garde. El cambio a este modelo y la definición de la remisión en asma grave son dos elementos que actualmente están en proceso de consenso y que genera muchas esperanzas. “Gracias a los avances y el cambio en el tratamiento, los pacientes asmáticos graves tienen una oportunidad de la que antes carecíamos totalmente, que es permitir que estos queden libre de la enfermedad clínicamente”.
Una realidad que constituye “un cambio radical en su vida”, pues “son pacientes que apenas podían salir a la calle, necesitaban siempre un inhalador para hacer su vida normal… estos tratamientos están suponiendo un “milagro” para ellos porque cambia radicalmente su estilo de vida", concluye la Dra. María José Espinosa de los Monteros Garde.