El constante envejecimiento -y su mayor complejidad- de la población española pasan factura, y las enfermedades reumáticas ya son, a día de hoy, la segunda causa de consulta en Atención Primaria y la primera en gasto sanitario en este tipo de asistencia previa a la hospitalaria. Sin embargo, no son muchas las personas conscientes de esta problemática, y a veces tampoco parecen serlo las autoridades sanitarias. Por eso, el nuevo presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), el Dr. Marcos Paulino Huertas, se ha puesto precisamente como principal objetivo: aumentar el número de profesionales y lograr un reparto más equitativo.
Y es que, lamenta el doctor durante una entrevista concedida a ConSalud.es, la ratio de estos especialistas sigue siendo muy baja a pesar del aumento de plazas MIR (Médico Interno Residente) implementado por el Ministerio de Sanidad en los últimos años. De hecho, Reumatología ha sido una de las especialidades que más ha crecido, sino la que más, pasando de 48 plazas en 2014 a 88 en 2024; es decir, casi el doble. “En los últimos doce años se han formado más de 1.000 reumatólogos en España, pero son todavía insuficientes, porque a un ritmo aún mayor han aumentado también los pacientes”, asegura el nuevo presidente de la Sociedad Española de Reumatología.
“Sabemos que atender a todos es imposible, pero es que ya hay muchos pacientes que padecen alguna afección reumática más grave y que necesitan seguimiento por parte del especialista”
Desde luego, en base a las estimaciones de la SER, estamos muy lejos de cubrir la demanda de pacientes reumáticos. Como señala Paulino Huertas, en nuestro país hay actualmente once millones de potenciales pacientes de estas enfermedades, o lo que es lo mismo, una de cada cuatro personas adultas. “Sabemos que atender a todos es imposible, pero es que ya hay muchos pacientes que padecen alguna afección reumática más grave y que necesitan seguimiento por parte del especialista”, indica el especialista. Y recuerda: las enfermedades reumáticas, si bien aparecen más en la tercera edad, pueden afectar a todo tipo de personas.
“Otra clave muy importante sería tener una distribución más homogénea de los reumatólogos en todo el país. Que no haya zonas muy bien dotadas en cuanto a personal mientras otras están desasistidas”, explica Paulino Huertas. La solución, claro está, pasa por incentivar esas plazas entre los ya especialistas, “haciendo que a los reumatólogos les compense ir allí”, y por darle más visibilidad a la especialidad entre los que todavía se están formando. “Nosotros tenemos muchas campañas de comunicación y hemos ido progresando en dar conocimiento de lo que es ser reumatólogo, pero hay que explicarlo muy bien también desde la universidad”, reivindica.
“Hay que aprovechar todo ese talento joven y dar visibilidad para que la gente conozca la especialidad”
“Es una especialidad muy bonita. Somos el personal clínico del aparato locomotor, y podemos tratar más de 200 enfermedades distintas y resolver los problemas de millones de pacientes. Además, en los últimos 15 o 20 años hemos conseguido desarrollar tratamientos muy novedosos y de los que antes no disponíamos. Ahora estamos en un ‘boom’ del desarrollo de las terapias reumatológicas, y los las nuevas generaciones de reumatólogos son las mejor preparadas de la historia”, destaca Paulino Huertas, jefe de este servicio en el Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Y es que los reumatólogos que terminan estos años el MIR, insiste el experto -quien fue el primero en formarse en Castilla-La Mancha-, hacen de manera habitual unas cosas que muy poca gente hacía cuando él finalizó su residencia. Ecografías, capilaroscopias, biopsias… son algunas de las que cita. “Hay que aprovechar todo ese talento joven y dar visibilidad para que la gente conozca la especialidad”, ahonda el presidente de la Sociedad Española de Reumatología, que permanecerá en el cargo hasta el 2026. Entonces será sustituido por la Dra. Susana Romero Yuste, jefa de Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHU).
LA BALANZA, MAL EQUILIBRADA
“Además de generar nuevas plazas MIR, también hay que calcular el porcentaje de reumatólogos que se jubilan. Se está produciendo una jubilación masiva, y no solo de reumatólogos, sino de médicos en general. Son más los que se jubilan que los que terminan”. Marcos Paulino Huertas reitera así el gran problema al que se enfrenta su sociedad científica, y que pusieron de manifiesto en su último Congreso Nacional que tuvo lugar en la localidad grancanaria de Maspalomas. “Si además de eso tú no cuidas las condiciones laborales de la gente, ni les mimas ni das estabilidad, lo que consigues es que se vayan a trabajar fuera”, añade.
Por todo ello, denuncia, incluso hospitales universitarios de capitales de provincia están actualmente por debajo de las plantillas de reumatólogos que tenían hace unos años. “Estamos en trabajo constante con la Comisión Nacional de Reumatología para intentar ayudar a que los servicios que no tienen acreditación MIR la pidan. Intentamos facilitar el trabajo a estos servicios, y a los que ya tienen una plaza que la suban a dos”, explica el presidente de la SER. “Estamos haciendo un esfuerzo brutal para que así sea”, manifiesta con rotundidad.
“Estamos en trabajo constante con la Comisión Nacional de Reumatología para intentar ayudar a que los servicios que no tienen acreditación MIR la pidan"
En el citado 50 Congreso Nacional de la SER también se planteó, para facilitar la integración de los residentes y de los nuevos especialistas, juntar a los “nuevos talentos” con los reumatólogos más consolidados dentro de los servicios de los hospitales. “Tienes que fomentar que se vayan integrando y que vayan cogiendo responsabilidad, porque, insisto son la generación mejor formada de la historia. Fue increíble ver la cantidad de gente joven que acudió al Congreso y cómo la edad media de los reumatólogos se ha ido reduciendo hasta los 45 años”, apunta Paulino Huertas.
“Cuando yo empecé, nuestras consultas y salas de espera estaban llenas de pacientes con muletas y en silla de ruedas, y los tratamientos biológicos y vacunas para tratar enfermedades reumáticas inflamatorias y autoinmunes estaban en su fase inicial. Ahora se ha producido una explosión de nuevas terapias, lo que nos ha permitido cambiar radicalmente el pronóstico y la calidad de vida de los enfermeros, y hacer crecer la especialidad de una manera tremenda”, concluye el reumatólogo.