Desde sus inicios, la Unidad de Paritorio del Hospital Universitario de Torrejón ha trabajado en base al respeto del proceso de nacimiento, a las preferencias de la madre y a las elecciones conjuntas de los progenitores.
Con la llegada de la pandemia por Covid-19, el proceso de parto se ha visto revestido por las medidas de seguridad necesarias para prevenir el contagio de todas las personas que forman parte de este increíble momento. Sin embargo, el equipo de profesionales del centro ha hecho posible que la confianza, la información y el respeto continúen siendo los protagonistas de este proceso.
“Nuestra filosofía se basa en que los padres sean los protagonistas de cada nacimiento a través del respeto a sus decisiones y de la información de todos los procedimientos”, señala la Dra Belén Santacruz, jefa de servicio de Ginecología y Obstetricia. “Todo ello asegurando que nuestros profesionales actúan de la manera más segura para la salud de las pacientes y sus bebés”, añade.
“Tenemos la responsabilidad de mostrarles quela Covid-19 no es un problema en el momento del parto”
“La pandemia ha traído algo de miedo a las mamás que tienen que dar a luz que se añade a la incertidumbre del momento del parto, pero nosotras tenemos la responsabilidad de mostrarles que la Covid-19 no es un problema en el momento del parto”, declara Irene Fernández de la Torre, supervisora de Enfermería de Paritorio, Maternidad y Pediatría. “Nuestro objetivo es crear un clima de confianza con las mamás para que estén seguras de sí mismas y confíen en el equipo que les atiende”, afirma.
La unidad de Paritorio del centro es también reconocida por la variedad de herramientas a disposición de las madres que el equipo de matronas y enfermeras ofrecen en el proceso del nacimiento para mejorar la comodidad y el confort: desde musicoterapia, ducha de agua caliente, o sacos de semillas hasta técnicas de respiración, movilización o masaje en la zona lumbo-sacra. Además, una de las claves del nacimiento en esta unidad es el proceso “piel con piel”, que implica el contacto directo de la madre y el bebé después del parto o la cesárea.
UNA UNIDAD CLAVE PARA LA VIDA DEL HOSPITAL
Desde que el coronavirus irrumpió en la vida del hospital a finales de febrero, la unidad de Paritorio solamente ha cesado su actividad entre el 30 de marzo y el 9 de abril debido al mantenimiento de medidas de protección y seguridad de pacientes y profesionales. Durante esas jornadas, matronas, ginecólogas, obstetras y demás personal del servicio, pasaron a dar soporte a los equipos de profesionales del hospital que necesitaban apoyo en la lucha frente al coronavirus.
“Cerrar nuestro paritorio fue muy duro tanto para nuestras pacientes como para nuestros profesionales, pero fue una decisión adecuada y necesaria para garantizar la seguridad y la protección de todos”, comenta la Dra. Santacruz. “Por ejemplo, para las matronas del equipo, fue un cambio drástico pasar de atender partos a asistir a pacientes de edad avanzada en cuestión de horas”, afirma Irene Fernández. “Pasaron de ayudar a llegar a la vida a sostener la enfermedad”, declara.