El Gobierno de Reino Unido quiere “trabajos británicos para ciudadanos británicos” después del Brexit. Por ello, como ha anunciado la ministra del Interior Amber Rudd, durante el congreso anual del Partido Conservador, tratará de limitar el número de extranjeros que trabajan en el país con medidas como obligar a las empresas a revelar el número de trabajadores extranjeros que tienen en plantilla, así como poniendo restricciones a la llegada de estudiantes extranjeros a las universidades británicas, como recoge El País.
Y es que, como explicó el ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, durante el mismo congreso del partido liderado por Theresa May, la Sanidad es uno de los sectores donde hay más inmigrantes, de forma que hasta el 37% de los médicos que trabajan en el sistema se formaron en otros países. Por ello, la idea es que el sistema público de salud (NHS) sea “autosuficiente”, y para ello el Ejecutivo se ha propuesto lograr que en diez años todos los médicos que ejerzan tengan nacionalidad británica.
Estas intenciones, que han sido criticadas por buena parte de la oposición y del panorama empresarial británico, contradicen sin embargo las conclusiones de uninforme del Instituto de Investigación Pública (IPPR) británico, que estipula que el sistema de salud público del país se “colapsaría” si salieran del sistema los 57.000 trabajadores extranjeros procedentes de la Unión Europea que trabajan en Reino Unido, y a los que el Brexit les podría dificultar su estancia en el país, y llamaba a frenar la “fuga de cerebros” que se puede producir tras la "desconexión" con Europa.
De momento, y pese a las dudas generadas por el Brexit respecto al futuro de los profesionales sanitarios españoles que trabajan en Reino Unido, desde las instituciones sanitarias siguen confiando en que el país británico seguirá necesitando personal procedente del extranjero, al menos en materia sanitaria, ya que, como explicaba Vicente Matas, vocal de Atención Primaria Urbana de la OMC, “somos necesarios en su sistema y ya se las ingeniarán para que, de alguna manera, los sanitarios españoles sigan yéndose a trabajar allí”.
Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es
Un informe del Instituto de Investigación Pública británico alertaba de que el sistema de salud se “colapsaría” si salieran los trabajadores extranjeros procedentes de la Unión Europea
La medida, que en principio pretende hacerse con trabajos menos cualificados “que podrían desempeñar los propios británicos” también podría afectar, no obstante, a la Sanidad, y en concreto a los sanitarios españoles que pretendan trabajar en el sistema público de salud británico (actualmente hay más de 10.000 sumando a médicos y profesionales de la Enfermería).Y es que, como explicó el ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, durante el mismo congreso del partido liderado por Theresa May, la Sanidad es uno de los sectores donde hay más inmigrantes, de forma que hasta el 37% de los médicos que trabajan en el sistema se formaron en otros países. Por ello, la idea es que el sistema público de salud (NHS) sea “autosuficiente”, y para ello el Ejecutivo se ha propuesto lograr que en diez años todos los médicos que ejerzan tengan nacionalidad británica.
Estas intenciones, que han sido criticadas por buena parte de la oposición y del panorama empresarial británico, contradicen sin embargo las conclusiones de uninforme del Instituto de Investigación Pública (IPPR) británico, que estipula que el sistema de salud público del país se “colapsaría” si salieran del sistema los 57.000 trabajadores extranjeros procedentes de la Unión Europea que trabajan en Reino Unido, y a los que el Brexit les podría dificultar su estancia en el país, y llamaba a frenar la “fuga de cerebros” que se puede producir tras la "desconexión" con Europa.
De momento, y pese a las dudas generadas por el Brexit respecto al futuro de los profesionales sanitarios españoles que trabajan en Reino Unido, desde las instituciones sanitarias siguen confiando en que el país británico seguirá necesitando personal procedente del extranjero, al menos en materia sanitaria, ya que, como explicaba Vicente Matas, vocal de Atención Primaria Urbana de la OMC, “somos necesarios en su sistema y ya se las ingeniarán para que, de alguna manera, los sanitarios españoles sigan yéndose a trabajar allí”.
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