Este 31 de marzo concluía el periodo de adaptación que tenían las empresas para aplicar la reforma laboral, una ley que pretende reducir la precariedad y temporalidad en nuestro país. La medida ya se ha empezado a notar en otros sectores, si bien en Sanidad aún habrá que esperar.
La reforma laboral aprobada el pasado diciembre elimina por completo el contrato más utilizado hasta ahora en España, el de obra o servicio. La norma presume que el contrato debe ser siempre el indefinido y tan solo permite dos tipos de contratos temporales que deben estar muy bien tasados: el de sustitución y por circunstancias de producción. Este último a su vez tiene dos tipos: por circunstancias "imprevisibles" cuya duración podría alcanzar por convenio hasta un año y por circunstancias "previsibles" cuya duración podría alcanzar 90 días como máximo en un solo año y que no pueden ser consecutivos. ¿Cómo afectan estos contratos temporales a la Sanidad? ¿Apostará la administración por los contratos indefinidos para acabar con la temporalidad? Son preguntas que todavía no tienen respuesta.
Y es que en el sector sanitario, así como en el de la Educación, las peculiaridades de la profesión obligan a adaptar la ley. “La ley de la reforma laboral tiene carácter general, pero admite que tanto Educación como Sanidad tienen que tener una regulación específica por las especiales circunstancias que tiene el sector en cuanto a la modalidad de prestación de servicios y las características que les distinguen del resto de la función pública”, explica a ConSalud.esTomás Toranzo, presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
Es por esta razón, que se debe cambiar y adaptar la ley para modificar los tipos de contratos temporales, ya que hasta ahora la variedad de estos contratos es lo que permitía “que la temporalidad fuese excesiva e incluso que un sanitario estuviese años y años con contratos temporales, aunque hubiese oposiciones”.
Asimismo, además de mejorarse la normativa para que no haya tanta temporalidad, debe abordarse el problema para que no se reproduzca esta problemática. Y es importante también que se establezcan sanciones para las administraciones que infrinjan la norma e indemnizaciones para los profesionales afectados por esta irregularidad. “Se trata de abordar las causas de la temporalidad, solucionarla y sancionar a quien no cumpla”.
En ninguna Comunidad Autónoma la temporalidad baja del 30% y en algunas como Canarias, asciende hasta el 70%
De momento, explica Toranzo, solo ha habido una reunión en el ámbito de negociación para establecer qué hay que modificar para evitar que la temporalidad vuelva a reproducirse. “Porque el objetivo es que la temporalidad sea inferior al 8%, pero eso ya se había determinado en procesos de estabilización anteriores y la prueba es que no había servido para nada”, recuerda el portavoz de CESM.
Esto explica que el impacto que ya se ha visto en los trabajadores de otros ámbitos, aún no se haya notado en Sanidad. “Efectos no ha habido, solo incertidumbre de cómo se van a hacer los procesos de estabilización para acabar con la alta temporalidad que hay actualmente”. Tal y como explicaba a este medio la Dra. María José Campillo, tesorera del CESM en la Región de Murcia, en ninguna Comunidad Autónoma la temporalidad baja del 30% y en algunas como Canarias, asciende hasta el 70%. En otras palabras, el sistema sanitario es “la mayor empresa de trabajo temporal de España”.
“Por lo menos ha habido voluntad y hay intención de acabar con la temporalidad”, comenta Toranzo sobre la reforma laboral. “Si adaptamos bien la normal general y tipificamos los tipos de contrato y luego las Administraciones cumplen, será una gran oportunidad”.
CESM pide a Sanidad “que deje de imponer y se abra a la negociación, porque aún hay tiempo de hacer las cosas bien”
Asimismo, los procesos de estabilización, las OPEs, deberían regularse para que todas las Comunidades Autónomas saquen las plazas y convocatorias de manera coordinada. Solo así se evitará el “turismo de oposiciones” y que se ocupen plazas a las que en poco tiempo se renunciará y quedarán vacías. “El Ministerio de Sanidad tiene que asumir las responsabilidades y coordinar las OPE, para que cada Servicio de Salud convoque las oposiciones a la vez, casi como en la elección de plaza MIR”.
Este proceso de adaptación conlleva dificultades y plantea problemas, lo que se traduce en que “si no se hace bien, puede que no solucione el problema o incluso que lo agrave”, insiste Toranzo. “Tiene que estar hecho antes del 8 de julio, porque si no, se nos aplica la normativa general”. No tendría ningún sentido, añade el presidente de CESM, que "no se aprovechase la oportunidad de adaptar la ley cuando es la propia regulación la que reconoce las peculiaridades del sector".
Hasta ahora, el sindicato ha tenido dos reuniones con el Ministerio de Sanidad. En la primera, la cartera que dirige Carolina Darias expuso su visión, pero “no dejó opinar” a los expertos. En el segundo encuentro, el CESM ya expuso sus propuestas y ahora, están a la espera e una tercera reunión para negociar.
“Le pedimos al Ministerio que cumpla con la legalidad y negocie. Parece que es una Administración que se ha acostumbrado al real decreto y la negociación y transparencia no es una de sus características de este Ministerio”, reitera el presidente del CESM, que pide a Sanidad “que deje de imponer y se abra a la negociación, porque aún hay tiempo de hacer las cosas bien”.