Cuando la médico de Familia Anna Pujol compartió en Twitter su situación profesional tras solicitar una reducción de jornada recibió una oleada de apoyo por parte de otros sanitarios ya que puso el foco en la sobrecarga que sufren las personas que deciden acogerse a esta opción laboral. "La reducción de jornada significa que trabajas menos horas y por menos sueldo, pero tienes los mismos pacientes", resume Pujol, que fue madre hace 9 meses, a Consalud.es.
"En el momento de incorporarme tras la baja de maternidad me propusieron la posibilidad de la reducción de jornada, se trata de una disminución de un tercio de la jornada laboral, ya sea en días o en horas", explica la profesional de la salud, que decidió aceptar y acudir a consulta 3 días a la semana. Sin embargo, lo que no ha disminuido es su carga de trabajo: "Tengo que atender a 1.400 o 1.500 pacientes".
"Si mis compañeros tienen una semana de demora o diez días, yo tengo el doble", explica la médico, que trabaja en un centro de salud urbano y que detalla que incluso tratando de adelantar trabajo fuera del horario es imposible llegar a todo: "Mientras el niño está durmiendo yo tengo que estar pasando visita, haciendo todas las cosas que me han quedado el día anterior..."
RECLAMAN QUE LA JORNADA REDUCIDA SEA UNA MEDIDA REAL DE CONCILIACIÓN
Esta es la razón principal por la que reclama que no se trata de una medida que ayude con la conciliación real, sino que al final acaba saturando al profesional y generando mayores listas de espera. En esta línea, comparte la historia de una compañera que, tras tener su segundo hijo, ha decidido que en esta ocasión no pedirá la reducción de jornada porque "le generaba más estrés y ansiedad", ya que al llegar a casa tenía que seguir trabajando: "Ahora con la completa va casi más tranquila que cuando estaba con la reducción".
Además, en épocas como esta de invierno la carga de trabajo aumenta aún más, no tanto "por exigencias de la dirección" sino por "las necesidades de los propios pacientes". Esto ha hecho que la propia Pujol se haya planteado volver a la jornada completa, aunque aún no ha tomado la decisión porque le dificultaría organizarse con su hijo.
"Como siempre, los temas de maternidad y mujer quedan muy invisibilizados"
"Como siempre los temas de maternidad y mujer quedan muy invisibilizados, ya que el 75% de las personas que pedimos la reducción somos mujeres, y, además, la profesión médica está muy feminizada", apostilla la especialista en Atención Primaria, que defiende la necesidad de que la carga de trabajo sea proporcional a los días que se trabaja y de invertir en profesionales que puedan hacerse cargo del cupo de pacientes que no pueden atender los sanitarios con reducción de jornada.
"Es una oportunidad que da el sistema público para acceder a esta estrategia de conciliación y al final tenemos que renunciar. Si hay dificultades para que los residentes escojan Atención Primaria, si encima pones estas trabas, todavía haces que haya más gente que a lo mejor renuncie a ello", concluye la médico.