El Hospital Nacional de Parapléjicos ha sido la última incorporación a la Red Española de Empresas Saludables. Un proyecto puesto en marcha en nuestro país por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), organismo científico-técnico dedicado al análisis y estudio de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, así como la promoción y apoyo en beneficio de las mismas. Este órgano colabora, igualmente, con los respectivos departamentos en este ámbito de las CC.AA.
De esta manera, la iniciativa “Empresas Saludables” se puso en marcha en España en 2013, a imagen y semejanza de la ya existente Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP). Desde entonces, muchas empresas han dado el paso de entrar a formar parte de este compromiso por trabajar en el ámbito de la mejora de la salud y bienestar de sus empleados, así como promover la cultura de la salud, y el intercambio de experiencias entre las compañías integrantes. No en vano, poner el foco en el bienestar de las plantillas ha cobrado una especial importancia tras la llegada de la pandemia de la Covid-19.
En la actualidad existen hasta 900 empresas españolas unidas a este proyecto. Cualquier empresa u organización, con independencia de su tamaño, titularidad o sector, puede manifestar su compromiso
De la misma manera que el hospital manchego, en la actualidad existen hasta 900 empresas españolas unidas a este proyecto. Cualquier empresa u organización, con independencia de su tamaño, titularidad o sector, puede manifestar su compromiso solicitar su adhesión a la Declaración de Luxemburgo. Este documento supone un consenso elaborado por la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP) en el año 1997 y recoge una serie de principios básicos de actuación y un marco de referencia en relación a la buena gestión de la salud de los trabajadores.
La compañía integrante, una vez aceptada esta declaración -si lo desea y cumple con los criterios de calidad elaborados por la ENWHP- puede pedir su reconocimiento como buena práctica en promoción de la salud en el trabajo. La estrategia final marcada por esta red europea persigue reducir el impacto en cuerpo y mente de los daños en las personas relacionados con el trabajo. Paralelamente, el organismo europeo sirve para recopilar y difundir los ejemplos de buenas prácticas y métodos de salud laboral entre distintos países y sectores económicos, para crear una bolsa plurinacional de conocimiento en este ámbito.
Tanto la Red Española de Empresas Saludables como la ENWHP aúnan la voluntad común de todos sus miembros alrededor del principio de “trabajadores sanos en empresas saludables”
Por ello, tanto la Red Española de Empresas Saludables como la ENWHP aúnan la voluntad común de todos sus miembros alrededor del principio de “trabajadores sanos en empresas saludables”. Entendiendo este concepto como el de una compañía que gestiona la salud de los trabajadores desde un enfoque integral e integrado, teniendo en cuenta la misma en todas las decisiones y políticas empresariales que se plantea impulsar. De la misma manera, para ser considerada “empresa saludable” es necesario el oportuno cumplimiento de la legislación vigente en prevención de riesgos laborales del país, pero también impulsar estrategias más allá de esta normativa nacional de mínimos.
¿QUÉ ES UNA EMPRESA SALUDABLE?
La preocupación por la salud de los empleados, tanto física como emocional, no es una novedad. Sin embargo, se trata de un campo en el que todavía queda mucho camino por recorrer. Desde la propia OMS han abordado la importancia de este asunto y se ha establecido un marco conceptual para definir qué es un modelo de empresa saludable, recogido en su texto “Entornos laborales saludables: fundamentos y modelo. En el mismo, se estipulan cuatro pilares fundamentales a tener en cuenta: El ambiente físico de trabajo, el entorno psicosocial, los recursos personales en el trabajo y la participación –compromiso- de la empresa en la comunidad donde reside.
Son compañías que adquieren como dogma garantizar su consideración de empresa saludable y que buscan conseguir ventajas competitivas
En base a estos elementos, el documento de la Organización Mundial de la Salud permite hablar de tres niveles de empresa saludable, en función de su grado de implantación de las medidas de garantía para la salud y bienestar del empleado. En un primer grupo estarían aquellas que se limitan a cumplir la legislación vigente en materia de riesgos laborales El segundo nivel correspondería a empresas que van un paso más allá en la prevención de riesgos laborales y aplican la prevención en todos los estratos de la organización.
Por último, la empresa saludable de más alto nivel implica haber alcanzado la excelencia. Son compañías que adquieren como dogma garantizar su consideración de empresa saludable y que buscan conseguir ventajas competitivas a través de la creación de entornos saludables para sus plantillas. En concreto, estas ventajas se asocian con mejorar la motivación e implicación de los trabajadores; aumentar la productividad; reducir la siniestralidad; y favorecer la buena imagen de la empresa, siendo más atractiva para otras compañías, para sus clientes o para los potenciales trabajadores.