Investigadores del Ciber de Enfermedades Cardiovasculares (Cibercv) han analizado la contribución de una proteína (el receptor nuclear NOR-1) al avance de la hipertrofia cardíaca hipertensiva, gracias a la creación de un modelo de ratón transgénico. De esta manera, abren una nueva vía para descubrir nuevas terapias para hacerle frente a esta enfermedad, que es la principal causa de la insuficiencia cardíaca, uno de los problemas de salud más importantes de nuestra sociedad.
Este trabajo, publicado en la revista Clinical Science, ha sido liderado por los investigadores del Cibercv José Martínez González, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC) y Cristina Rodríguez, del Instituto de Recerca del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau, en colaboración con Leif Hove-Madsen (IIBB-CSIC) y Juan Francisco Nistal (Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander), también investigadores del Cibercv. En este estudio han desarrollado un modelo de ratón transgénico que sobreexpresa NOR-1 humano en el corazón, demostrando el papel relevante en esta enfermedad.
Los ratones transgénicos desarrollados han sobreexpresado NOR-1 en el corazón
Según explica Cristina Rodríguez Sinovas, “estos animales tienen una mayor predisposición al remodelado cardíaco asociado al envejecimiento y mayor susceptibilidad a desarrollar hipertrofia cardíaca inducida por sobrecarga de presión, presentando una mayor hipertrofia del cardiomiocito, más inflamación y fibrosis”.
Estos resultados indican que este ratón transgénico puede ser útil como un nuevo modelo animal en estudios preclínicos de moléculas con potencial terapéutico frente a la hipertrofia cardíaca.
“Los mecanismos moleculares subyacentes a esta enfermedad no se entienden completamente, y la prevalencia de la insuficiencia cardíaca está aumentando en todo el mundo, mientras que los tratamientos efectivos siguen siendo difíciles de alcanzar. Por lo tanto, es de gran interés la generación de estos modelos que permitirán desarrollar nuevas terapias para atacar el remodelado patológico del corazón con la intención de prevenir, detener o invertir la progresión de esta enfermedad”, indica el jefe de grupo del Cibercv José Martínez González.
DETECTADO MAYOR REMODELADO ASOCIADO AL ENVEJECIMIENTO
Los ratones transgénicos desarrollados han sobreexpresado NOR-1en el corazón, principalmente en cardiomiocitos, que experimentaron un aumento en el tamaño celular, pero también en cardiofibroblastos (más propensos a sintetizar colágeno y migrar); y asimismo han desarrollado un mayor remodelado asociado al envejecimiento del ventrículo izquierdo.
“Determinamos que el receptor NOR-1 regula positivamente dos genesclaves implicados en la hipertrofia cardíaca y la fibrosis, por lo que nuestros hallazgos sugieren que este receptor está involucrado en el programa transcripcional que conduce a la hipertrofia cardíaca hipertensiva”, indica el Dr. Martínez González.
UNO DE LOS PRINCIPALES PROBLEMAS DE SALUD PÚBLICA EN EL MUNDO
La hipertrofia cardíaca hipertensiva (HCH) es una respuesta compensatoria del corazón al estrés neurohormonal y la sobrecarga hemodinámica (por ejemplo, derivadas de la hipertensión y las enfermedades valvulares) cuya prolongación en el tiempo conduce a insuficiencia cardíaca congestiva (IC), la principal causa de hospitalización en los ancianos y uno de los problemas de salud pública en todo el mundo.
Según estudios recientes, la prevalencia de esta enfermedad se dobla con cada década de edad y se sitúa alrededor del 10% en los mayores de 70 años. El control de los factores de riesgo, como la hipertensión y la cardiopatía isquémica, además de los hábitos de vida poco saludables, son el único medio para controlar el previsible aumento de esta enfermedad en el futuro.
El uso de animales modificados genéticamente en la investigación científica es fundamental
Hoy en día, los mecanismos subyacentes a los cambios moleculares que conducen a la hipertrofia cardíaca hipertensiva no se comprenden completamente, por lo que esta investigación ha tenido como objeto analizarlos a través del desarrollo de un nuevo modelo animal.
El uso de animales modificados genéticamente en la investigación científica es fundamental para comprender las enfermedades y encontrar posibles terapias. Estos modelos animales se emplean bajo un estricto control que garantiza que se les protege y se asegura su bienestar; y, en definitiva, ayudan a curar enfermedades, mejorar la calidad de vida y salvar vidas humanas.