El avance de las bacterias multirresistencias y la amenaza que esto supone para la salud pública han centrado la celebración de la reunión anual de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS). Su presidente, el Dr. Ramón Cisterna, ha detallado a ConSalud.es algunas de las soluciones que deberían aplicarse a corto plazo para atajar la situación y cómo han incrementado los casos de tuberculosis multirresistente.
¿Cuáles son esas soluciones “globales y rápidas” que se deben poner en marcha para solucionar este problema?
En poco tiempo se deben aplicar tres: educación y formación, tests diagnósticos más precisos y solventes, y la aplicación de las medidas efectivas de control de infección. Con estas tres medidas es la única manera de solventar el tema.
En educación y formación, los profesionales sanitarios deben conocer qué es un antimicrobiano, cuándo debe utilizarse, cuantos días de administración se necesitan ya que ya no se recomiendan tratamientos muy prolongados, y señalar que el profesional está perfectamente cualificado para la aplicación y prescripción de antimicrobianos. No obstante, esta debe ser en unos términos de administración única y exclusivamente cuando sea necesario.
"Con diagnósticos más rápidos, seguros y fiables que determinen si un agente es bacteriano o viral se reduciría el número de prescripciones antibióticas"
Para ello es preciso contar con una buena sistemática diagnóstica. Que sean rápidos, seguros y fiables, no solamente en el centro hospitalario sino también con tests de asistencia concreta en los lugares de atención al paciente que determinen si es un agente bacteriano o viral. Con ello, se reducirá el número de prescripciones antibióticas.
Por último, las medidas de control de infección. Conviene recordar las estrategias que han funcionado, porque deben ser prioritarias. Entre ellas, la higiene de manos, que es el tratamiento básico, no porque tenga que ver con la resistencia sino porque va a evitar la diseminación y transmisión cruzada de estos microorganismos. Lo único que necesita es un refuerzo institucional para que se entienda que no es una cosa baladí sino que está considera por la OMS como el arma más eficaz para hacer frente a la diseminación de bacterias multirresistentes.
"La higiene de manos no es una cosa baladí, está considerada por la OMS como el arma más eficaz para hacer frente a la diseminación de bacterias multirresistentes"
Conociéndose estas soluciones, ¿qué margen tienen el Ministerio y las CC.AA. para que las apliquen y se empiecen a ver resultados?
Es un tema no tanto de esfuerzo económico sino de disposición. Afrontar la formación en antimicrobianos supone crear equipos capaces de homologar esos patrones para los profesionales sanitarios. Para implementar las pruebas diagnósticas, es necesario un sistema que regule las posibilidades de detección de microorganismos resistentes en los ámbitos hospitalarios y comunitarios. Y la formación en higiene de manos, que se está haciendo ya de una forma rutinaria pero necesita seguimiento para comprobarse que ha sido eficaz.
"El uso no sanitario de antibióticos es probablemente el factor que más incidencia tiene en la génesis de la multirresistencia"
La gravedad del asunto lleva, además, a que se apliquen medidas en áreas menos relacionadas con la Sanidad, ¿no es así?
La cuestión es global, no solo porque afecta a todos los países del mundo sino porque interviene lo que se llama la salud única. Las aguas residuales o los excrementos de animales son un foco muy importante de bacterias, muchas de ellas multirresistentes. Un apartado crucial es el uso no sanitario de los antibióticos, como por ejemplo para el engorde del ganado, el tratar con antimicrobianos algunas de las plagas que se obtienen a nivel vegetal, etc. Probablemente este es el factor que más incidencia tenga en la génesis de la multirresistencia.
¿A qué se debe el aumento de la preocupación por la resistencia en tuberculosis?
Hemos traído este problema a la reunión anual porque cuando se habla de multirresistencia casi siempre se deja al margen a la tuberculosis. La aplicación en años anteriores de distintas medidas ha permitido que la incidencia de esta enfermedad bajase pero no con la velocidad que se esperaba. El descenso en cuanto a la mortalidad es exasperadamente lento, son necesarios muchos años para bajar un 1% o 2% de mortalidad. Una de las causas es el aumento de la multirresistencia en la tuberculosis, condicionada por dos situaciones: la posibilidad de diseminación, al ser pacientes con tratamientos habituales que no les son efectivos, y encontrar un tratamiento efectivo con la utilización de un margen más amplio de antimicrobianos, lo cual no siempre es fácil, sobretodo en países más desfavorecidos.
"La tuberculosis, por ser la primera causa de muerte global por agentes infecciosos, jamás deber ser olvidada y mucho menos la multirresistente"
La idea de que la tuberculosis está erradicada en Occidente no tiene sentido. En los países desarrollados, las tasas no son nada comparables con las que se dan en el Sudeste Asiático, pero sí que hay focos de marginación y situaciones en las que la tuberculosis sigue estando presente. Pese al excelente seguimiento que se da en los países desarrollados, hay que insistir en que la atención a la tuberculosis llegue a todos los estamentos y a todas las situaciones, incluidas las de marginalidad.
¿Qué características tiene la tuberculosis para que hayan incrementado los casos por resistencia?
La tuberculosis es dañina por sí misma, si no se responde con tratamiento te lleva a la muerte, por lo que ya es una consideración importante. Hay que tener en cuenta que es la novena causa de muerte global y la primera por agentes infecciosos. Nos tiene que poner las pilas para considerar que la tuberculosis jamás debe ser olvidada, en ningún caso. Y mucho menos la tuberculosis multirresistente. Los focos han sido bien establecidos en el Sudeste Asiático y Rusia, lo que sumado a la globalización de los viajes y relaciones hacen posible que muchos de esos pacientes den diseminación en un momento determinado.