El estudio “Effect of Intraarterial Alteplase vs Placebo Following Successful Thrombectomy on Functional Outcomes in Patients With Large Vessel Occlusion Acute Ischemic Stroke: The CHOICE Randomized Clinical Trial”, señala que el tratamiento con alteplasa intraarterial adjunta después de las trombectomías consigue mejores resultados que los que se obtienen tras las trombectomías con recanalización.
Los resultados apuntan que existe un aumento del 18,6% de los pacientes sin discapacidad funcional tras sufrir un ictus que se les ha realizado una trombectomía, administrando posteriormente alteplasa intraarterial. Consiguiendo que un 59% de los pacientes obtengan dicha mejoría funcional con el fármaco, frente a 40,4% de los pacientes que mejoran su pronóstico sin el suministro la alteplasa intraarterial.
El doctor Luis San Román Manzanera, autor del estudio, jefe de servicio de radiodiagnóstico del Hospital Clinic Barcelona y especialista en neurorradiología intervencionista de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) indica que este estudio demuestra que el uso de alteplasa intraarterial "aumenta el número de pacientes sin discapacidad" tras sufrir un ictus isquémico tratado con trombectomía. Según el doctor este hallazgo supone un importante avance en la calidad de vida y supervivencia de estos pacientes.
El ictus se trata de una de las causas más importantes de incapacidad permanente del adulto y la segunda causa de muerte
La atención a los pacientes que han sufrido un ictus la realiza un equipo multidisciplinar de profesionales especializados entre los que se encuentra el médico radiólogo, encargado de realizar la trombectomía en la fase aguda del ictus que permite la reperfusión cerebral de vasos de mediano y gran calibre, como de administrar posteriormente en el mismo procedimiento la alteplasa intraarterial, que favorece la reapertura de la microcirculación.
El estudio se realizó en siete centros de accidentes cerebrovasculares en Cataluña desde diciembre de 2018 y mayo de 2021. Contó con la participación de 1825 pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo tratados con trombectomía. 748 (41%) pacientes cumplieron con los criterios angiográficos, 121 (7%) pacientes fueron aleatorizados y 113 (6%) fueron tratados como aleatorios. La proporción de participantes con una puntuación de 0 o 1 en la escala de Rankin modificada a los 90 días fue del 59,0 % (36/61) con alteplasa y del 40,4% (21/52) con placebo.
Para concluir el doctor San Román señala que es "probable" que se hubiera podido finalizar el estudio demostrando la eficacia del tratamiento sin la pandemia. En cualquier caso, será necesario su validación en estudios multicéntricos, con un mayor número de pacientes, pero supone "un gran hallazgo" en el cambio de tratamiento de los pacientes con ictus isquémico agudo tras trombectomía.