A lo largo de su vida, el ser humano enfrenta calamidades y catástrofes. Desastres naturales, atentados terroristas o crisis sanitarias como la actual pandemia de la COVID-19 hacen necesaria la intervención de profesionales para preservar la salud mental de aquellos que se enfrentan a episodios de magnitudes extremas.
Es aquí donde actúan los profesionales de la Psicología de Emergencias, cuyo objetivo es la intervención tras situaciones de elevado impacto emocional, en el lugar del suceso y en los minutos posteriores al mismo.
Desde SAMUR-Protección Civil, el servicio de Emergencias extrahospitalarias de la ciudad de Madrid, explican los propósitos de la Psicología de Emergencias: minimizar el impacto psicológico a corto plazo o facilitar un adecuado enfrentamiento ante situaciones potencialmente generadoras de estrés por su alto contenido emocional.
La Psicología de Emergencias busca disminuir la probabilidad de aparición de un trastorno psicopatológico en aquellas personas que han sido pacientes directos, indirectos, implicados, familiares o allegados en sucesos traumáticos e inesperados
Asimismo, se busca disminuir la probabilidad de aparición de un trastorno psicopatológico en aquellas personas que han sido pacientes directos, indirectos, implicados, familiares o allegados en sucesos traumáticos e inesperados; informar y orientar sobre recursos específicos de ayuda, y fomentar el acceso de la población de riesgo a la red asistencial sanitaria.
En este contexto, SAMUR-PC busca "mantener un servicio de apoyo psicológico en el lugar de la actuación para situaciones de especial impacto emocional las 24 horas del día, los siete días de la semana". Para ello cuenta, desde el año 2003, con un equipo de seis psicólogos de guardia que mantienen la operatividad en Madrid en turnos de 24 horas, con el apoyo del equipo psicosocial formado por voluntarios de Protección Civil.
ACTUACIONES DESTACADAS
La intervención más reseñable en la historia del servicio es la labor realizada tras los atentados del 11 de marzo de 2004. SAMUR-Protección Civil fue el responsable de la coordinación de la intervención psicológica realizada en el Recinto Ferial de Madrid (IFEMA). Junto a otras instituciones se atendieron más de 200 familias afectadas. Posteriormente, se trabajó de forma individual y grupal con 75 intervinientes sanitarios de SAMUR-Protección Civil y con 141 bomberos.
Otra intervención destacable es la realizada tras el atentado en la terminal T4 de Barajas. Se acompañó a los familiares de las víctimas en el aeropuerto, hotel, instituto anatómico forense, y durante el entierro de los restos en Ecuador (dos equipos se desplazaron hasta allí para acompañar a las dos familias).
En el terremoto de Perú, en agosto de 2007, un equipo de psicólogos formó parte del contingente desplazado al lugar. Su labor consistió en intervenir con las víctimas así como en prestar apoyo al resto de profesionales sanitarios
En el terremoto de Perú, en agosto de 2007, un equipo de psicólogos formó parte del contingente desplazado al lugar. Su labor consistió en intervenir con las víctimas así como en prestar apoyo al resto de profesionales sanitarios.
Otro importante dispositivo de intervención se organizó el 20 de agosto de 2008 con motivo del accidente aéreo que ocasionó 154 víctimas mortales. La intervención psicológica con familiares y allegados se produjo desde el primer momento en el aeropuerto de Barajas, realizándose 274 asistencias psicológicas y 99 procesos de notificación y acompañamiento a familiares durante ese día y los siguientes en IFEMA, hotel Auditorium y Cementerio de la Almudena. Otro frente importante se dedicó al seguimiento de los sanitarios intervinientes de SAMUR-Protección Civil.