Psicólogos clínicos en los centros de salud: "Estos especialistas dotan de eficiencia a todo el SNS"

El portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica, Dr. Juan Antequera, repasa los puntos de mejora que la asistencia psicológica en el primer nivel asistencial tiene por delante

El portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica, Dr. Juan Antequera, atiende a ConSalud.es.
El portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica, Dr. Juan Antequera, atiende a ConSalud.es.
Javier Leunda, redactor ConSalud.es
28 junio 2024 | 07:00 h

La preocupación por la asistencia en salud mental de los ciudadanos ha dado un importante paso adelante en España en los últimos años. Con la llegada de la pandemia como punto de inflexión, las personas perdieron el miedo a admitir que padecían problemas en su bienestar emocional y se mostraron más dispuestas a buscar ayuda profesional. Desde entonces, la normalización de estas situaciones no ha hecho más que crecer y se asume que la plena salud del individuo no puede ser tal si no engloba conjuntamente el aspecto físico y mental.

Paralelamente a dicho fenómeno de eliminación de los estigmas asociados a estas patologías, los distintos servicios de salud se han visto obligados a reforzar los recursos disponibles para dar respuesta a la creciente demanda asistencial generada por los pacientes. En este sentido, la Atención Primaria se presenta como la primera línea de fuego para detectar y atender cualquier patología mental que rodea a las personas. “La gente ha tomado conciencia de la importancia de la salud mental y de que es algo que la sanidad pública debe cubrir”, explica a ConSalud.es el Dr. Juan Antequera, vicepresidente de la Sociedad Madrileña de Psicología Clínica (SMPC).

“Estábamos en un lugar tan precario que, al final, por mucho esfuerzo que quieras hacer en poco tiempo, las plantillas dan para lo que dan”

En esta línea, durante los últimos años existe un esfuerzo por parte de las administraciones públicas por dotar de más recursos al Sistema Nacional de Salud destinados al abordaje de los pacientes con problemas emocionales, aunque todavía no terminan de resultar suficientes. “Estábamos en un lugar tan precario que, al final, por mucho esfuerzo que quieras hacer en poco tiempo, las plantillas dan para lo que dan”, remarca el psicólogo clínico, quien aclara que “se quieren cubrir puestos, pero será muy difícil pretender hacerlo en dos días”.

MÁS PLAZAS DE ESPECIALISTA

Uno de los principales problemas con los que se encuentra la atención psicológica en el primer nivel asistencial es la falta de profesionales especializados en psicología clínica. En este sentido, la presencia de estos perfiles en los centros de salud presenta una radiografía muy desigual. “No todas las CC.AA. disponen de psicólogos clínicos en Atención Primaria. De hecho, son excepcionales las que cuenta con ellos –Madrid, Asturias o Cataluña-, asimismo muchas contratan a psicólogos sin especialidad ante la carencia de especialistas”, refleja el Dr. Antequera, quien denuncia que, sin la presencia de un psicólogo especializado, la asistencia al paciente se convierte en “muy precaria”.

  “Este perfil en Primaria sirve para una primera asistencia y toma de contacto con el paciente. Por ello, es muy importante que sea un especialista, ya que puede solucionar problemas de raíz y descongestionar el resto de niveles”

En este contexto, la Psicología Clínica es la especialidad puramente sanitaria que menos plazas convoca cada año. Además, estas vacantes PIR son de las primeras en agotarse de manera recurrente durante las últimas convocatorias. Por ello, se calcula que las ratios que registra el SNS nos sitúan en alrededor de 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, lejos todavía de los 20 recomendados por la UE. “Hay que ofrecer más plazas PIR y llevar a cabo una planificación de las necesidades”, apunta con urgencia el portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica.

ASISTENCIA ESPECIALIZADA DESDE AP

El primer paso que debe dar una persona afectada por algún malestar emocional es solicitar una cita con su médico de cabecera. A partir de ahí, el facultativo será el encargado de “derivarle al psicólogo clínico” del centro de salud –si lo hubiera- o a su homólogo de un nivel asistencial superior.  “Este perfil en la Atención Primaria sirve para una primera asistencia y toma de contacto con el paciente. Por ello, es muy importante que sea un especialista, ya que puede solucionar problemas de raíz y descongestionar el resto de niveles”, asevera el Dr. Antequera.

"Al final es una pérdida de recursos contratar a alguien que no tiene la formación ni sirve para aliviar la carga asistencial”

En este sentido, desde el colectivo de la Psicología Clínica ahondan en la idea de que ocupar las plazas en Atención Primaria con profesionales que no han superado el PIR rema en contra de los pacientes y del propio sistema de salud. “Desarrollan una mala gestión fruto de su inexperiencia. Piden  muchísimas más pruebas que, a lo mejor, son innecesarias, o no saben cuando derivar o no derivar a las personas. Al final es una pérdida de recursos contratar a alguien que no tiene la formación ni sirve para aliviar la carga asistencial”. No en vano, el PIR supone para el psicólogo pasar cuatro años adquiriendo ‘horas de vuelo’ en consulta.

“Cuando aumentamos los recursos en la sanidad pública tienen que ser empleados de manera eficiente, porque se trata de algo que pagamos todos; entonces, poner un recurso que no sea eficiente es malgastar recursos públicos. La única manera de ofrecer la asistencia más eficiente es introducir a personas que ya conozcan el sistema y sepan gestionar a las personas que vienen con sufrimiento psíquico y con patología, como son los residentes de psicología clínica”, incide al respecto el vicepresidente de la Sociedad Madrileña de Psicología Clínica.

"En el Sermas “se trabaja en terapias grupales (de 6 a 8 sesiones) con pacientes que presentan sintomatología emocional leve o moderada para abordar aspectos muy concretos"

De esta manera, las CC.AA. que disponen de psicólogos clínicos en sus centros de salud tienen, a su vez, protocolos diferentes de asistencia. El psicólogo clínico en la Comunidad de Madrid explica que en el Sermas “se trabaja en terapias grupales (de 6 a 8 sesiones) con pacientes que presentan sintomatología emocional leve o moderada para abordar aspectos muy concretos. En Asturias, por otro lado, se basa más en sesiones individuales”. En cualquier caso, si el malestar del paciente no remite o requiere una atención más continuada, desde el centro de salud se le redirecciona a otros dispositivos más especializados.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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