El consumo de tabaco provoca más de 50.000 muertes anuales en España, siendo la primera causa de muerte evitable y un grave obstáculo al derecho a la salud y a la vida de la población española.
Fruto de la Conferencia Internacional sobre Control del Tabaco, organizada el pasado 14 de junio en Madrid por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y la European Network for Smoking and TobaccoPrevention (ENSP) y firmada y ratificada por los consejos generales de todas las profesiones sanitarias (médicos, enfermeros, dentistas, farmacéuticos y psicólogos), y por más de 60 sociedades científicas y asociaciones ciudadanas, se redactó la 'Declaración de Madrid-2018 para el avance de la regulación del tabaco en España' que establece la hoja de ruta en control del tabaco en nuestro país.
En la sesión celebrada este miércoles en el Parlamento Europeo, organizada por el presidente de la European Network for Smoking and Tobacco Prevention (ENSP), Francisco Rodríguez Lozano, y que ha contado con la colaboración de María Teresa Pagazaurtundúa, portavoz de Unión Progreso y Democracia en el Parlamento Europeo, han participado representantes de profesionales sanitarios y de asociaciones ciudadanas.
La declaración pone de relieve los éxitos conseguidos hasta ahora con las leyes, como la disminución de la exposición al humo ambiental de tabaco y la desaparición de la publicidad
Asimismo, han estado presentes Jesús María Fernández, portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad; Soledad Cabezón, eurodiputada y miembro del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo; Araceli Arce, subdirectora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad; Francisco Sevilla, representante del gobierno español en las instituciones europeas; y Ramón Jáuregui, presidente de la Delegación del Parlamento Europeo en la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat).
En el acto han presentado la declaración con las principales medidas que, según la evidencia científica disponible, deberían adoptarse en España para reducir y evitar las consecuencias del tabaquismo. Así, el principal valor de este documento, como se ha puesto de manifiesto, además de recopilar las estrategias e intervenciones necesarias para reducir el consumo de tabaco en España, es el gran apoyo conseguido por distintos sectores sanitarios y de la sociedad civil.
La declaración pone de relieve los éxitos conseguidos hasta ahora con las leyes, como la disminución de la exposición al humo ambiental de tabaco y la desaparición de la publicidad, la promoción y el patrocinio directo de los productos de tabaco, lo cual contribuyó decisivamente a que aumentara la percepción de riesgo asociada al consumo de tabaco, y en consecuencia, a que se redujeran las tasas de población adulta fumadora que a principios de este siglo se situaban por encima del 32%. Asimismo, pretende poner el énfasis en las medidas y aspectos pendientes de implementación.
Los representantes del movimiento de control de tabaco en España que han participado en este acto en el Parlamento Europeo han remarcado que las medidas que se proponen no suponen un sobrecoste al gobierno español; sin embargo, si contribuirán a reducir los costes asociados a la patología relacionada con el consumo de tabaco. Y especialmente quieren destacar que "la evidencia científica muestra que su aplicación contribuye decisivamente a prevenir el inicio en el consumo y a que quien quiera dejar de fumar tenga más posibilidades de conseguirlo".