La importancia de la salud como pilar fundamental sobre el que se asientan nuestras sociedades y economías, es una de las lecciones más importantes que podemos extraer de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2. Más allá de las necesarias infraestructuras, garantizar la salud requiere de una fuerza laboral capacitada como ha quedado demostrado en los momentos más críticos de la crisis sanitaria vivida en los que los profesionales sanitarios se erigieron como nuestra primera línea de defensa. A pesar de que en esos duros momentos el mundo se llenó de aplausos y promesas, más de dos y medio después del inicio de la pandemia, el tiempo nos muestra una realidad en la que nada ha cambiado o que, incluso, ha empeorado.
Así ha sucedido en África de acuerdo con los últimos datos hechos públicos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El continente e enfrenta a una escasez de trabajadores sanitarios que está socavando tanto los servicios de salud como la prestación de los mismos una preocupante situación si tenemos en cuenta que muchos de los países africanos han realizado esfuerzos para reforzar su fuerza laboral, según un reciente informe elaborado por la OMS.
A finales del pasado mes de junio la revista British Medical Journal Global Healthy publicaba los resultados del estudio “El estado de la fuerza laboral de salud en la región africana de la OMS: hallazgos de un estudio transversal”. Una investigación basada en las encuestas realizadas a 47 países africanos.
Profundizando en sus resultados vemos que la región africana de la OMS cuenta con una proporción de trabajadores de la salud (médicos, enfermeras y matronas) de 1,55 por cada 1.000 habitantes. Una cifra muy alejada del umbral fijado por la OMS de 4,45 trabajadores de la salud por cada 1.000 habitantes. Las regiones que no alcanzan el dato mínimo establecido por la OMS se enfrentan a problemas a la hora de prestar los servicios de salud esenciales y lograr la cobertura sanitaria universal.
Observando el mapa encontramos tasas que van desde 0,25 por cada 1.000 habitantes en Níger (dato más bajo de toda la región africana), hasta los 9,15 trabajadores de la salud por cada 1.000 habitantes en Seychelles (dato más alto de la región)
En este sentido tan solo Mauricio, Namibia, Seychelles y Sudáfrica alcanzan la proporción de trabajadores de la salud por densidad de población fijada por la OMS. El informe no solo pone de relieve la falta de trabajadores sanitarios en África, sino que denuncia también su desigual distribución entre los diferentes países. Observando el mapa encontramos tasas que van desde 0,25 por cada 1.000 habitantes en Níger (dato más bajo de toda la región africana), hasta los 9,15 trabajadores de la salud por cada 1.000 habitantes en Seychelles (dato más alto de la región).
En 2018 el cómputo de los 47 países encuestados sumaba aproximadamente 3,6 millones de trabajadores de la salud. El 37% son enfermeras y matronas, el 9% médicos, el 10% personal de laboratorio, el 14% trabajadores comunitarios de la salud, otro 14% se identifican como “otros trabajadores de la salud”, y el 12% personal administrativo y/o de apoyo.
En 2018 el cómputo de los 47 países encuestados sumaba aproximadamente 3,6 millones de trabajadores de la salud
Este trabajo apunta a varios factores como desencadenantes de la escasez de trabajadores sanitarios en África. Entre estos destacan una capacidad de formación inadecuada, el rápido crecimiento de la población, la migración internacional, la débil gobernanza del personal sanitario, los cambios de carrera y la reducida retención del personal sanitario.
Se estima que la escasez de trabajadores sanitarios en África alcance los 6,1 millones para el año 2030. Cifra que supone un aumento del 45% respecto a 2013, último año en el que se estimaron estas proyecciones.
“La grave escasez de trabajadores de la salud en África tiene implicaciones abrumadoras. Sin una fuerza laboral adecuada y bien capacitada, enfrentar desafíos como la mortalidad materna e infantil, las enfermedades infecciosas, las enfermedades no transmisibles y brindar servicios básicos esenciales como la vacunación sigue siendo una batalla cuesta arriba”, ha alertado el doctor Matshidiso Moeti, director Regional de la OMS para África.
La OMS enfatiza en la necesidad de abordar la escasez persistente y mala distribución de los trabajadores de la salud en África. Una situación en la que las naciones africanas deben aumentar significativamente las inversiones orientadas al desarrollo de la fuerza laboral en el ámbito de la salud para dar respuesta a las necesidades presentes y futuras del continente. Además, se requieren medidas más enérgicas que impulsen tanto la formación como la contratación de trabajadores sanitarios, así como planes que mejoren su distribución y retención.