Con la llegada de la primavera es más frecuente experimentar picor, ojo rojo, fotofobia, ojos llorosos o sensación de tener un cuerpo extraño y es que “los ojos son uno de los órganos que más sufre este cambio estacional”. Así lo afirma la doctora Teresa Sánchez-Minguet, responsable de la Unidad de Oftalmología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Aguas Vivas. “Es clave prevenir la salud ocular cuando aparecen síntomas como lagrimeo, picor y sensibilidad. Es normal que los ojos emitan una respuesta ante esta situación de molestia estacional”, afirma la experta que subraya la importancia de visitar a un especialista para que determine un diagnóstico y el paciente reciba el tratamiento adecuado.
Una de las patologías más comunes en esta estación del año es la conjuntivitis alérgica, una inflamación conjuntival aguda, intermitente o crónica, causada normalmente por alérgenos aéreos, como el polen o las esporas, que afecta a la totalidad de la superficie ocular. “Aunque existen casos más intensos que otros, es una de las afecciones oculares más frecuentes tanto de la población adulta como infantil. Por los ojos entran millones de elementos alérgicos provenientes de la contaminación y el ambiente”, explica la Dra. Sánchez-Minguet.
“Es imprescindible llevar a cabo una limpieza constante de los ojos para evitar la entrada de agentes nocivos y mantener hidratados los globos oculares
Además del polen, otros factores que pueden afectar al ojo son la frecuente exposición al polvo y a los ácaros. “Por ello, es imprescindible una limpieza constante de los ojos para evitar la entrada de agentes nocivos y mantener hidratados los globos oculares”, afirma la experta. Explica que esto se puede hacer a través del uso de lavados en casa con agua tibia, enjuagando los ojos con solución salina estéril y utilizando lágrimas artificiales para evitar la sequedad. Si el paciente tiene una alergia en pleno desarrollo, “se debe evitar frotarse los ojos porque esto podría causar una irritación mayor”, señala la doctora.
Normalmente, si un paciente tiene alergia, se recetan tratamientos antihistamínicos “pero no debemos olvidar, -comenta la doctora-, que los antihistamínicos orales secan los ojos. Por ello, mientras el paciente padece de la alergia lo más recomendable es que salga a la calle con gafas de sol y evite el contacto con alérgenos.De esta manera evitará que el polen y los irritantes perjudiquen su vista”.
“Padecer de ojo seco aumenta las probabilidades de tener blefaritis”
La enfermedad de ojo seco (EOS) es una enfermedad ocular que altera la película lagrimal. Sus síntomas abarcan desde dolor, ardor, enrojecimiento, ojos cansados, sensación de arenilla y visión borrosa, incluso puede afectar a la superficie de la córnea, por lo tanto, el ojo pierde sensibilidad y surgen problemas de visión. La Dra. Sánchez-Minguet apunta que “padecer de ojo seco aumenta las probabilidades de tener blefaritis, bien sea por el contacto directo de agentes contaminantes con los párpados o motivado a alergias estacionales severas”.
Esta patología ocular se manifiesta por la obstrucción de las glándulas de Meibomio en el borde del párpado donde nacen las pestañas. “Durante la primavera se acumulan más microbios en los párpados ya que hay más agentes alérgenos e irritantes presentes en el medio ambiente”, indica la doctora.
Otra de las situaciones que cambia en primavera es que los rayos solares son más fuertes y estamos expuestos más tiempo al sol que en invierno. “Hay que tener en cuenta que es mayor la cantidad de radiación ultravioleta que reciben los ojos y que esta exposición aumenta el riesgo de cánceres oculares, cataratas, crecimientos anormales en el ojo y quemaduras solares en el ojo. Además, perjudica la piel fina de los párpados y causa molestias en la superficie de los ojos”, concluye la experta.