Uno de los principales problemas del sistema sanitario en España es la dificultad del paciente para acceder a nuevas terapias debido a una financiación en España que solo cumple el 54% de los fármacos aprobados en Europa. A eso se suma que la fijación del precio es un proceso lento en España y que no está bien determinado, y que la rentabilidad de los medicamentos cada vez es menor. Esta realidad ha centrado parte de los coloquios realizados en el XVII Seminario Industria Farmacéutica & Medios de Comunicación celebrada por la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria).
En los últimos años se ha vivido un crecimiento del gasto sanitario y farmacéutico y de la inversión. También del PIB, que para 2021 se espera que aumente un 7%. Aun así el gasto farmacéutico sobre el PIB se encuentra actualmente por debajo del 6% y no se espera que se alcance el deseado 7% antes de 2050, tal y como ha explicado Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria.
Para Pineros lo esencial es planificar, “adelantarse y mantenerse en comunicación con las compañías es muy positivo"
A ello se suma que la financiación de medicamentos en España es inferior al de otros países de Europa. Según ha explicado Isabel Pineros, directora del departamento de Acceso de Farmaindustria, actualmente existe una alta esperanza para curar distintas enfermedades gracias a nuevas terapias como las génicas, las CAR-T contra el cáncer o medicamentos huérfanos, pero hay una falta de coordinación y de colaboración.
“Es necesario establecer criterios claros para la financiación, existen criterios de garantía, pero no sobre financiación, y no se conocen los requisitos para fijar los precios de un nuevo producto”, ha destacado Pineros. Además, el sistema actual dificulta la disponibilidad y los tiempos de acceso a las terapias. Para Pineros lo esencial es planificar, “adelantarse y mantenerse en comunicación con las compañías es muy positivo", y, principalmente “reducir los tiempos para decidir la financiación, incrementar la disponibilidad de las terapias y apostar por la colaboración público-privada”.
Aun así el panorama que se presenta no es muy halagüeño, según ha señalado Sánchez, debido a la rentabilidad. “El máximo de rentabilidad alcanzado fue un 7,2% para los nuevos medicamentos aprobados en 2014, pero ha ido bajando hasta caer en 2019 al 1,6%”, ha recogido el experto. En 2020 aumentó la rentabilidad hasta el 2,5%, pero no se espera que se mantenga este incremento. “Los costes de i+D serán cada vez más altos, además los fármacos que van a salir compiten con lo que ha salido años anteriores para las mismas patologías. Y también está la presión regulatoria que hay en lugares como en Europa”, ha concluído Pedro Luis Sánchez.